Mostrando entradas con la etiqueta Arte islámico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Arte islámico. Mostrar todas las entradas

domingo, 13 de diciembre de 2015

Sunaif. Salón Rico de Abderramán III (953-957)





Nos encontramos ante una obra arquitectónica del arte islámico, para ser más exactos, estamos ante el Sunaif que se sitúa en el Salón Rico de Abderramán III que encontramos en la ciudad palatina de Madinat al - Zahra y podemos datar hacia los años 953 - 957. 
El denominado como salón de Abd al-Rahman III, salón oriental o simplemente salón rico constituye la parte más valiosa de todo el conjunto arqueológico, tanto por su calidad artística, como por su importancia histórica, siendo considerado sin discusión alguna el auténtico símbolo y emblema de todo el conjunto califal de Madinat Al-Zahra.
Nadie pone en duda en la actualidad que este salón era el eje central del recinto palaciego, considerado por unanimidad entre los especialistas como el salón de las grandes ceremonias palatinas, fiestas, ceremonias, recepción de embajadores extranjeros y salón del trono, por eso, no debe extrañarnos la suntuosidad y riqueza de su decoración, de la que ha derivado el apelativo de salón rico. Abd al-Rahman III, amante del boato cortesano, gustaba de impresionar a sus visitantes, a los que generalmente recibía aquí, por eso el lujo y el virtuosismo del arte califal alcanzan su punto culminante en estas habitaciones.
La construcción del salón duró tan solo tres años, tal y como los investigadores han podido averiguar por las inscripciones epigráficas aparecidas en las basas y pilastras de su interior, que nos dan una cronología que va del año 953 al año 957. Por otro lado, la brevedad cronológica y la efímera vida de Madinat Al-Zahra nos aseguran no obstante estar ante la presencia de un conjunto decorativo y arquitectónico muy unitario, lo que nos permite admirar en este salón, sin añadidos posteriores, el arte califal omeya del reinado de Abd al-Rahman III en todo su esplendor.
El salón rico no es propiamente un único espacio diáfano, tal y como su denominación nos puede llevar a creer, sino que en realidad se trata de un conjunto de espacios y salas compartimentadas, formando todas ellas en conjunto la morfología de un único salón dividido por arcadas. Estructuralmente, la sala tiene planta basilical de tres naves longitudinales con otra transversal en su entrada que hace las veces de pórtico, con unas medidas exteriores de 38 × 28 metros. Las cabeceras de estas tres naves longitudinales aparecen rematadas por arcos ciegos de herradura, en uno de los cuales, el central, se supone que estaría situado el trono desde donde el califa dirigía el ceremonial palatino. El eje central del conjunto es la nave central longitudinal, separada de las restantes naves laterales por un conjunto de seis arcadas de herradura a ambos lados, mientras que de la transversal, se separa por tres arcos también de herradura. Junto a estas tres naves centrales y en paralelo, flanqueando ambos lados, se sitúan dos naves exteriores divididas en tres cámaras de desigual tamaño.
Si en algo destaca el salón rico, como ya hemos dicho anteriormente, es por su fastuosa decoración. En primer lugar hay que destacar el constante uso del arco de herradura califal con policromía bicolor y con la tan característica alternación de dovelas en rojizo y en tonos carne provenientes de la piedra arenosa original destinada a la construcción, muy semejantes a las existentes en la mezquita (actual catedral) de Córdoba. Los arcos están sostenidos a su vez por columnas de mármol de primerísima calidad que alternan los tonos rosados con los azules claros, produciéndose de este modo un curioso juego de colores. Los fustes de las columnas aparecen rematados por los característicos capiteles de avispero.
El resto de la superficie de la pared se recubría íntegramente con finos paneles decorativos tallados en mármol. El tema elegido para los paneles tenía un alto simbolismo cosmológico, algo muy en concordancia con la techumbre de madera que recubría la estancia, donde estaban representadas las estrellas en una clara alusión al firmamento. El motivo labrado en los paneles representaba el árbol de la vida, un motivo exportado desde el viejo oriente. Los tableros eran ejecutados de manera simétrica sobre un eje. Por otra parte, el relieve cortado verticalmente le proporcionaba a la decoración una calidad gráfica abstracta, mientras que la decoración interna, cortada también de manera dura, estaba constituida por facetas y cogollos de hojas, así como cálices de flores, que son motivos muy típicos del arte hispano-omeyA.

