martes, 12 de marzo de 2013

La Anunciación de Simone Martini

 http://cv.uoc.edu/~04_999_01_u07/percepcions/anunciaciomartini.gif

La Anunciación trata de un tríptico pintado mediante la técnica del temple hacia la segunda etapa de la pintura gótica tambien conocido como Trecento con un estilo italo-gótico.
Fue realizada por Simone Martini con la colaboración de Lippo Memmi,se desconoce la parte de la obra que realizó cada uno.
Está considerada una de las obras maestras de la pintura gótica y una de las pinturas más influyentes del artista.
Fue pintada para la capilla de San Ansano en la Catedral de Siena, pero actualmente esta obra se exhibe actualmente en la Galeria degli Uffizi debido al mandato del Gran Duque Pedro Leopoldo de transportar a Florencia en 1799.
 Utiliza como soporte la tabla la cual posee tres partes diferenciadas encasilladas formando un tríptico. En la parte central y más importante, mucho más alta que las laterales, se encuentra representada La Anunciación mientras que en los compartimentos laterales están representados San Ansano y Santa Margarita entre otras figuras que aparecen como los profetas Jeremías, Ezequiel...
 
 El material utilizado en esta obra por Simone Martini es el temple realizado con clara de huevo o cola como aglutinante y un pincel pequeño que crea una pincelada ligera.
La Anunciación, trata el tema religioso de la aparición del Arcángel Gabriel a la Virgen, anunciándole que será madre de Dios. La expresión de la Virgen muestra un gesto de sorpresa, ya que no cree lo que la están comunicando.

La composición, está basada en la forma ya que los esquemas están expresados mediante las figuras.
En el dibujo se muestra el dinamismo y las emociones por lo que muestra una mayor realidad. La línea que se percibe en la obra, es muy fina y precisa, y sigue en todas las figuras un trazado curvo y en forma de "S" creando una mayor sensación de movimiento y volúmen, es decir, de realidad en cuerpos, ropajes, colores...

Observamos como color predominante en la obra, el oro el cual esta utilizado en toda la obra como primera capa, sobre el se pintan los demás colores. El oro gótico es el símbolo de la luz pura, la que está en contacto con lo divino, por eso el oro rodea la imagen de la virgen, ángeles y santos. Son seres alcanzados por la gracia divina. Cuanto más luminoso fuese un cuerpo, o lo que es lo mismo, cuanto más dorado, más se acercaría a lo divino. Los colores restantes son los conocidos como primarios como el azul, rojo...
La luz es resultado de la utilización de formas y colores, en esta obra la luminosidad es creada por el color oro el cual crea también un sentido de espiritualidad y riqueza.

Por último analizamos la perspectiva de la que en esta obra percibimos pequeños puntos de segundo plano como en el florero central, las alas del ángel o el trono de la Virgen... Pero presciende de la profundidad puede ser debido al tratarse de un encargo para la capilla de San Ansano por lo que prefirieron los modelos tradicionales.
 

Catedral de Amiens


 
Junto con la catedral de Chartres constituye la culminación del estilo gótico. Iniciadas las obras en el año 1220, se concluyen en el 1269, pocos años ciertamente para una obra de tal envergadura. La iniciativa corre a cargo de varios obispos de la ciudad y también conocemos el nombre de los arquitectos que trabajaron, sobresaliendo por sus aportaciones Robert de Luzarches.

Las laminas reproducen la planta, una vista interior de la nave central y parte del exterior. Mediante el análisis de las mismas descubriremos las características básicas de la arquitectura gótica.

La catedral se diseñó con una planta en forma de cruz latina, una nave lateral más baja, un transepto de tres naves bajo y un gran coro que incluye incluso cinco naves.
 

 El deambulatorio está rodeado de siete capillas radiales o absidiolos; la central, se asemeja por su arquitectura a la Santa-Capilla de París, de la que es coetánea. La elevación de la nave es tripartita: grandes soportales, triforio muy decorado con vanos triples. Los pilares que soportan los soportales son de sección circular, con cuatro columnillas adosadas. Las bóvedas de ojivas están sustentadas por columnas. Posee contrafuertes exteriores terminados en pináculos que sostienen la estructura mediante arbotantes.

 Las torres de la fachada no están rematadas. Aunque no se conservan vidrieras en el cuerpo de naves, la luz contribuye a la desmaterialización del espacio; Se cubre toda ella, salvo el crucero, con bóveda de crucería simple; de tramos oblongos en la nave mayor longitudinal y en la nave mayor del transepto; y de tramos cuadrados en las naves laterales; la girola o deambulatorio se cubre con tramos trapezoidales.

