Aplicando la teoría, nos encontramos ante el Descendimiento de Cristo y Quinta Angustia de María(1436-1437), pintada en óleo sobre tabla(220 x 262cm.) por Roger van der Weyden. Es considerada la obra maestra del pintor flamenco Rogier van der Weyden. Se exhibe actualmente en el Museo del Prado de Madrid. Es conocido, generalmente, como El descendimiento. Se creó como encargo de la guilda o gremio de los ballesteros de Lovaina, para la capilla de Onze Lieve Vrouw van Ginderbuiten (Nuestra Señora Extramuros). En honor a dicho gremio, el artista incluyó diminutas ballestas en los ángulos de la composición.
Ya en España, el cuadro original fue sometido a una ligera restauración, mayormente para disimular las grietas entre los tablones que conforman la superficie. Por las instrucciones que dio Felipe II a los pintores de la corte con motivo de dicha reparación, resulta evidente que le interesaba la dolorida expresión de las figuras. Ordenó que se restaurasen sólo las partes dañadas en vestimentas y fondo, sin tocar las partes esenciales. Seguramente a petición suya, el pintor Juan Fernández de Navarrete (Navarrete el Mudo) creó dos alas o postigos en grisalla que devolvieron a la obra su estado original como tríptico. Dichos laterales se perdieron después.
Durante un tiempo estuvo en la capilla del Pardo en las proximidades de Madrid. Tanto le gustaba al rey este cuadro que en 1567 encargó a Coxcie de nuevo una réplica. Esta debía quedarse en el Pardo, mientras que el original se llevaría a decorar el Monasterio de El Escorial. Hoy en día, esta copia de Coxcie se encuentra en el monasterio de El Escorial.
Características del cuadro:Este Descendimiento de Cristo de la cruz es una magnífica obra que se planeó como pintura que traduce los esquemas de los retablos escultóricos alemanes y flamencos de esa época. Éstos plantean habitualmente una caja espacial estrecha, en la cual se colocan a manera de friso los personajes esculpidos, frontales y ajustados al escaso fondo que se les concede. Este planteamiento es el mismo que observamos en el Descendimiento de Van der Weyden: todas las figuras se distribuyen en un primer plano, yuxtapuestas pero procurando que ninguna oculte a las demás. La evocación del estilo escultórico consigue volumen y modelado en los cuerpos, que se aprecia de manera sobresaliente en el cuello de la mujer que se encuentra en el extremo derecho de la composición. Las figuras, diez en total, son Cristo muerto, María, San Juan y los santos varones y mujeres, incluida la Magdalena. Todos ellos llevan hermosos ropajes, cuyas texturas permiten diferenciar terciopelos, sedas, damasquinados, etc. Es también una característica propia del arte flamenco ésta de resaltar la calidad de las materias que aparecen. Es un indicativo del poder del que encarga la pintura. Además, todo el fondo está recubierto por riquísimas láminas de pan de oro, y abundan los azules y los verdes, pigmentos que proceden de moler piedras semi-preciosas. El fondo dorado, además de una ostentación de riqueza, impide que la mirada del espectador profundice en otra cosa que no sea la escena, desarrollada por este marco en un espacio mágico e irreal, sin referencias humanas.
La Virgen con el Niño(1432-35) |
Roger van der Weyden:Participe de todas las características que definen al
grupo de los primitivos flamencos: el empleo del óleo sobre tabla y
el uso de un dibujo de línea muy precisa; el interés por la
representación naturalista y minuiciosa y el manejo de un estilo muy
expresivo en el que el color adquiere una importancia fundamental.
Todo ello cultivando casi exclusivamente dos tipos de temas: las
obras de carácter religioso y los retratos, conforme demandaba la
burguesía flamenca. El número de las obras atribuidas a Rogier van der Weyden es relativamente reducido atendiendo al número de años de actividad(1400-1444). Son
varias las cuestiones que hacen tan especiales sus obras. Por una parte, nos llama la atención su enorme
capacidad para dramatizar las escenas, analizando con detalle los
signos de dolor en los personajes. Por otra parte, es relevante su
capacidad para ordenar las composiciones: en aquellas de sus obras en
las que aparecen varios personajes, todo parece estar regido por un
principio organizativo que los distribuye adecuadamente, buscando con
frecuencia ejes de simetría entre los distintos grupos. En tercer
lugar, las obras de nuestro artista destacan por el soberbio manejo
del color: una paleta riquísima formada con tonalidades vigorosas.
Por último, es muy relevante la capacidad del artista flamenco para
dar volumen a sus figuras, de manera que podríamos creer que nos
encontramos ante verdaderas esculturas pintadas y no ante unos
cuadros bidimensionales.En las imágenes podemos ver alguna obra más de las suyas.
Tríptico de la anunciación(1430-35) |