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miércoles, 9 de marzo de 2016

Sepulcro del cardenal Rinaldo Brancacci



Nos encontramos frente a una obra escultórica de arte renacentista, concretamente el sepulcro del cardenal Rinaldo Brancacci, que fue esculpido por Donatello y Michelozzo en mármol, en el periodo de tiempo transcurrido entre los años 1427 y 1428. Se enccuentra en la iglesia de Sant'Angelo a Nilo, Nápoles. Esta es una de las más importantes obras de arte renacentista en Nápoles. Es parcialmente dorada y policromada, con una altura de 11,60 metros, y una profundidad de 4,60 metros.

Es uno de los trabajos realizados por la asociación de los artistas florentinos Michelozzo y Donatello, cuyo taller fue activo desde 1425 hasta finales de los años treinta. La obra fue encargada en vida del cardenal Brancacci. Existe una carta del 5 de junio de 1427 anunciando que el grupo escultórico se encontraba en una cuarta parte de ejecución. Desde el año 1426 los dos artistas habían alquilado especialmente un taller en Pisa, desde donde fue fácil enviar las piezas del monumento por el mar. Al estar la ciudad de Pisa cercana a las canteras de mármol de Carrara, permitió un considerable ahorro en los costes de transporte. La obra terminada fue entregada en su destino en 1428.
El monumento fue colocado inicialmente a lo largo de una pared de la iglesia y ahora es visible a la derecha del altar principal.

Para albergar la tumba se compuso una una especie de palco escénico. Por encima de un zócalo se sostienen dos columnas que sobre sus capiteles se forma un arco decorado en el tradós por dos tondos o medallones y unas dobles pilastras acanaladas. En lo alto se encuentra la cúspide de estilo gotizante, en el centro hay un medallón con la figura del Redentor y querubines en ambos lados en acción de tocar unas trompetas con clara alusión al despertar de los muertos.
La tumba en sí se encuentra en la parte baja de esta construcción arquitectónica, y está apoyada sobre tres cariátides. En el frente del sarcófago se encuentran dos escudos de armas, al lado del relieve en schiacciato de la Asunción de la Virgen, sin duda obra de Donatello. Sobre este sarcófago la imagen yacente del fallecido, que aparece como dormido, y dos ángeles en pie recogiendo las cortinas que cuelgan del arco, acercándolas a los capiteles de las columnas. En el fondo de este piso se encuentra un bajo relieve de la Virgen con Niño entre dos santos.

La obra marcó una evolución en el modelo de una tumba con dosel de desarrollo vertical, como se había realizado en la tumba del antipapa Juan XXIII en el Baptistero de San Juan en Florencia, diseñado por los mismos autores en 1422-1428. El baldaquino tenía una larga tradición en el gótico y estaba muy arraigado en el arte napolitano.

Al igual que con el monumento de Florencia, también en este caso es difícil establecer una frontera entre las contribuciones de Donatello y Michelozzo. Algunos reconocen la mano de Donatello en las cariátides, y sin duda en el relieve de la Asunción. Probablemente también el retrato de Brancacci.

martes, 1 de marzo de 2016

San Jorge

Nos encontramos ante una escultura realizada en mármol por Donatello entre los años 1416 y 1417. Fue una escultura encargada por el gremio de los fabricantes de armas y concebida para ocupar una de las hornacinas de Orsanmichele en la ciudad de Florencia, pero que en la actualidad se conserva y expone en el museo del Bargello de esa misma ciudad italiana.

Es una obra de principios del Quattrocento y salida de las manos de un Donatello de apenas 30 años. Tal vez por eso es una escultura en la que aún se ven características herederas del estilo gótico como son su equilibrio y la leve torsión de la figura. Sin embargo, también se ven rasgos de lo que va a ser la escultura renacentista.

Con el San Jorge, Donatello estaba evolucionando en su arte escultórico. Él quería sustituir la delicadeza y los refinamientos de obras precedentes por una nueva y vigorosa observación del natural, algo que en este caso se manifiesta en numerosos detalles de la figura, especialmente en cómo están talladas las manos e incluso las cejas.