PLANTA DEL SALÓN RICO:                                         EXTERIOR DEL SALÓN:







Por último, dejo un breve documental sobre la historia Medina Azahara:







lunes, 15 de diciembre de 2014

Mirador de Daraxa

Nos encontramos ante una obra arquitectónica de Arte Nazarí. En ella podemos ver un mirador, concretamente el mirador de Daraxa, en la Alhambra de Granada.

El interior del mirador es una salita rectangular, con dos arcos laterales y uno doble frente a la entrada que mira al Patio de Daraxa, que fue cerrado por las Habitaciones de Carlos V. Sobre los ventanales se encuentran unos arcos apuntados de mocárabes, en cuyos paños aparecen inscripciones caligráficas.

Desde la Sala de las Dos Hermanas entramos al mirador por un gran arco apuntado de mocárabes, en el cuyo intrados encontramos una decoración geométrica muy perfeccionada que simula a las estalactitas de una cueva, junto con un zócalo de azulejos de color negro, blanco y amarillo, bellísimo por su finura a la hora de realizar el complicado motivo que exhibe. El suelo también es de azulejos, aunque estos se encuentran muy deteriorados. Los arcos están proyectados sobre unos alfices cuyas albanedas parecen tener decoración de motivos geométricos. Una falsa cubierta con cristales de variados colores, verdadera joya documental, culmina la parte superior de la estancia, probablemente el espacio con un carácter más áulico del Palacio de los Leones.
 
La muralla de la Alhambra, la "roja", construida con la arcilla roja de la colina donde se asienta, destaca sobre las montañas de Sierra Nevada. La alcazaba es un recinto amurallado en forma de navío cuya proa se orienta a la ciudad. De acuerdo con la mentalidad islámica, los más de dos km. de muros exteriores, con torreones salpicados de pequeños vanos y reforzados por unas treinta torres, ofrecen una visión severa y sobria que nada tiene que ver con el espléndido interior que ocultan.

Los edificios hispano musulmanes no daban mayor importancia a los aspectos estructurales. La Alhambra parece la materialización de la creencia musulmana de que el paraíso es un jardín. En ella la arquitectura da paso a la naturaleza estableciendo transiciones sutiles y suaves: pórticos abiertos, torres miradores, patios... La vegetación y el agua  interrelacionan los diferentes recintos y les dan una unidad.

La Alhambra se divide en tres partes fundamentales: la Alcazaba, que es la zona porticada, cuya forma simula a la proa de un barco, está en el extremo mismo de este complejo y servía para la defensa de la ciudad ante los ataques enemigos. La segunda parte son los palacios nazaríes, con dos cuartos, o palacios fundamentales, el cuarto de Comares y el cuarto de los Leones.

El cuarto de Comares fue mandado a construir por Yusuf I. El Cuarto o Palacio de Comares constituía la residencia oficial del monarca, y está compuesto por un conjunto de dependencias agrupadas en torno al Patio de los Arrayanes, con galerías porticadas en los extremos, situándose al norte la Sala de la Barca y la Sala de los Embajadores, que ocupa el interior de la Torre de Comares, desde donde se domina el valle del Darro. Yusuf I quiso que la decoración de su residencia oficial dejara maravillado al visitante, por lo que ordenó que se construyera y adornara de manera exquisita.

 

Mandado construir por Mohamed V, su planta es rectangular, y está rodeado por una galería a modo de claustro cristiano, lejos del estilo del típico patio musulmán andaluz, más parecido al que presenta el Patio de los Arrayanes, sostenido por 124 columnas de mármol blanco y fino fuste, los cuales presentan en su parte superior multitud de anillos, y sostienen capiteles cúbicos y grandes ábacos, decorados con inscripciones y ataurique. Bajo el friso de madera tallada corren arcos de yeso peraltado, menos los de los pabellones y extremos de los lados más largos de la galería, que son de mocárabes, con enjutas de decorado calado en forma de rombo. Los dos centros de los lados más largos del patio tienen arcos de medio punto mayores que el resto y poseen unas arquivoltas de mocárabes, mientras que las enjutas presentan una decoración de ataurique. Estos arcos comunican el patio con la Sala de los Abencerrajes y con la Sala de Dos Hermanas. Sobre estos arcos podemos distinguir los aposentos de las mujeres del sultán.

