Nos encontramos ante una obra escultórica perteneciente al
arte renacentista del Cinquecento de Miguel Ángel.

Presentaba una estructura piramidal compuesta de: una base
adornada con Victorias flanqueadas por esclavos; una planta media con relieves
representando gestas del Pontífice, y cuatro grandes imágenes en las esquinas:
Moisés, San Pablo, la Vida Activa y la Vida Contemplativa; y por último
presentaba un ático en el que se mostraba a Julio II sentado en la silla
gestatoria sostenida por dos ángeles.
El programa iconográfico escondía un sentido alegórico de
raíz neoplatónica, que armonizaba la fama temporal con la salvación eterna del
Papa. Debido a las disputas con Bramante nunca llegó a realizarse, y entre 1506
y 1542 sufrió varias modificaciones y reformas.

El Moisés y los Esclavos sirven para mostrar dos aspectos de
la escultura de Miguel Ángel: la potencia dramática en estado puro o
terribilitá y el inacabado o non finito.
cincelado le ayudaron en el
taller dos jóvenes auxiliares: Pablo Uccello y Donatello, que mostrarían a su
maestro el nuevo lenguaje artístico de la composición espacial renacentista.