Nos encontramos ante un edificio religioso, más concretamente la
Catedral Gótica de Toledo. El edificio tiene una planta de salón al no
proyectarse el transepto hacia las fachadas laterales, contando con un gran número
de estancias añadidas a la fábrica original del edificio en años posteriores a
su construcción, pero además podemos ver como la planta del edificio se remata
por un ábside semicircular con dos deambulatorios y absidiolos y se divide en
cinco naves separadas por pilares.
Los muros en el caso de este edificio
cumplen una función de cierre, quedando la función de sustento reservada a los
pilares, de sección cruciforme, partiendo de ellos los nervios que articulan
las bóvedas de crucería que componen las cubiertas, los vanos en forma de ventanas
son muy abundantes, contando el edificio con una magnífica iluminación en el
claristorio, que se tamiza con vidrieras de colores, además encontramos tres
portadas a los pies, la principal coincide con la nave central y las otras dos
con las naves del Evangelio y de la Epístola, además de otras dos puertas en el
transepto; encontrándose todas abocinadas.
El edificio cuenta con unas dimensiones colosales, tanto en planta como
en altitud, dividiéndose las naves en tres niveles de altura distintos, permaneciendo
proporcionado el edificio y mostrándose muy equilibrado.
Encuanto al espacio interior, debemos hablar de un espacio dividido en
tres naves, apareciendo además el coro en medio de la central, justo delante
del presbiterio. El edificio tendría como zona principal el presbiterio,
entorno al cual se articulan las naves y se levantan las girolas, la función
sería litúrgica, siendo usada para decir misa o realizar los oficios debiéndose
sus dimensiones al número de fieles que debe albergar.
Planta de la Catedral de Toledo |
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