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jueves, 25 de abril de 2013

Tondo Doni de Miguel Ángel


Esta Sagrada Familia, conocida como Tondo Doni, es un cuadro del pintor renacentista italiano Miguel Ángel. Su diámetro alcanza los 120 centímetros. Se considera que esta obra se ejecutó entre el 1503 y el 1504. Se conserva en la Galería de los Uffizi de Florencia (Italia), con su marco original, diseñado por el propio Miguel Ángel.
Miguel Ángel empleó dos medios para esta obra, témpera y óleo. Al aplicar el óleo en capas sucesivas desde el color más intenso hasta el más ligero, de la manera que le fue enseñada cuando era un aprendiz, Miguel Ángel creó un efecto colorista bastante distinto del de los pintores flamencos de la época. La escuela flamenca usaba la técnica al óleo opuesta, modelando desde los tonos claros hasta los tonos más oscuros del pigmento. El efecto colorista de Miguel Ángel se llama cangianti y es típico de su estilo pictórico.
Es el único panel de madera pintado por Miguel Ángel. Fue un encargo de Agnolo Doni, un rico tejedor, para conmemorar su matrimonio con Alex Cecala, la hija de una famosa familia de banqueros. Tiene forma de tondo, esto es, redonda, lo que se asociaba en el Renacimiento con el matrimonio.
En primer plano está la Virgen con el Niño y detrás, san José, de grandiosas proporciones y dinámicamente articulado. María y José presentan al Niño al espectador. Esta composición de presentación podría estar refiriéndose al nombre del comitente de la pieza Doni, en italiano "regalos", y ayuda a fundamentar la tesis de que fuera él quien lo encargó.
Detrás de estas figuras principales, separados por una balaustrada, se distingue a san Juan y un grupo de ignudi. El significado de este añadido de figuras desnudas masculinas es objeto de debate, pues no hay ninguna relación obvia ni precedentes bíblicos que la relacionen con la escena que transcurre en el primer plano. No obstante, la inclusión de estas figuras desnudas no es de modo alguno inusual en la obra de Miguel Ángel, como puede verse en otras obras suyas, incluyendo el famoso techo de la Capilla Sixtina. Se cree que pueden ser ángeles ápteros, esto es, sin alas.



Virgen de la Escalera de Miguel Ángel



La Virgen de la escalera es una escultura en relieve de mármol del escultor Miguel Ángel, datada hacia 1491 y que se guarda en la Casa Buonarroti de Florencia. La obra inacabada tiene unas medidas de 55,5 x 40 cm. Es una de las primeras esculturas realizadas por Miguel Ángel, de la misma época de cuando ejecutó la Batalla de los Centauros. Los detalles de cómo están realizados los pies de la Virgen, hacen pensar que es realmente una de sus primeras obras, incluso anterior a la de la Batalla. Está trabajada con el mismo estilo virtuoso de Donatello en la Virgen de la Leche, nombrado estilo schiacciato que significa literalmente «relieve aplastado».

La Virgen está representada sentada, encima de un cubo de piedra; el Niño se encuentra de espaldas sentado sobre su regazo y mamando. La escalera puesta en la parte izquierda se cree que hace referencia a un libro publicado en 1477: Libro de la escalera del Paraíso, con la metáfora atribuida a San Agustín por la que la Virgen se convierte en escalera para la bajada de Jesús a la tierra y, a la vez, por la que pueden subir los mortales al cielo. También se cree que los cinco escalones representan las cinco letras del nombre de María y, siguiendo con los símbolos, la piedra cuadrada donde está sentada podría referirse a San Pedro, la roca sobre la que la iglesia fue fundada.
Regalada al Duque Cosimo en 1566, fue devuelta a la familia Buonarroti en 1617, permaneciendo desde entonces en la Casa Buonarroti.



Comprobación de la Vera Cruz de Piero della Francesca




La leyenda de la Vera Cruz (en italiano conocido como Leggenda della Vera Croce), es un ciclo de frescos considerados la obra maestra del pintor Italiano Piero della Francesca. Fue pintado en el periodo 1452-1466 en la Capilla Bacci o coro de la Basílica de San Francisco de Arezzo, villa situada en la Toscana (Italia).

Este ciclo de frescos está considerado una de las obras maestras de toda la pintura renacentista, tanto por la claridad de su composición como por su admirable luminosidad colorista. Han recuperado su originario valor artístico con una adecuada labor de restauración en los años 1990, que finalizaron en 2000; esta restauración fue organizada por la superintendencia de Arezzo y financiadas por la Banca Etruria e del Lazio.
En el premiado filme El paciente inglés, en una de las escenas más memorables, se ve a Hana, interpretada por la actriz Juliette Binoche, iluminando estos frescos con una antorcha.

