Estamos
frente a una obra pictórica de arte barroco, para ser más exactos,
estamos frente a la pintura de Rembrandt titulada Aristóteles
contemplando el busto de Homero pintada
en 1663. Es una pintura de óleo sobre lienzo y sus medidas son 143 x
136 cm. Se sitúa en el Metropolitan Museum en Nueva York.
La
obra es un buen ejemplo de la fama internacional que llegó a
cosechar el artista en
vida recibiendo importantes encargos de diferentes lugares de Europa,
en este caso desde Italia.
Rembrandt
Harmerzoon van Rijn (1606 – 1669) es el pintor más importante de
la pintura holandesa barroca. Nacido en Leiden parece ser que el
artista pudo formarse en el taller local de Jacob van Swanenburgh y
posteriormente con Pieter Lastman. Durante los primeros años de su
carrera artística contó en el beneplácito de algunos aristócratas
que le consiguieron importantes encargos; su fama comenzó a crecer
paulatinamente y en poco tiempo se convirtió en uno de los pintores
más destacados de su tiempo. Su vida privada sin embago no resultó
tan floreciente como su carrera profesional y en poco tiempo
fallecieron tres de sus hijos y su esposa Saskia, un hecho que
influirá definitivamente en su concepción artística. El artista
hubo de enfrentarse a una precaria situación económica que le
obligó a deshacerse de la mayor parte de sus pinturas y de su
vastísima colección de arte y antigüedades. A su muerte el artista
que antaño había gozado de éxito y popularidad acabó sus días
sumido en la mendicidad.
La
obra de Aristóteles contemplando el busto de Homero fue realizada
por el artista a mediados del siglo XVII, en torno al año 1653. Se
trata de un lienzo de formato vertical de unos 145 centímetros de
altura y algo más de 130 cm de ancho. Parece ser que el lienzo fue
encargado por el aristócrata Antonio Ruffo como
parte de un tríptico que pretendía representar a algunos de los
eruditos y de los mandatarios más importantes de la antigua
Grecia. El
comitente encargo siete años después, en 1660, un lienzo a un
artista italiano que hiciera conjunto con la obra de Rembrandt;
Guercino decidio entonces representar un hombre estudiando una
escultura y otro estudiando un mapamundi. Mattia Preti realizo el
tercero de los lienzos representando a Diógenes de Siracusa.
Rembrandt
planteó un retrato de Aristóteles de tres cuartos situado en
diagonal y observado melancólicamente el busto del autor de la
Ilíada y la Odisea realizado en mármol. Aparece vestido según la
moda de la época con una túnica negra y una capa blanca
profusamente trabajada en la que destacan
las calidades táctiles de la tela.
Atravesando su pecho cuelga un cordón dorado y una medalla con una
efigie de Alejandro Magno en una mención al filósofo como tutor del
dignatario macedonio.
La
composición ha sido muy estudiada, se pueden apreciar diferentes
espacios divididos por una cortina y una mesa con tapete rojo que
otorga profundidad. La luz es dorada y penetra por la izquierda desde
un foco de luz exterior incidiendo directamente en la escena
principal y dejando el resto de la composición a oscuras en un
marcado tenebrismo de influencia caravagista.
Para saber más sobre Rembrandt
Por último, aquí dejo un vídeo sobre las obras de nuestro pintor.