Pero, como algo propio del Renacimiento, se trata de observar el natural para representar un ideal. Aquí el ideal del hombre caballeresco y también religioso, un joven fuerte, valiente y seguro de sí mismo, con el que se habría de identificar la ciudadanía florentina. Lo vemos sereno y retador, y transmite sobre todo energía y valor. Algo que se ve en su rostro y también en su postura contenida. Se trata de un personaje con un enorme aplomo y con mucha decisión. Y todo ello nos llega no por los gestos de la figura, ni por una postura exagerada. Todo lo contrario. Todo es contención en su presentación, y en cambio nos llega su fuerza interior y su decisión, con un bello rostro que mira con valentía hacia delante y al propio espectador.

Es sumamente interesante ver en el museo florentino de escultura del Bargello las tres esculturas de héroes de Donatello. Su primer David en mármol de 1408, éste San Jorge también marmóreo, y el último David de hacia 1440 y ya moldeado en bronce. Todos ellos plantean el ideal de belleza renacentista, y sin embargo vemos como la escultura de Donatello ha evolucionado de manera trepidante entre las dos primeras obras y la broncínea hacia un mayor dinamismo y movimiento.

sábado, 20 de febrero de 2016

Tabernáculo de la Anunciación




Nos encontramos ante una obra escultórica renacentista, para ser más exactos, estamos frente al Tabernáculo de la Anunciación, esculpido por Donatello entre los años 1435 y 1440. Su material de construcción es la piedra caliza; y sus dimensiones son 420 cm de altura por 248 cm de anchura. Se encuentra situado en la Iglesia de Santa Croce, en Florencia.

Es un magnífico ejemplo de lo que se ha venido en llamar escultura pictórica, ya que Donatello incorporó el color a los volúmenes escultóricos. Algo que fue habitual durante el Renacimiento en materiales como la madera y especialmente con la cerámica vidriada, un tipo de trabajos en los que se especializó un escultura contemporáneo a Donatello: Luca della Robbia.

Pero Donatello en este caso realizó su escultura en piedra y en terracota cocida, y posteriormente le aplicó el color. De hecho, se podría hablar de que más de una escultura es un altorrelieve realizado en piedra, concretamente pietra serena, a la que se le han aplicado elemento en terracota, así como todo el conjunto se ha iluminado con la inclusión de reflejos dorados.

Este tabernáculo no se puede considerar como la típica hornacina de estilo gótico, sino que se trataría de una pieza de aires clásicos, algo que se manifiesta en elementos como las pilastras que aquí no son acanaladas sino escamadas. De hecho, todos los elementos que componen la obra están vinculados al mundo clásico, pero unidos con una enorme fantasía por parte de su autor.

Al mismo tiempo tiene muy en cuenta la tradición de la escultura religiosa italiana, y por ello está muy presente la habitual contraposición del juego de líneas que aparecen en muchas representaciones de la Anunciación, aquí remarcada por el juego de gestos entre los personajes. El resultado es una obra que transmite con enorme dramatismo el momento en el que el arcángel San Gabriel le comunica a la Virgen María que va a concebir al hijo de Dios.


La Anunciación, está insertada dentro de un tabernáculo renacentista, compuesto por un basamento, con el apoyo de dos ménsulas que muestran los escudos de los Cavalcanti, familia emparentada con los Médici y que fue la que le encargó la obra a Donatello. La rica ornamentación de toques dorados acentúa las líneas pero, no influye de ninguna manera en la calma y la concentración del encuentro sacro.


Los dos protagonistas la Virgen y el Ángel, están realizados en alto relieve y representados en el momento de la aparición angélica. La Virgen escucha con sorpresa moderada y con una reacción controlada. Su figura está modelada según el ideal anatómico de los antiguos, pero supera el arte antiguo en la expresión de una emoción más profunda. El ángel, arrodillado ante ella, la mira con timidez y con dulzura, estableciendo un estrecho diálogo visual que hace la escena extremadamente ligera y viva.



No se muestra ninguna alusión al jardín cerrado (hortus conclusus) símbolo de la virginidad de María, y tampoco el ángel lleva el tradicional lirio (símbolo de la pureza).