Según una leyenda medieval, el árbol del que fue hecha dicha cruz fue plantado en la tumba de Adán y, más tarde el rey Salomón empleó su madera en una construcción hasta que, andando el tiempo, el leño acabó sirviendo para crucificar a Jesús. Después de ello, la memoria de la cruz se perdió, hasta que en el siglo IV Santa Elena, la madre del emperador Constantino, se dirige a Tierra Santa y allí encuentra la cruz, de manera milagrosa. Comienza con ello una nueva tradición, la de los "Lignum crucis", fragmentos de la Vera+Cruz, a los que aún hoy se rinde culto en muchas iglesias de la cristiandad.
Esta historia le sirve a Piero para desarrollar todo un ciclo de frescos con un programa iconográfico que arranca con la muerte de Adán, continúa con la Anunciación, sigue con escenas de la vida de Constantino y concluye con el hallazgo de la Cruz. Una bonita historia, narrada de manera portentosa, con sentido del ritmo y con delicadeza absoluta. Puro Renacimiento, en definitiva.


David de Donatello


El David es una escultura de bronce de 158 cm de altura, obra del escultor italiano Donatello. La obra fue realizada en torno a 1440 (o a 1430 según algunos expertos) por encargo de Cosme de Médici, que quería situarla en los jardines de su palacio de Florencia. Actualmente se encuentra en el Bargello. Es una obra representativa del quattrocento italiano y tiene un aire inequívocamente clásico debido a su desnudez y a su composición claramente praxiteliana. Por eso, aunque se trata de un tema bíblico, en este adolescente frágil y audaz se reconoce inmediatamente a un héroe de la Antigüedad clásica.

A principios del quattrocento, Donatello descubrió la representación heroica de la adolescencia, que más tarde exaltarían los humanistas, en el sentido de una conciencia nueva de la dignidad y la excelencia del hombre. En su madurez artística, la actividad de Donatello fue innovadora y experimental, es cuando realizó el David y más tarde el grupo también en bronce de Judith y Holofernes, cuando ya tenía sesenta años; en estas obras realizó una búsqueda de los efectos pictóricos que posee el material del bronce, con la posibilidad que le permitían sus pátinas. Hay una cierta relación simbólica entre David y Judith, y Goliat y Holofernes: David, como Judit, representan la pasión controlada, mientras que Goliat, como Holofernes, representan la pasión desbocada.
Donatello interpretó este tema bíblico (tomado del Primer libro de Samuel) como un desnudo clásico. De hecho, fue el primer desnudo integral, de bulto redondo, que apareció en la escultura renacentista. Se trata de un desnudo ponderado, natural, pero muy expresivo debido a la firmeza de las líneas compositivas generales. Se relata la victoria de David sobre Goliat, un gigante filisteo. Donatello muestra un David adolescente, desnudo, con el pie sobre la cabeza de Goliat, que acaba de cortar con la propia espada de su enemigo y que David aún la sujeta en su mano derecha. Con la otra mano sostiene la piedra con la que hirió a Goliat. Tiene la expresión serena y cubre su cabeza con sombrero de paja típico de la Toscana del que caen las guedejas del pelo; lleva también una corona de hojas de amaranto, en clara alusión al heroísmo griego, y sus pies están calzados con unas botas. En la cabeza de Goliat se encuentra un yelmo trabajado al detalle con relieves historiados y adornos vegetales típicos del primer Renacimiento (llamados «in candelieri»), y donde está representado un bajorrelieve de una carroza alada por putti.


Palazzo Rucellai


El palacio fue construido entre 1446 y 1451 por Bernardo Rossellino, siguiendo un diseño de León Battista Alberti. La fachada se terminó cuando ya estaba terminado todo el interior hacia 1455. Fue encargado por Giovanni Rucellai, miembro destacado de la familia Rucellai, ricos tintoreros de tejidos.
León Battista Alberti realizó una obra maestra de estilo y sobriedad, y se dice que proyectó este palacio casi como ilustración de su manual De Re Aedificatoria (Sobre la Arquitectura) de 1452, en donde se explica que la arquitectura debe imponerse más por el prestigio de las proporciones que por la demostración de belleza y lujo. Rossellino no se limitó a ejecutar los planos, sino que aportó un aumento de las dimensiones originales.

