INSULA ROMANA.
Las insulas
eran edificios de 3 a 5 plantas en un principio, construidas en adobe y madera
pero luego fueron evolucionando a edificios de ladrillo cocido y concreto. Los
departamentos se amontonaban unos con otros, eran de planta cuadrada y no
poseían un patio interior lo que les otorgaba un complicado acceso. Poseían
balcones y ventanas sin vidrio, que oportunamente eran tapiadas con madera
durante el invierno para evitar el paso del frio. Simples, rústicos y monótonos
hacían que, por la falta de regulación, muchas veces se convirtieran en
laberintos de escaleras verticales. La gran mayoría de las insulas carecían de
agua potable y baños, lo que obligaba a la gente a acudir a baños públicos y
fuentes en el mejor de los caso; o directamente las ventanas durante el
invierno o las noches, muy al pesar de los peatones. Muchos accidentes se
producían por la cantidad de deshechos y residuos que salían despedidos de las
ventanas, muchas veces impactando sobre los peatones descuidados que deambulaban
por los márgenes del edificio. Las insulas eran un equivalente, en disposición,
a las manzanas actuales pero dispuestas de manera irregular. Los pisos
inferiores eran los más costosos y generalmente estos eran utilizados como
comercios. Los pisos superiores, de difícil y tedioso acceso eran más baratos e
inseguros, sobretodo cuando se producían derrumbamientos de la superficie
causando muchas víctimas. Dado esto es que los pisos superiores, antes de las
reglamentaciones que veremos más adelante, eran construidos de madera para
alivianar la carga del peso estructural.
No todos los departamentos tenían la misma calidad, en comodidades. Como mencionamos los primeros, en el nivel del suelo, eran utilizados como negocios. Los del siguiente piso eran departamentos usualmente más costosos que los demás y se consideraban departamentos de lujo. La mayoría de los habitantes de las insulas pagaban un alquiler. Esto se daba por la característica en la construcción de estos edificios, los cuales eran levantados por un hombre de negocios que buscaba especular con este. Por esta razón era muy difícil encontrar un departamento a la venta o de dueño único.
En las más amontonadas era significantemente difícil el acceso a los
departamentos, generalmente una persona tendría que pasar por departamentos
anteriores para llegar al suyo. Esto era porque no había pasillos ni corredores
en la gran mayoría de las insulas. A su vez las escaleras generalmente eran
verticales y pasaban de departamento a departamento. Haciendo que fueran como
un laberinto complejo y difícil de sortear para los recién llegados.