Nos encontramos ante una obra pictórica, perteneciente al
arte renacentista del Quattrocento. Concretamente nos encontramos con El
tributo de la moneda de Masaccio (1425), situado en la Capilla Branacci,
Iglesia del Carmine. Florencia.
Esta obra está pintada al fresco sobre muro. Los colores
empleados son colores llamativos, rojos fuertes, azules…
Distinguimos en la pintura tres escenas yuxtapuestas. En el
centro, Cristo es requerido por el recaudador de impuestos de Cafarnaún para
que pague el derecho de portazgo antes de entrar en la ciudad; entonces, el
Señor le encarga a Pedro que pesque un pez en el lago de Genezaret, en cuyas
entrañas hallará la moneda solicitada por el funcionario de hacienda. Este
episodio aparece a la izquierda y el pago del impuesto, a la derecha. Vasari
agrega que, entre los apóstoles que rodean a Jesús, el situado <<en
último plano, es un autorretrato de Masaccio, pintado en el espejo tan bien,
que parece vivo>>.
Junto a estos logros, Masaccio manifiesta también el
conocimiento de la perspectiva de Brunelleschi. No en vano, el fresco de La
Trinidad, pintado para la iglesia de Santa María Novella, de Florencia,
constituye en la actualidad el primer de la perspectiva, matemática aplicada a la
pintura renacentista.
transmitido al
bajorrelieve mediante la técnica del schiacciato o aplastado. Finalmente, en
los marcos con reproducciones de esculturas griegas y festones de flores,
frutas y animales, muestra el respeto con el nuevo arte observaba la Antigüedad
y la Naturaleza.
Anterior a estas puertas, Ghilberti hace la Segunda Puerta
del Baptisterio, en 1401. Esta puerta está compuesta por 28 cuadrifolios con
escenas del Nuevo Testamento. Durante su fundición cincelado le ayudaron en el
taller dos jóvenes auxiliares: Pablo Uccello y Donatello, que mostrarían a su
maestro el nuevo lenguaje artístico de la composición espacial renacentista.
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