La fachada con mampostería de arenisca uniforme y plana, está subdividida horizontalmente de modo progresivamente más complejo y está finamente decorada, los motivos decorativos formales de un correcto orden clásico están sustituidos por las armas de los Rucellai. En la planta baja lesenas de orden toscano dividen la superficie en espacios en los que se abren las dos portadas (originalmente sólo había uno, pero se duplicó simétricamente cuando se duplicó el palacio y la fachada). Los arcos de los vanos que se alinean en vertical con las puertas son ligeramente más amplios que los otros y están además rematados por los escudos elegantemente esculpidos sobre las ventanas del primer piso. Hay delante un banco de calle, un elemento que además de resultar útil para los viandantes, creaba una especie de base para el palacio, como si se tratara de un estilóbato. El respaldo del banco reproduce el motivo del opus reticulatum romano.





martes, 12 de marzo de 2013

El descendimiento de Cristo y Quinta Angustia de María



Realizada en óleo sobre madera se trata de la tabla central de un tríptico del que hemos perdido las tablas laterales. El tema elegido es el del descendimiento de Cristo de la cruz y para ello aparece en el centro de la escena la cruz, ya vacía, de la que descuelgan el cuerpo muerto de Jesús sostenido por la figura de un joven encaramado en una escalera detrás de la cruz y dos hombres de mayor edad que identificamos con José de Arimatea y Nicodemo. A Ambos lados se distribuyen el resto de figuras masculinas y femeninas. En el centro de la tabla también tumbada, recreando el movimiento del cuerpo de Jesús, aparece la Virgen, desfallecida por el intenso dolor de la visión del Hijo muerto, sostenida por San Juan Evangelista y una de las Santas mujeres. Tras estas figuras se observa la de otra mujer que llora de manera desconsolada. Mientras, en el otro extremo del cuadro, María Magdalena entrecruza los brazos mientras que detrás de ella un hombre sostiene un tarro, posiblemente con ungüentos, para embalsamar el cadáver de Cristo.
Las figuras, diez en total, se disponen de manera yuxtapuestas sobre un fondo dorado como si fuese un relieve escultórico continuo. Se trata de una composición cerrada, delimitada por las figuras de los extremos, destacando en la composición las líneas oblicuas de los cuerpos de Cristo y María en torno a las cuales se organizan el resto de figuras de la escena.

La técnica mostrada por el autor es minuciosa en el dibujo con finas líneas que delimitan las formas y una riqueza cromática realmente excepcional. donde predominan el rojo de la túnica de san Juan, el verde de una de las mujeres y el azul de la Virgen así como la riqueza en el estofado de oro que decora el manto de Nicodemo. Las ropas son abundantes, cayendo en forma de plegados quebrados tan característicos de la escuela y que crean efectos de claroscuro de gran belleza.

Wan der Weyden opta en esta tabla por representar un tema religioso muy del gusto gótico: el descendimiento de Cristo de la cruz y la Quinta Angustia de la Virgen María. Para ello Van der Weydem ha querido centrarse en el dolor que provoca la escena prescindiendo de detalles supérfulos que puedan distraer la atención del espectador.Tan sólo unos elementos vegetales formados por hierbas  sitúan la escena en un espacio real. Así mismo, aparece una calavera que podemos interpretar como una alusión al monte Colgota, el cráneo de Adán sobre el que la sangre de Cristo cae y  redime a la Humanidad del pecado original o bien una simple alusión a la muerte pero también a la esperanza en la resurrección presente en una flores que brotan junto a ella. Sin más elementos de paisaje, el pintor dispone las figuras sobre un fondo dorado, también muy del gusto gótico, y en ellas representa todo un repertorio de gestos y actitudes que muestran las distintas formas de manifestación del dolor humano; desde el más extremo que lleva a María a desmayarse, el llanto desgarrado o el dolor más contenido.En su deseo por dotar del máximo realismo y patetismo a la Obra, el autor utiliza una gama diferencia en las encarnaduras, esto es, en la representación de la piel desde el color macilento del cuerpo cadavérico de Cristo a la palidez de María o a los rostros rojos congestionados por el llanto de San juan o la mujer que llora detrás de él. Todo en la Obra transmite dolor y tristeza, sentimientos muy humanos y próximos al espectador; características que diferencian el lenguaje e intencionalidad del arte gótico frente al simbolismo del románico.

