Nos encontramos ante una obra escultórica, perteneciente al
arte del renacimiento y concretamente con la escultura de Lorenzo Ghilberti.
Podemos observar que la puerta está fragmentada en 10 partes
en las que se narran en cada una de estas partes 10 escenas del Antiguo
Testamento. Estas 10 escenas están
rodeadas por imágenes de santos. El marco de la puerta está decorado con
flores y animales.
La escultura es de relieve medio y está tallada en bronce
sobredorado. El grosor de este bronce es de 2 cm.
La técnica empleada en las imágenes es la de los paños
mojados.
Ghilberti ubica sus obras en zonas donde el ojo observa de
manera directa.
En 1425 a Lorenzo Ghilberti le confían que haga la Tercera
Puerta del Baptisterio de San Juan Bautista, en la Plaza del Duomo, Florencia.
Estas puertas suponen ya una asimilación de planteamientos clásicos. Los
cambios afectan al diseño, al tratamiento técnico del relieve y a las fuentes
de inspiración. En la subdivisión de las hojas prescinde de las pequeñas
casillas lobuladas y opta por diez espacios cuadrados, que le permiten tratar
con mayor amplitud las escenas del Antiguo Testamento que le encargan. En la
narración de estos episodios bíblicos adopta la perspectiva lineal de Uccello y
los complejos efectos de profundidad que Donatello había transmitido al
bajorrelieve mediante la técnica del schiacciato o aplastado. Finalmente, en
los marcos con reproducciones de esculturas griegas y festones de flores,
frutas y animales, muestra el respeto con el nuevo arte observaba la Antigüedad
y la Naturaleza.
Anterior a estas puertas, Ghilberti hace la Segunda Puerta
del Baptisterio, en 1401. Esta puerta está compuesta por 28 cuadrifolios con
escenas del Nuevo Testamento. Durante su fundición cincelado le ayudaron en el
taller dos jóvenes auxiliares: Pablo Uccello y Donatello, que mostrarían a su
maestro el nuevo lenguaje artístico de la composición espacial renacentista.
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