El nombre procede de los doce leones surtidores de la fuente que ocupa el centro del patio, leones sobre los que descansa la gran taza de forma dodecagonal y que la rodean. Esta fuente, de mármol blanco, es una de las más importantes muestras de la escultura musulmana. El centro del patio era de jardín bajo y el suelo de las galerías de mármol blanco. Presenta unos canales de mármol blanco que parten del interior de los pabellones y bajo los cenadores, que confluyen en la fuente central en forma de cruz. En los extremos de los canales existen unos surtidores que proveen de agua a la fuente central.


Por último se encuentra la Medina. La ciudadela contaba con varios baños públicos, hornos, talleres, silos y cisternas y como no, las casas de los altos funcionarios, de los empleados y de los sirvientes de la corte. A consecuencia de la guerra de la Independencia, los edificios quedaron en ruinas, y parte de la muralla y sus torres tuvieron que ser reconstruidas casi por entero. Al salir de los Palacios Nazaríes, están los Jardines del Partal, con la famosa Torre de las Damas y un enorme estanque.
Madinat al-Zahra 





Madinat al-Zahra es una ciudad islámica de 112 ha de superficie. Fue mandada construir por el primer califa de al-Andalus, Abd al-Rahman III en el año 936 ó 940, como regalo a su esposa favorita, Azahara. Como residencia personal y sede del gobierno, la zona palaciega albergaba las viviendas de los dignatarios más importantes y el conjunto de los órganos administrativos del Estado, que fueron trasladados desde Córdoba. Durante los reinados de Abd al-Rahman III y al-Hakam II, la ciudad se convirtió en la capital de al-Andalus y por sus salones desfilaron los embajadores procedentes de los países mediterráneos y de la actual Centroeuropa.
Se dispone la ciudad en tres terrazas rodeadas por una muralla, de las cuales el Alcazar se situaba en las dos más altas y el resto de estancias, viviendas y la mezquita, en la inferior. Abd al-Rahman no escatimó en materiales para lograr el efecto buscado: la insignia del poderoso reino que gobernaba. Ricos mármoles violáceos y rojos, oro y piedras preciosas, además del cuidado trabajo artesanal de los mejores canteros y las legendarias contribuciones bizatinas.
Parte del alcázar tenía carácter público y era donde se sucedían las visitas oficiales. En la parte más alta se sitúa el Salón Alto, dispuesto en cinco naves con arcadas. Más abajo se encuentra el Salón Rico. La estancia se divide en tres naves con arcos de mármol rojo y azulado, siendo las laterales ciegas y abierta la central. La decoración de ataurique (motivos vegetales labrados) y la riqueza e los materiales han configurado el nombre del engalanado recinto, completado con baños y abierto al Jardín Alto, de gran hermosura. Se desarrolla este jardín en cuatro zonas, quedando el punto de intersección ocupado por un pabellón y cuatro albercas. Una de éstas, la enfrentada al Salón Rico ha pasado a la leyenda por cobijar en su interior mercurio y bañar el grandioso recinto con destellos de mil colores.
Otras de las estancias que destacan son: la mezquita Aljama, orientada hacia La Meca. Consta de un patio porticado en tres de sus lados y una sala de oración de cinco naves longitudinales separadas por arquerías perpendiculares al muro de quibla.
El patio de los pilares, se trata de uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes del palacio. No se conoce con precisión cuál fue la función y el uso al que estuvo destinado este conjunto, aunque su posición central en el sector privado del palacio, próximo a las residencias califales, parece indicar un carácter residencial. Se organiza en torno a un gran patio rodeado de pilares cuadrados. 
Salón de Abd al-Rahman III, identificado con uno de los grandes salones de recepción existentes en la ciudad, el llamado Salón Oriental, este edificio fue el marco arquitectónico destinado a la celebración de recepciones políticas por parte del califa.

El recinto sufrió grandes destrozos a través de las sucesivas guerras que asolaron Al-Andalus a principios del siglo XI, transformando en ruinas Madinat al-Zahra. El esfuerzo por crear una ciudad ideal tan sólo duró setenta años, efímera vida para la que fuera "la favorita" del primer califa.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Generalife

El islam nace en Arabia en el S.VI, tiene una religión monoteista y revelada en el 610 al profeta Mahoma, el cual se reveló como Alá. Esta religión se difundió en poco más de un siglo por todo el Próximo Oriente y Mediterráneo oriental. Los musulmanes fueron muy tolerantes siempre con sus pueblos conquistados, es más, aprendían de ellos, lo que da lugar a un arte mezcla de culturas diferentes.