La Obra estuvo expuesta en la iglesia de Lovaina hasta que la regente de los Países Bajos y tía de Carlos V, María de Hungría, la adquirió para, unos años más tarde, ser adquirida a su vez por Felipe II y traída a España. Concretamente estuvo en el monasterio del Escorial  hasta su traslado definitivo al Museo del Prado donde se expone en la actualidad. Se trata se duda de una de las mejores obras no sólo de Wan der Weydem sino de la escuela flamenca del siglo XV.


lunes, 11 de marzo de 2013

Ayuntamiento de Bruselas





Este edificio se encuadra dentro la arquitectura civil del siglo XV, durante este siglo tanto Bélgica como Holanda gozaron de una fuerte prosperidad económica que explica la suntuosidad de sus edificios civiles, tanto ayuntamientos como lonjas comerciales y viviendas. La existencia de una burguesía poderosa, agrupada en gremios de artesanos, que entraron en el gobierno de las ciudades, empujaron el levantamiento entre otros de notables palacios municipales en las plazas de las ciudades, que constituyen los más destacados en la Europa de la época. El ayuntamiento de Bruselas constituye un ejemplo de estos edificios junto a los también muy destacados Ayuntamiento de Brujas y Lovaina. La estructura suele ser común a todos ellos: un magno edificio de varios pisos de altura, siendo la planta baja de carácter porticado con el objeto de servir como lugar de realización del mercado, una fachada larga y un torre campanario para advertir a la ciudadanía de algún peligro.

La parte más antigua del ayuntamiento de Bruselas es su ala este, construida entre 1402 y 1420, realizada bajo la dirección del arquitecto Jacob van Thienen, junto a esta ala formaba parte del conjunto un pequeño campanario. En 1444 se colocó la primera piedra de una ampliación, que incorporó una segunda ala, más corta que la anterior, ésta fue diseñada por el arquitecto Guillaume de Voghel, que en 1452 también construyó el Aula Magna.

La fachada se encuentra decorada con numerosas estatuas que representan a nobles, santos y figuras de carácter alegórico. Actualmente las esculturas originales se encuentran expuestas, en el museo de la ciudad en la misma Grand Place, siendo sustitudas por copias en la fachada del edificio.
Tras el bombardeo de Bruselas en 1695 por el ejército francés, bajo el mando del Duque de Villeroy, el fuego resultante asoló el interior del edificio, dejando a salvo las paredes exteriores y la torre, destruyendo los archivos y las colecciones de arte, fue pronto reconstruido, con la adición de dos alas traseras transformando la estructura en forma de L, en su configuración actual de forma trapezoidal, con un patio interior completado por Corneille Van Nerven en 1712. El interior gótico fue revisado por el arquitecto Víctor Jamar en 1868 en el estilo de su mentor de Viollet-le-Duc. Las salas han sido revestidas con tapices, pinturas y esculturas, que representan temas de gran importancia en la historia local y regional.
El edificio dio cabida no sólo a las autoridades municipales de la ciudad, sino que hasta 1795 también albergó los Estados de Brabante y en 1830, durante Revolución belga fue sede de un gobierno provisional.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Pantócrator de San Clemente de Tahull



Las pinturas que analizamos se encuentran divididas en dos franjas horizontales de distinto tamaño, separadas por una banda con textos. En la franja superior, que se corresponde con el cascarón o zona curvada en vertical de la bóveda, figura en posición central un Pantocrátor o Cristo en Majestad. Se halla sentado, apoyado sobre una franja curvada decorada con motivos vegetales. Lo rodea una mandorla decorada con perlas, en cuya parte superior apoya su cabeza y un nimbo de color blanco. Viste una túnica de color gris, a la que se sobrepone un manto de tono azulado. Su rostro, alargado y muy simétrico, presenta una mirada penetrante. Este Cristo Juez alza su brazo derecho en actitud de bendecir, mientras su mano izquierda sostiene un libro abierto en el que puede leerse la frase "EGO SUM LUX MUNDI" (yo soy la luz del mundo) escrita en letras capitales latinas. Además, muestra sus pies desnudos, sobresaliendo de la mandorla y apoyados en una media esfera. A izquierda y derecha de su figura aparecen las letras griegas alfa y omega.
 Rodean al Pantocrátor, en la misma franja, cuatro ángeles que portan los símbolos de los cuatro evangelios. El que figura en la zona superior izquierda porta un libro (ya que el propio ángel es el símbolo del evangelio de San Mateo). Bajo él, otro ángel se acompaña de un león (San Marcos). El esquema se repite en la zona derecha, con las representaciones de un águila (San Juan) y de un toro alado (San Lucas). La composición se remata, en los extremos, con la presencia de sendos serafines, dotados de seis alas, en cuatro de las cuales se observan representaciones de ojos.
 Todo este sector de la bóveda presenta un fondo de tres colores dispuestos en vertical; de abajo a arriba: azul, amarillo y negro. Las figuras situadas en el sector de fondo azul aparecen enmarcadas por círculos.
La simbología del ábside de Tahull es bien evidente. Constituye una representación gráfica de un pasaje del Apocalipsis de San Juan, en el que describe la visión de Cristo entronizado rodeado por el Tetramorfos, que acabará simbolizando la obra de los cuatro evangelistas. Así pues, nos encontramos ante un tema de hondas raíces en la iconografía cristiana: la Maiestas Domini o Cristo en Majestad, que representa a Jesús todopoderoso en actitud de bendecir al mundo (que se halla a sus pies) pero cuyo rostro (serio y sereno al mismo tiempo) denota también la concepción de Dios-juez de las obras humanas. Como las letras griegas acreditan, él es principio y fin de todas las cosas; la luz del mundo, en definitiva, según reza la frase en latín. Debe, por tanto, el hombre seguir este mensaje divino, que le garantiza su salvación eterna.