El crucero, que no está rematado por un cimborrio, se construyó al mismo tiempo que la cabecera. Se cubre con bóvedas de crucería estrellada (con ligaduras y terceletes).
Los arquitectos que trabajaron en la construcción son, en primer lugar, Robert de Luzarches, luego Thomas de Cormont y, finalmente, su hijo Renault de Cormont. La catedral de Amiens es importante por el desarrollo de la racionalización de la obra y el tallado en serie de las piedras. Se dice que los arquitectos habrían venido de París y que se habrían inspirado en Reims.

 http://www.miguelgual.com/lasimagenes/comentarios/35Gotico/amiens.htm
 http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=8461

El descendimiento de Cristo y Quinta Angustia de María



Realizada en óleo sobre madera se trata de la tabla central de un tríptico del que hemos perdido las tablas laterales. El tema elegido es el del descendimiento de Cristo de la cruz y para ello aparece en el centro de la escena la cruz, ya vacía, de la que descuelgan el cuerpo muerto de Jesús sostenido por la figura de un joven encaramado en una escalera detrás de la cruz y dos hombres de mayor edad que identificamos con José de Arimatea y Nicodemo. A Ambos lados se distribuyen el resto de figuras masculinas y femeninas. En el centro de la tabla también tumbada, recreando el movimiento del cuerpo de Jesús, aparece la Virgen, desfallecida por el intenso dolor de la visión del Hijo muerto, sostenida por San Juan Evangelista y una de las Santas mujeres. Tras estas figuras se observa la de otra mujer que llora de manera desconsolada. Mientras, en el otro extremo del cuadro, María Magdalena entrecruza los brazos mientras que detrás de ella un hombre sostiene un tarro, posiblemente con ungüentos, para embalsamar el cadáver de Cristo.
Las figuras, diez en total, se disponen de manera yuxtapuestas sobre un fondo dorado como si fuese un relieve escultórico continuo. Se trata de una composición cerrada, delimitada por las figuras de los extremos, destacando en la composición las líneas oblicuas de los cuerpos de Cristo y María en torno a las cuales se organizan el resto de figuras de la escena.

La técnica mostrada por el autor es minuciosa en el dibujo con finas líneas que delimitan las formas y una riqueza cromática realmente excepcional. donde predominan el rojo de la túnica de san Juan, el verde de una de las mujeres y el azul de la Virgen así como la riqueza en el estofado de oro que decora el manto de Nicodemo. Las ropas son abundantes, cayendo en forma de plegados quebrados tan característicos de la escuela y que crean efectos de claroscuro de gran belleza.

Wan der Weyden opta en esta tabla por representar un tema religioso muy del gusto gótico: el descendimiento de Cristo de la cruz y la Quinta Angustia de la Virgen María. Para ello Van der Weydem ha querido centrarse en el dolor que provoca la escena prescindiendo de detalles supérfulos que puedan distraer la atención del espectador.Tan sólo unos elementos vegetales formados por hierbas  sitúan la escena en un espacio real. Así mismo, aparece una calavera que podemos interpretar como una alusión al monte Colgota, el cráneo de Adán sobre el que la sangre de Cristo cae y  redime a la Humanidad del pecado original o bien una simple alusión a la muerte pero también a la esperanza en la resurrección presente en una flores que brotan junto a ella. Sin más elementos de paisaje, el pintor dispone las figuras sobre un fondo dorado, también muy del gusto gótico, y en ellas representa todo un repertorio de gestos y actitudes que muestran las distintas formas de manifestación del dolor humano; desde el más extremo que lleva a María a desmayarse, el llanto desgarrado o el dolor más contenido.En su deseo por dotar del máximo realismo y patetismo a la Obra, el autor utiliza una gama diferencia en las encarnaduras, esto es, en la representación de la piel desde el color macilento del cuerpo cadavérico de Cristo a la palidez de María o a los rostros rojos congestionados por el llanto de San juan o la mujer que llora detrás de él. Todo en la Obra transmite dolor y tristeza, sentimientos muy humanos y próximos al espectador; características que diferencian el lenguaje e intencionalidad del arte gótico frente al simbolismo del románico.

La Obra estuvo expuesta en la iglesia de Lovaina hasta que la regente de los Países Bajos y tía de Carlos V, María de Hungría, la adquirió para, unos años más tarde, ser adquirida a su vez por Felipe II y traída a España. Concretamente estuvo en el monasterio del Escorial  hasta su traslado definitivo al Museo del Prado donde se expone en la actualidad. Se trata se duda de una de las mejores obras no sólo de Wan der Weydem sino de la escuela flamenca del siglo XV.