Y como fondo de la escena todo lo hace muy decorativo, ampliando de este modo la relación entre las figuras y el ornamento. Además, otro elemento decorativo del tabernáculo que inmediatamente remite al mundo clásico son los putti o angelotes que aparecen en la parte superior del frontón curvo y con volutas que corona la escena.




En conjunto, al observar detenidamente el Tabernáculo de la Anunciación de Donatello se llega a la conclusión, de que como ocurre con casi toda la producción escultórica de este artista florentino, se trata de una obra de delicadísima hechura.

Esta obra, Donatello la realizó en colaboración con el arquitecto Michelozzo Michelozzi, uno de los más importantes representantes de la arquitectura palaciega del Quattrocento italiano en general y florentino en particular.

Otras obras relevantes de nuestro autor son: San Jorge , el Sepulcro del cardenal Rainaldo Brancacci, el Púlpito del cinturón de la Virgen, el "Gattamelata", Magdalena Penitente y el David.

Para saber más de Donatello

martes, 17 de marzo de 2015

San Jorge de Donatello

Nos encontramos ante una obra escultórica de arte renacentista. Es perteneciente al Quatroccento italiano, concretamente es el San Jorge de Donatello, datado entre 1415 y 1417, en Florencia.

La estatua del santo caballero por antonomasia y protector del gremio fue colocada en una hornacina gótica adornada por un frontón donde aparece Dios Padre y, en la base, por un bajorrelieve de mármol donde el santo mata al dragón. La plenitud del volumen enlaza aquí con la lección olvidada de las formas estables y dotadas de peso son renovadas por el escultor. El aspecto "natural" de la estatua llama la atención de quien la contempla. Si bien existe un punto de contemplación principal, vista desde otro enfoque no pierde en absoluto su concentración y su rotundidad formal. Encarna una dimensión humana ejemplar, ideal, que se alza en un espacio al cual sirve como medida y que comprende dentro de su ordenamiento "a quien la mira". 

Si la comparamos con una estatua gótica del exterior de las grandes catedrales, podemos observar cómo Donatello rompe totalmente con el pasado. Estas estatuas góticas permanecen a los lados de los pórticos en hileras solemnes como si fueran seres de otro mundo. Por el contrario, el San Jorge de Donatello se levanta con firmeza sobre el suelo, con los pies pegados a tierra resueltamente, como dispuesto a no ceder ni un palmo. Su rostro no tiene nada de la vaga y serena belleza de los santos medievales, sino que es todo energía y concentración. Parece esperar la llegada del monstruo para enfrentarse a él; las manos descansan sobre el escudo, pero es totalmente tensa su actitud en una determinación de desafío.

La estatua es famosa como símbolo inigualable del valor y la intrepidez juveniles. Sin embargo, no es sólo la imaginación de Donatello lo más digno de admirar, su facultad de corporeizar el santo caballero de espontánea y convincente manera; su criterio respecto al arte de la escultura revela una concepción nueva. A pesar de la sensación de vida y movimiento que la estatua comunica, sigue siendo precisa en su silueta y sólida como una roca. Donatello quiso sustituir las delicadezas y refinamientos de sus predecesores por una nueva y vigorosa observación del natural. Detalles como las manos o las cejas del santo revelan una total independización de los modelos tradicionales; demuestran un nuevo e independiente estudio de las formas reales del cuerpo humano.

San Jorge, de Donatello
La alta calidad de las obras donatellianas, así como la cantidad de las mismas, hace difícil una selección justa de ejemplos susceptibles de mostrar los principios y la belleza de su trabajo. Sin embargo, obras como la exquisita Anunciación realizada para la Iglesia de la Santa Croce florentina, la impresionante estatua ecuestre del Condottiero Gattamelata, sus dramáticos Zuccone y Mª Magdalena, el lírico David broncíneo o las escenas esculpidas para la Cantoría de la Catedral de Florencia puede decirse que son buenas muestras de su genialidad.