San Front de Perigueux



La Catedral de Saint Front se encuentra situada en el centro de la antigua ciudad medieval, fue construida en el siglo XII y es el modelo de iglesia románica que se empezó a construir en la región. Se inspira en las cúpulas bizantinas que recuerdan las de San Marcos en Venecia o Iglesia de los Santos Apóstoles de Constantinopla.
El interior la planta es de cruz griega, se abre por medio de un atrio del siglo XI, ocupa la parte de la antigua iglesia, la cual fue incendiada en 1120, que a su vez sucedía a la antigua iglesia del siglo VI. En su interior se construyeron unos grandes pilares en el siglo XIII para soportar una cúpula que nunca se llego a ejecutar, se aprovecharon los laterales para disponer de una capilla funeraria.
En el siglo XII se edifico la torre campanario, construida en tres pisos cuadrados y el cuatro piso de forma rectangular. Tiene una altura de 64 metros y su base fue edificada sobre dos tramos de su antigua iglesia incendiada.
Las cinco cúpulas que cubren las bóvedas fueron construidas en el siglo XII de estilo bizantino, tienen 13 metros de diámetro y se construyeron sobre pechinas triangulares y cóncavas. En la cúpula occidental se dispuso el altar de la antigua iglesia, además de la cripta que alberga las reliquias de Saint Front, que fueron esparcidas durante las guerras de religión en 1575. La cúpula central alberga el gran altar que fue modificado en 1968, del techo cuelga una enorme lámpara que fue llevada a la iglesia de Nuestra Señora de París para iluminar el enlace de Napoleón III.
En la cabecera de la iglesia se instalo en el siglo XVII el retablo de estilo barroco, fue construido para la iglesia de los Jesuitas de Périgueux. Cuenta la historia de la Virgen María desde la anunciación del ángel hasta la Asunción. En la parte superior Cristo espera a su madre llevando la corona que va a depositar sobre su cabeza. En la misma cabecera se encuentran la sillería del coro, fueron realizadas en el siglo XVII, proviene de la abadía de Ligueux. En un extremo de la cabecera se encuentra un pequeño altar del siglo XVIII de estilo barroco, construido en mármol de Carrara, proviene de la Cartuja de Vauclaire.
Las vidrieras de la nave cuentan la historia de Saint Front, las de la nave Oeste toca temas evangélicos, en la pared norte habla de Mateo y, en la pared sur, habla de las bienaventuranzas.
La parte más antigua es el claustro edificado, la mitad en estilo románico y la otra mitad en estilo gótico, ambos entre el siglo XIII y XV. Las galerías fueron construidas con anchas columnas cuadradas que sujetan los arcos de cañón, la parte románica y los arcos góticos apuntados. En su interior se expone una colección de lápidas funerarias.


Capilla de Villaviciosa





La capilla de Villaviciosa fue la primitiva Capilla Mayor de la Mezquita Catedral de Córdoba y fue levantada en el lucernario de Alhakén II entre los años 1257 y 1274.

Fue transformada a finales del siglo XV, convirtiéndose entonces en una nave con arcos apuntados de cantería y moldura gótica, cubierta a dos aguas y arcos formeros de medio punto. Nos encontramos ante el único ejemplo en Córdoba donde se utilizó una techumbre de madera sobre arcos diafragmas; de ahí el interés por su análisis, aunque también reside en el ajuste de una concepción arquitectónica del gótico tardío a las formas musulmanas previamente existentes, magistralmente realizado. Esta techumbre es la única de este tipo existente en Córdoba y se debió realizar a finales del XV. En esta época ya habían llegado a Córdoba las bóvedas estrelladas, que constituían la cubierta más frecuente en aquel entonces; por tal motivo, la techumbre de la nave de Villaviciosa es una excepción en la ciudad. Su construcción pudo estar condicionada por la cubrición de las naves musulmanas con techumbres de madera. En cuanto a los antecedentes, hay que señalar que se venía utilizando comúnmente desde mucho tiempo antes, en numerosas iglesias gallegas y catalanas, de forma que se extendió por toda la Península.