Tras la conquista de Hispania en el 711, estuvieron en nuestro país ocho siglos, en el territorio llamado Al-Andalus, en continua lucha con los cristianos del norte, y nos dejaron bellísimos edificios, muy decorados y de aspecto riquísimo, hecho con materiales pobres y baratos en su mayoría.

En el arte Nazarí se realizó un gran palacio ciudad, la Alhambra, (Castillo Rojo; llamada así por el color rojizo de sus murallas) colocada encima del cerro de la Sabika.
La Alambra tiene tres partes diferenciadas ( La Alcazaba o zona defensiva y militar, la parte oficial y la parte privada) y fue construida a lo largo de un siglo aproximadamente (1238-1369) por cinco reyes.

El segundo, Mohammad II (1273- 1302) hace el Generalife, el cual apreciamos en esta imagen.


Observamos un gran patio rectangular con una fuente central, también rectangular, rodeada de bellas plantas aromáticas, dando así a ver su unión de naturaleza y arquitectura, esta unión se debe a que los musulmanes venían de tierras desérticas sin apenas plantas y cuando llegan aquí y ven la gran riqueza natural, con tantas plantas preciosas y la abundancia de agua se enamoran de ella.

Alrededor de este patio se encuentran las habitaciones del Palacio del Generalife; en esta imagen podemos observar la entrada a dos de ellas, con un pórtico de columnas cortas y delgadas con capitel de ataurique sujetando un gran arco de medio punto en el centro y otros cuatro arcos peraltados, dos a cada lado, encima de estos arcos encontramos los paños de sebka y más arriba en el filo del techo unas decoraciones gráficas en árabe, (posiblemente fragmentos del Corán, su libro sagrado). Detrás de este pórtico encontramos otro pórtico de columnas también delgadas y cortas, pero con capiteles de mocárabe, en este pórtico encontramos que las columnas sujetan tres arcos; el arco central es peraltado y los laterales son de medio punto, encima de este pórtico encontramos otros arcos peraltados más pequeños decorados en su interior con cerámicas vidriadas (invención musulmana) y en su exterior por decoraciones gráficas, a los lados de este pórtico encontramos dos puertas de madera que llevan a habitaciones privadas y detrás del pórtico hay un pasillo y otra puerta que da al exterior.

La arquitectura privada está totalmente decorada sin excepción de ningún hueco, esto es debido al “horror vacui”, miedo al vacío, a no dejar nada sin decorar.

domingo, 9 de febrero de 2014

Mihrab de la Mezquita de Córdoba




Se trata de una obra perteneciente al arte islámico. Se encuentra en la Mezquita de Córdoba, obra de marmolería  labrada por Bedr, Nasr, Fatah y Taric, concluida en el año 965, y decorada en el año 966 con mosaicos bizantinos, en la etapa del califa al-Hakam II. Las cuatro columnas que embocan el arco de herradura proceden del anterior mihrab de Abd al-Rahman II.

El mihrab es un nicho o hornacina, una pequeña habitación, que marca en las mezquitas el sitio donde tienen que mirar los que oran. El mihrab se encuentra en el muro de la quibla, orientado hacia La Meca.

La característica hornacina labrada en el muro de la quibla para hacer de mihrab toma en la Mezquita de Córdoba forma de octógono cubierto por una pequeña cúpula en forma de concha, sujetada con seis arcos polilobulados. Al mihrab se accede a través de un gran arco de herradura con su correspondiente alfiz, sobre el que se observan una serie de arcos polilobulados que encuadran una decoración vegetal, realizada en mosaico sobre fondo de oro. El alfiz y la serie de arcos tienen entre sí una amplia franja con inscripciones en letras cúficas, donde se pueden leer citas tomadas del Corán. Las jambas del arco de herradura se revisten de dos grandes losas de mármol decoradas con ataurique. Para la realización del programa decorativo, se hizo venir de Constantinopla un grupo de expertos artesanos. Ante el mihrab encontramos una de las características cúpulas califales que decoran la maksura de la mezquita.