Ya Vasari, en el texto dedicado a Donatello dentro de las descripciones que realizara en su famosa obra Vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos, alude a la pieza de La Anunciación de Santa Croce como aquélla que, por encima de otras obras de juventud, le habría dado fama, consagrándole como excepcional escultor. Tan sólo hace falta echar un rápido vistazo a dicha obra para comprobar el porqué de dicha afirmación, puesto que se trata de una de las más delicadas y vividas representaciones de La Anunciación que es posible encontrar. La influencia clásica es patente en el refinamiento, el modelo y los ropajes de las figuras, las cuales rezuman una sensibilidad en el gesto, teatralidad en la representación y perfección en la ejecución que debieron por fuerza dejar asombrados a sus contemporáneos.

Que el arte de la Antigüedad es importante en la obra de Donatello se puede apreciar en obras primerizas como el San Marcos (1410) de Or San Michele y el San Jorge posterior para idéntico lugar , en la desnudez del complejo David en bronce o en los putti o amorcillos de herencia por completo clásica que aparecen en los relieves realizados para la Cantoría de Florencia Donatello además va a emplear la técnica del schiacciato en sus composiciones en relieve. Sin embargo, la genialidad de este maestro radica, no en el modelo empleado, sino en la capacidad que poseerá para llegar al retrato psicológico, único, individual, de sus personajes, por medio de la expresión (ejecutada con una maestría técnica insuperable) del sentimiento.

La preocupación por la representación de la figura humana en todas sus dimensiones, edades y actitudes se puede ver reflejada a lo largo de su evolución, siendo particularmente peculiar en su obra la oscilación existente entre sus primeras obras de corte clasicista y las últimas, de carácter mucho más expresionista (en ocasiones llega incluso a dejarlas inacabadas, uniéndose este hecho a la suma de elementos en común que ha dado pie a una comparación entre su obra y la de Miguel Ángel posteriormente).

Responsable de una de las primeras estatuas ecuestres del Renacimiento, deudora en su tipología de modelos clásicos romanos asimismo, el dramatismo que refleja la actitud y el rostro del personaje en cuestión (el Gattamelata o "Gata Melosa") es una muestra de la corriente trágica por la que discurrirá su producción última (y de la que será ejemplo su Mª Magdalena del Baptisterio de Florencia). Además, Donatello no elude la representación de la vejez o la fealdad, consustanciales ambas al individuo, llegando a producir estatuas que superan cualquier ideal propuesto con anterioridad, caso de su magnífico Profeta Hababuc, también llamado el Zuccone ("el calvo").

sábado, 7 de marzo de 2015

Sepulcro del Cardenal Brancacci.


Nos encontramos ante una obra escultórica renacentista, perteneciente al Quattrocento italiano, en la que se combinan la escultura de bulto redondo con alto, bajo y medio relieve. La obra compone un conjunto escultórico, tratándose de un sepulcro.

Donatello-Michelozzo. Sepulcro del cardenal Rinaldo
 Brancacci
(1427-1428). Mármol. Iglesia de Sant´Angelo
a Nilo, Nápoles.

jueves, 2 de mayo de 2013

Magdalena penitente.

El año 1453 fue cuando Donatello regresó a su ciudad natal de Florencia y cuando recibió el encargo, de una imagen de María Magdalena penitente, se cree que para el baptisterio de San Juan de Santa María del Fiore que se encuentra en el Museo dell’ Opera del Duomo desde el año 1972.
Se inspiró en la La leyenda dorada de Jacobo de Vorágine, donde narra el retiro de María Magdalena, para conseguir la redención de sus pecados.
Anteriormente había ya mostrado Donatello, un gran expresionismo con el San Juan Bautista de madera, realizado para Venecia, aunque es en esta etapa florentina de sus últimos años donde mejor y con más intensidad lo muestra en el San Juan Bautista de bronce realizado para Siena y especialmente en esta escultura de María Magdalena penitente, cuyo expresionismo se puede comparar a las versiones barrocas de este mismo tema.
realizada en madera policromada, demacrada por el sufrimiento, vestida con una prenda de piel y con una larga cabellera cubriéndole el cuerpo, se encuentra de pie, con las manos extremadamente delgadas como en posición de oración, la expresión de su rostro revela el dolor y sufrimiento por el que ha pasado, con los ojos hundidos y una dentadura que se aprecia mellada a través de su boca entreabierta, extrema delgadez que también se aprecia en los brazos y piernas, donde se marcan los músculos anatómicos perfectos.