Mientras que en uno de sus lados se respetaron los arcos de herradura de la mezquita, con sus respectivas columnas, en el lado opuesto se hicieron arcos sobre anchas pilas de ángulos redondeados, como si se hubiera embutido una columna en cada uno de ellos, por lo que resultan semejantes a las del claustro de San Jerónimo, construido a fines del XV y principios del XVI.

Las ventanas son abocinadas y lucen vidrieras neogóticas. A los pies tiene un rosetón de tracería gótica. El lucernario fue profundamente restaurado por Ricardo Velázquez Bosco a comienzos del siglo XX, momento en el que fueron trasladadas a este lugar muchas de las laudas sepulcrales que contiene, mereciendo destacarse la del obispo Alonso Manrique, que luce su escudo episcopal entre motivos ornamentales mudéjares. La Capilla de Villaviciosa fue el lugar de cumplimiento de todas las obligaciones y devociones hasta 1607, en que todas fueron trasladadas a la nueva Capilla Mayor. Desde 1607 se dedicó al culto y honra de Nuestra Señora de Villaviciosa, cuya imágen, correspondiente al siglo XIV, se veneró aquí desde entonces.

La bóveda que cubre la capilla se levanta sobre una planta rectangular. Los huecos o lucernas surgieron en la línea de arranque de los arcos . Y mientras cuatro de éstos unen los puntos medios de los flancos, concretando el dibujo de un cuadro, otros cuatro, que se unen de dos en dos, se integran por los centros de los anteriores. El cuadrado del centro da lugar a un octógono por un cerco de figuras triangulares, y consigue una bóveda de doce gallones, llamados así porque traen a nuestra imaginación los gajos de una gigantesca naranja. Los cuatro ángulos de la planta cuentan con cuatro bóvedas pequeñas, inercaladas de otros gallones y estrellas que han surgido del acto creador de los arcos entrelazados. Los sillares de la capilla se hallan dispuestos a soga y tizón.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Teodora y su séquito




En este mosaico de la iglesia de San Vital de Ravena se representa a la emperatriz Teodora junto a sus damas y sacerdotes en una escena muy similar a la de su esposo Justiniano junto a su séquito. Sin embargo, en esta podemos advertir una menor rigidez así como la introducción de elementos paisajísticos por medio de objetos esenciales. Teodora aparece cubierta con la venera, que simboliza el universo. La cortina entreabierta hace alusión a la Iglesia, en cuyo interior se encuentra la fuente de la Gracia de la que emana el agua bendita que proporciona la salvación.
El artista se ha permitido ciertas licencias en el mosaico de Teodora, que no hay en el de Justiniano, quizá porque el protocolo del séquito femenino no era tan rígido o, quizá, por que son obras de distintos artistas: el color es más rico y variado, los brocados, las telas y las joyas tienen más detalles e, incluso, existe un fondo arquitectónico con cortinas, fuentes y una venera situada sobre la emperatriz.


Basílica de San Pedro




La basílica de San Pedro es uno de los edificios más grandes del mundo. Tiene 218 m de largo19 y 136 m de altura hasta la cúpula; presenta una superficie total de 23 000 m². El edificio está conectado con el palacio del Vaticano por un corredor a lo largo del pasillo al lado de la Scala Regia, junto a la fachada de la Plaza de San Pedro, y dos corredores que lo conectan con la sacristía adyacente. Estos pasos elevados fueron ideados por Miguel Ángel, de modo que su presencia no interrumpe el perímetro de la basílica y permite la existencia de ramificaciones en el templo. El exterior está construido con travertino, y se caracteriza por el uso del orden gigante a partir del cual se establece el ático. Esta configuración es idea de Miguel Ángel y se mantuvo en el cuerpo longitudinal añadido por Carlo Maderno. El interior de la basílica aloja 45 altares y 11 capillas que guardan obras de arte muy valiosas, entre ellas algunas de la antigua basílica, como la estatua de bronce de San Pedro (núm. 89), atribuida a Arnolfo di Cambio.