miércoles, 5 de febrero de 2014




Nos encontramos ante una obra arquitectónica procedente del arte islámico. Podemos observar como destacan en la parte frontal los abanicos de arcos polilobulados entrecruzados o también llamados mixtilíneos que nos permiten ver con una iluminación buena y una decoración extraordinariamente increíble. Estos arcos mixtilíneos están sustentados por unas columnas de fustes lisos con capiteles encintados o almohades y también se prolongan unas columnas más pequeñas adosadas a los arcos con fustes lisos y capitel califal cordobés ( técnica del trepanado). Los arcos tienen una decoración ataurique en las dovelas y en las molduras de los propios arcos. Estas columnas destacaban por colores como el rosa y el azul. Las columnas están hechas de materiales como el mármol jaspeado y el alabastro, que semejan un bosque de palmeras.
Detrás de los arcos podemos observar como el mirhab tiene una decoración bastante lujosa y de gran valor aunque esté un poco deteriorada por el paso de los años pero se conserva bastante bien. Vemos como tiene un doble alfiz y albanegas. Su decoración anicónica combina todo el repertorio: ataurique, lacería y caligrafía, con profusión de arquillos polilobulados en la parte superior. En la maqsura es donde se repite la fórmula triplicada y acotada mediante abanicos de arcos polilobulados.

Fue encargada a hacer por Al-Hakam II a su chabelán Chafar, el 17 de octubre del año 961.
Lo más importe a destacar en el mirhab es que esta concebido en forma de habitación por primera vez en toda la historia del arte islámico, ya que hasta entonces se reducía a una sencilla hornacina que se correspondía con el nicho de las luces que el Corán mencionaba en sus escrituras como símbolo de la presencia divina en el corazón. Por último esta capilla se encuentra situada en la zona donde esta el mirhab y la maqsura dentro de la mezquita de Córdoba  .



viernes, 22 de febrero de 2013

Mihrab de la Mezquita de Córdoba


Definición de mihrab:
Mihrab palabra  árabe con que se designa un nicho u hornacina. Refiere al pequeño espacio interno precedido por un arco (normalmente de medio punto) o a veces, como en la Mezquita de Córdoba, una pequeña habitación, que marca en las mezquitas el sitio donde han de mirar los que oran. El mihrab está en el muro de la quibla el cual está orientado normalmente hacia La Meca. Se le considera el Sancta sanctorum de la mezquita.

Comentario:
Fue elaborado por  Chafar. La obra de marmolería fue elaborada por los tallistas Bedr, Nasr, Fatah y Taric, concluyéndose en el 965.
Posteriormente se procedio a decorarlo con mosaicos terminandose esta labor en el 966. Las cuatro columnas embocan el arco de herradura proceden del anterior mihrab de Abd al-Rahman II.
Se encuentra en la mezquita catedral de Córdoba
Además el alfiz que lo bordea esta cubierto por letra Nasjí. Las dovelas con policromía variada tienen decoraciones con temas vegetales.


La característica hornacina labrada en el muro de la quibla para hacer de mihrab toma en la Mezquita de Córdoba forma de octógono cubierto por una pequeña cúpula en forma de concha, sujetada con seis arcos polilobulados.  Las jambas del arco de herradura se revisten de dos grandes losas de mármol decoradas con ataurique. Para la realización del programa decorativo, se hizo venir de Constantinopla un grupo de expertos artesanos. Ante el mihrab encontramos una de las características cúpulas califales que decoran la maksura de la mezquita.

Contexto histórico: " La mezquita de Córdoba" dentro del punto 2 (Arte califal) del tema 7.

paginas relacionadas:



miércoles, 13 de febrero de 2013

Capilla de Villaviciosa





La capilla de Villaviciosa fue la primitiva Capilla Mayor de la Mezquita Catedral de Córdoba y fue levantada en el lucernario de Alhakén II entre los años 1257 y 1274.