http://misgrandesobrasdearte.blogspot.com.es/2012/03/211maria-magdalena-penitente-1453-de.html

http://www.slideshare.net/quicezha/la-magdalena-penitente-de-donatello-10194444

jueves, 25 de abril de 2013

David de Donatello


El David es una escultura de bronce de 158 cm de altura, obra del escultor italiano Donatello. La obra fue realizada en torno a 1440 (o a 1430 según algunos expertos) por encargo de Cosme de Médici, que quería situarla en los jardines de su palacio de Florencia. Actualmente se encuentra en el Bargello. Es una obra representativa del quattrocento italiano y tiene un aire inequívocamente clásico debido a su desnudez y a su composición claramente praxiteliana. Por eso, aunque se trata de un tema bíblico, en este adolescente frágil y audaz se reconoce inmediatamente a un héroe de la Antigüedad clásica.

A principios del quattrocento, Donatello descubrió la representación heroica de la adolescencia, que más tarde exaltarían los humanistas, en el sentido de una conciencia nueva de la dignidad y la excelencia del hombre. En su madurez artística, la actividad de Donatello fue innovadora y experimental, es cuando realizó el David y más tarde el grupo también en bronce de Judith y Holofernes, cuando ya tenía sesenta años; en estas obras realizó una búsqueda de los efectos pictóricos que posee el material del bronce, con la posibilidad que le permitían sus pátinas. Hay una cierta relación simbólica entre David y Judith, y Goliat y Holofernes: David, como Judit, representan la pasión controlada, mientras que Goliat, como Holofernes, representan la pasión desbocada.
Donatello interpretó este tema bíblico (tomado del Primer libro de Samuel) como un desnudo clásico. De hecho, fue el primer desnudo integral, de bulto redondo, que apareció en la escultura renacentista. Se trata de un desnudo ponderado, natural, pero muy expresivo debido a la firmeza de las líneas compositivas generales. Se relata la victoria de David sobre Goliat, un gigante filisteo. Donatello muestra un David adolescente, desnudo, con el pie sobre la cabeza de Goliat, que acaba de cortar con la propia espada de su enemigo y que David aún la sujeta en su mano derecha. Con la otra mano sostiene la piedra con la que hirió a Goliat. Tiene la expresión serena y cubre su cabeza con sombrero de paja típico de la Toscana del que caen las guedejas del pelo; lleva también una corona de hojas de amaranto, en clara alusión al heroísmo griego, y sus pies están calzados con unas botas. En la cabeza de Goliat se encuentra un yelmo trabajado al detalle con relieves historiados y adornos vegetales típicos del primer Renacimiento (llamados «in candelieri»), y donde está representado un bajorrelieve de una carroza alada por putti.


San Jorge de Donatello

Donatello.San Jorge (1415-1417).

Hecho en mármol, 209 cm. Se encuentra en el Museo Nazionale del Bargello, Florencia, donde se trasladó en 1892, colocándose en Or San Michele una copia en bronce.


Vasari elogia la potencia expresiva de la cabeza y la postura marcial de la imagen, que revela belleza, juventud, valor militar, una vivacidad orgullosamente terrible y una maravillosa actitud de movimiento dentro de la armadura. A decir verdad, en ninguna figura moderna se ha visto tanta vivacidad y realismo en mármol, como la Naturaleza y el Arte pusieron en ésta por mano de Donato.

En el basamento del nicho que encierra esta figura dispuso un bajorrelieve en mármol que representa a San Jorge combatiendo el dragón; el caballo es muy estimado.
Santo enérgico, para los espaderos y fabricantes de armaduras, que concluye en 1417.


La vitalidad que desprende esta imagen resultó tan original a los florentinos como las novedades técnicas que incorpora al relieve de la Muerte del dragón situado bajo sus pies.No en vano, Donatello simultaneaba aquí por vez primera la perspectiva lineal con el schiacciato, consistente en graduar la composición mediante una sucesión de planos aplastados, que prestan efecto pictórico al conjunto.