http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/monumentos/1001.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Bas%C3%ADlica_de_San_Pedro

sábado, 8 de diciembre de 2012

Teatro de Mérida




Este edificio fue promovido por el cónsul Marco Agripa, yerno del emperador Octavio Augusto, quien se lo regaló a la recién fundada ciudad entre los años 16 y 15 a.C., según consta en las inscripciones aún en sus dos puertas de acceso. El teatro romano de Mérida fue diseñado siguiendo los preceptos vitruvianos, y su construcción se apoya en la falda de un cerro para proteger a los espectadores de los vientos. Estuvo en uso hasta la segunda mitad del siglo IV, sufriendo algunas remodelaciones en siglo I y II d.C.  Originalmente tenía un aforo para unas 6.000 personas y ha mantenido completas las partes en las que se sentaban los espectadores según su clase social: la cavea ima, la cavea media y, por último, la cavea summa, que ocupaba la zona más elevada del  teatro. Los tres sectores estaban separados por anchos pasillos, llamados praecintores. La summa cavea o gradería alta era el lugar reservado para los esclavos y las clases menos favorecidas. En la actualidad es la más deteriorada por el hundimiento de las bóvedas. La media cavea, compuesta de cinco filas de gradas, acogía a la plebe libre. La ima cavea o gradas inferiores esta formada por 22 filas de asientos reservados a los caballeros.  

Fuente: http://iesjorgejuan.es/sites/default/files/apuntes/sociales/historiadelarte2/tema4arteromano/4.13_comentario_teatro_romano_merida.pdf

jueves, 29 de noviembre de 2012

Baelo Claudia





La antigua ciudad romana de Baelo Claudia está situada en la Ensenada de Bolonia, en la pedanía tarifeña de Bolonia a unos 22 km al noroeste de la ciudad de Tarifa, en la provincia de Cádiz. El estudio de sus restos arquitectónicos muestra su origen romano a finales del siglo II a. C., observándose ya desde esa época una gran riqueza que la convierte en un centro económico importante dentro del área del Mediterráneo.

La ciudad nace a finales del siglo II a. C. sobre un asentamiento fenicio-púnico más antiguo y su existencia está muy relacionada con el comercio con el norte de África (era el principal puerto marítimo que enlazaba con la ciudad de Tánger en Marruecos). Es posible que Baelo Claudia tuviera algunas funciones de centro administrativo, pero la pesca, la industria de salazón y el garum (una salsa derivada del mismo) fueron las principales fuentes de riqueza. En el yacimiento se conservan los elementos más representativos que constituían la esencia de una ciudad romana



Enlaces:

viernes, 16 de noviembre de 2012



Cuenta la mitología griega que en los boscosos montes de la región de Tesalia vivía una raza de seres fabulosos y salvajes, mitad hombres y mitad caballos: los centauros, cuyo origen se perdía en la noche de los tiempos. En cierta ocasión, algunos de ellos fueron convidados a la boda de su primo Piritoo, rey de los lapitas, quienes habitaban en una de las regiones de Grecia. Hasta ese momento, los centauros jamás habían consumido vino, de forma que durante el banquete nupcial acabaron borrachos. La ebriedad terminó por desatar en ellos las más bajas pasiones. Trataron de violar y raptar a la propia novia, Hipodamía y a algunas de las mujeres que asistían al banquete. Se desencadenó así una cruenta lucha entre los lapitas que acabaron triunfantes, y los centauros, muchos de los cuales perdieron la vida en el combate.Vista de la única metopa de la centauromaquia que aún queda in situ en el Partenón.

Este tema mitológico, que viene a querer representar la existencia en el espíritu humano de una doble naturaleza (la del instinto y las pasiones brutales de los centauros y la de la razón y los valores más humanos, de los lapitas) es el tema que se representaba en las 32 metopas del lado sur del Partenón, en las que se narra el cruel enfrentamiento entre los dos grupos. Los lapitas figuran desnudos (aunque algunos visten una clámide) y emplean escudos circulares, habiéndose perdido las espadas que debieron usar. Cuando la representación alcanza a una de las mujeres ultrajadas, ésta viste con el típico atuendo helénico, con abundantes pliegues. Por su parte, los centauros, como corresponde a su naturaleza semisalvaje, se representan desnudos, aunque en algunas ocasiones portan pieles de animales.

Fuente: 
http://aprendersociales.blogspot.com.es/2008/10/centauromaquia.html

Victoria de Samotracia




Sea quien fuere en realidad el autor de la Victoria de Samotracia, lo cierto, sin lugar a dudas, es que en ella contemplamos una de las cumbres de la plástica griega. Debió de ser donada por los rodios al santuario de Samotracia a raíz de la victoria naval que obtuvieron en Side frente a Antíoco III de Siria (190 a. C.), y que les supuso, además del control de amplias comarcas en Caria y Licia, la alianza de numerosas ciudades e islas próximas. 