Fue transformada a finales del siglo XV, convirtiéndose entonces en una nave con arcos apuntados de cantería y moldura gótica, cubierta a dos aguas y arcos formeros de medio punto. Nos encontramos ante el único ejemplo en Córdoba donde se utilizó una techumbre de madera sobre arcos diafragmas; de ahí el interés por su análisis, aunque también reside en el ajuste de una concepción arquitectónica del gótico tardío a las formas musulmanas previamente existentes, magistralmente realizado. Esta techumbre es la única de este tipo existente en Córdoba y se debió realizar a finales del XV. En esta época ya habían llegado a Córdoba las bóvedas estrelladas, que constituían la cubierta más frecuente en aquel entonces; por tal motivo, la techumbre de la nave de Villaviciosa es una excepción en la ciudad. Su construcción pudo estar condicionada por la cubrición de las naves musulmanas con techumbres de madera. En cuanto a los antecedentes, hay que señalar que se venía utilizando comúnmente desde mucho tiempo antes, en numerosas iglesias gallegas y catalanas, de forma que se extendió por toda la Península.

Mientras que en uno de sus lados se respetaron los arcos de herradura de la mezquita, con sus respectivas columnas, en el lado opuesto se hicieron arcos sobre anchas pilas de ángulos redondeados, como si se hubiera embutido una columna en cada uno de ellos, por lo que resultan semejantes a las del claustro de San Jerónimo, construido a fines del XV y principios del XVI.

Las ventanas son abocinadas y lucen vidrieras neogóticas. A los pies tiene un rosetón de tracería gótica. El lucernario fue profundamente restaurado por Ricardo Velázquez Bosco a comienzos del siglo XX, momento en el que fueron trasladadas a este lugar muchas de las laudas sepulcrales que contiene, mereciendo destacarse la del obispo Alonso Manrique, que luce su escudo episcopal entre motivos ornamentales mudéjares. La Capilla de Villaviciosa fue el lugar de cumplimiento de todas las obligaciones y devociones hasta 1607, en que todas fueron trasladadas a la nueva Capilla Mayor. Desde 1607 se dedicó al culto y honra de Nuestra Señora de Villaviciosa, cuya imágen, correspondiente al siglo XIV, se veneró aquí desde entonces.

La bóveda que cubre la capilla se levanta sobre una planta rectangular. Los huecos o lucernas surgieron en la línea de arranque de los arcos . Y mientras cuatro de éstos unen los puntos medios de los flancos, concretando el dibujo de un cuadro, otros cuatro, que se unen de dos en dos, se integran por los centros de los anteriores. El cuadrado del centro da lugar a un octógono por un cerco de figuras triangulares, y consigue una bóveda de doce gallones, llamados así porque traen a nuestra imaginación los gajos de una gigantesca naranja. Los cuatro ángulos de la planta cuentan con cuatro bóvedas pequeñas, inercaladas de otros gallones y estrellas que han surgido del acto creador de los arcos entrelazados. Los sillares de la capilla se hallan dispuestos a soga y tizón.

La Alcazaba (La Alhambra de Granda)

 1.- Análisis de la obra:
La arquitectura nazarí constituye el final de una época de esplendor que comenzó en la Córdoba de los Omeyas en el siglo VIII. Esta arquitectura no se vería muy influenciada por los arquitectos que desarrollaron la mezquita cordobesa, muy anterior a la Alhambra, aunque sí presenta algunos de los elementos típicos de la arquitectura andalusí, como el arco de herradura con alfiz (marco amplio cuadrado en el que se envuelve al arco), las albanegras (enjuta de arco de forma triangular), además de elementos propios como el capitel de las columnas de la Alhambra. La mayoría de los arcos interiores son falsos, no sustentan ninguna estructura, simplemente decoran, las paredes están recubiertas de cerámica o yeserías, hemosísimas y muy ricas, las cubiertas presentan armazones de madera labrados de manera exquisita, etc. 

http://www.alhambradegranada.org/es/info/introduccionartistica.asp


2.- Identificación y clasificación:
La Alhambra, denominada así por sus muros de color rojizo, está situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en el margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba.
Su posición estratégica, desde la que se domina toda la ciudad y la vega granadina, hace pensar que existían construcciones anteriores a la llegada de los musulmanes.
Se tiene constancia por primera vez de ella en el siglo IX, cuando en 889 Sawwar ben Hamduntuvo que refugiarse en la Alcazaba y repararla debido a las luchas civiles que azotaban por entonces al Califato cordobés, al que pertenecía Granada. Posteriormente, este recinto empezó a ensancharse y a poblarse, aunque no hasta lo que sería con posterioridad, ya que los primeros monarcas ziríes fijaron su residencia en lo que posteriormente sería el Albaicín. 




domingo, 10 de febrero de 2013

El Generalife de Granada.