La obra estuvo al nivel del acontecimiento que conmemoraba: la estructura ondulante, ascendente, de la figura; sus finísimas telas pegadas por el viento al cuerpo, creando un efecto que supera incluso en fuerza y realismo los pliegues mojados de Fidias o Timoteo; la vibración del aire marino que se siente en toda la superficie, creando remolinos y sacudiendo las propias plumas de las alas, todo ello se completaba, para acrecentar aún más el efecto teatral de la obra, con un entorno ambientador: colocada sobre su nave, la figura aparecía en un templete, como metida en una hornacina y destacando sobre un fondo oscuro; y delante de ella, al pie de la proa, se abría un estanque del que surgían rocas y por el que corrían cascadas de agua. Magnífica fusión de escultura y naturaleza que difícilmente hallaremos en el arte griego anterior, y que nadie sabrá explotar después mejor que los propios rodios.

Fuentes: 
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/obras/7983.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Victoria_alada_de_Samotracia

jueves, 18 de octubre de 2012

Los colosos de Memnón





Los colosos de Memnón (en árabe Al-Colossat o Es-Salamat) son dos gigantescas estatuas de piedra que representan al faraónAmenhotep III situadas en la ribera occidental del Nilo, frente a la ciudad egipcia de Luxor, cerca de Medinet Habu y al sur de las grandes necrópolis Tebanas.
Las dos estatuas gemelas muestran a Amenhotep III en posición sedente; sus manos reposan en las rodillas y su mirada se dirige hacia el Este, en dirección al río Nilo y al Sol naciente. Dos figuras de menor tamaño, situadas junto al trono, representan a su esposa Tiy y a su madre Mutemuia; los paneles laterales muestran una alegoría en bajorrelieve del dios de la inundación anual, Hapy.
Las estatuas están esculpidas en grandes bloques de cuarcita, traídos especialmente desde Guiza y de la cantera de Gebel el-Silsila, al norte de Asuán. Incluyendo las bases de piedra sobre las que se sustentan, las estatuas tienen una altura total de dieciocho metros.





Gran Espeo de Ramsés II


Género artístico: Arquitectura religiosa. Templo.
Título de la obra: Templo de Ramses II en Abu Simbel.
Autor: Mandado a construir por Ramses II.
Cronología: Imperio Nuevo. Dinastía XIX.
Estilo artístico: Arte Egipcio.

Es la fachada de un templo egipcio, concretamente un espeo, totalmente excavado en la roca. Su fachada tiene forma de gran pilono trapezoidal y está construida con piedra arenisca. Tiene cuatro colosales (Característica propia del arte egipcio) estatuas sedentes en altorrelieve representando al propio faraón Ramses II, dos a cada lado de la entrada o portada, y a sus pies se encuentran varias figuras más, pero se hallan de pie y son de menor tamaño, representan a sus familiares. Las imágenes del faraón están acompañadas de las de su madre, su mujer y sus hijos en tamaño menor. Delante de los pedestales de los colosos se alzan estatuas de halcones y del propio rey en actitud de marcha. En la parte superior hay unos frisos con jeroglíficos y unos monos saludando al sol, y, sobre el dintel de la puerta, un nicho con una imagen del titular, Horus. Junto al espeo (speos) de Ramsés II, se halla el llamado "pequeño espeo de la reina Nefertari", esposa del faraón Ramsés II.



jueves, 20 de septiembre de 2012

Bisonte de la cueva de Altamira



Las pinturas fueron hechas hace unos 15.000 años, y representan a bisontes, caballos, ciervas, toros, signos y máscaras zoomorfas. Las pinturas están realizadas con pinturas ocres de origen natural, de color rojo sangre y contornos en negro. En ocasiones, el artista utilizó los salientes de las paredes para dar a las figuras sensación de relieve. En conjunto, se trata de 70 grabados realizados en la roca y cerca de 100 figuras pintadas, en las que merece la pena atender al gran realismo de las imágenes y al excelente uso de la policromía. En el vestíbulo existía un yacimiento excavado de antiguo, en el que se encontraron niveles solutrenses y magdalenienses con interesantes piezas de arte mueble. En definitiva, se puede afirmar que las pinturas de Altamira son el más importante logro de la Humanidad en el periodo paleolítico. Es de lamentar que las visitas incontroladas y las obras de protección que el yacimiento ha sufrido a lo largo de este siglo hayan deteriorado casi irreparablemente las pinturas, hasta el extremo de que ni siquiera el cierre de la cueva garantice, sin un estudio en profundidad que todavía no se ha hecho, la conservación del más valioso de los elementos del Patrimonio Arqueológico peninsular.