Autor: autor anónimo
Fecha: 1273-1319
Características: 
Dirección: La Alhambra 
Lugar: Granada

El Generalife es obra del segundo sultán de la dinastía nazarí, Muhammad II (1273-1302), reformado por Ismail I en 1319. Situado al pie de una colina, denominada Cerro del Sol, se halla separado de la Alhambra por un barranco, hacia el nordeste, y aunque su visita en la actualidad queda unida a la de la Alhambra, en realidad constituye un conjunto totalmente independiente, a modo de villa o casa de campo suburbana. 


El Generalife, calificado por el romancero como huerta que par no tenía, es una finca agropecuaria, con huertas, dehesa para ganado bovino y lanar y en el centro de la misma una residencia principesca, donde el sultán goza de soledad y aislamiento y de un contacto más íntimo con la naturaleza. Simbólicamente es un jardín paradisíaco.



Es de estilo árabe nazarí y está situado en el lado septentrional de la Alhambra. En la época de su construcción, estaba situado fuera del perímetro de la Granada musulmana, y carecía de comunicación directa con la Alhambra, siendo su acceso principal el camino del Barranco Aikabia, la actual Cuesta de los Chinos, que ascendía desde el río Darro.

Está formado por un conjunto de edificaciones, patios y jardines, que lo convierten en uno de los mayores atractivos de la ciudad de Granada, y, junto con la Alhambra, en uno de los conjuntos arquitectónicos más destacables de la arquitectura civil musulmana. Desde el exterior se contemplan dos pabellones situados a norte y sur, y comunicados por un patio recorrido por el curso del agua, los dos pabellones se encuentran muy reformados.


En esta obra se unen arquitectura de ladrillo, muros enjalbegados con cal blanca, y teja, junto con la vegetación organizada en terrazas y las perspectivas exteriores, que se contemplan desde los pabellones, los pórticos y las galerías.

El conjunto más monumental es el Patio del RIAD o Patio de la Acequia, que está formado por sendos pabellones ubicados en los lados menores, y en el centro la acequia, la fuente, los surtidores y la vegetación.


Unas excavaciones recientes han descubierto la estructura original, que era similar a la de los jardines persas y a la de los almohades hispanomusulmanes: planta cruciforme, un pequeño prado con flores y pequeños árboles frutales, que no ocultaban la visión de la arquitectura.

Video: EL GENERALIFE , PALACIO Y JARDINES (GRANADA)

fuentes: http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/monumentos/1545.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Generalife
http://www.historiadelartemalaga.es/jose_miguel_morales/historia_del_jardin/?page_id=116&album=4&gallery=27


viernes, 8 de febrero de 2013

PALACIO DE LOS LEONES (ALHAMBRA DE GRANADA)

Cuando Mohamed V sucedió a su padre Yusuf I, no se limitó a terminar las reformas que éste había comenzado, sino que comenzó a construir lo que sería su gran obra, el magnífico legado que nos dejó en la Alhambra: el Palacio de los Leones. Este palacio constituía las estancias privadas de la familia real, y se construyó en el ángulo que forman los Baños y el Patio de los Arrayanes.


En este palacio el arte nazarí alcanza su máximo esplendor, en el que se alcanza una belleza de una sensibilidad y armonía incomparables, donde la luz, el agua, el colorido, la decoración exquisita, convierte a este palacio en una maravilloso placer para los sentidos, en el que se deja atrás el periodo anterior de decoraciones más abstractas y geométricas para dar paso a un estilo más naturalista, sin duda influjo de lo cristiano, acrecentado por la amistad que mantuvieron Mohamed V y Pedro I, el Cruel, por aquel entonces monarca cristiano. 

El palacio está compuesto por un patio central rodeado de galerías de columnas a modo de claustro cristiano, que permite el acceso a distintas salas: al oeste la de los Mocárabes, al este la de los Reyes, al norte la de Dos Hermanas, Ajimeces y Mirador de Daraxa y al sur la de los Abencerrajes y el Harén.

En la Alhambra, el Palacio de los Leones marca el momento culminante de su arquitectura. Como síntesis y símbolo de su riqueza decorativa y a la vez de la significación del complejo hidráulico del recinto,  se ha conservado su conocida fuente.
A su función simbólica, se une la utilitaria. Un complicado sistema de funcionamiento permitía mantener el agua en la fuente como una lámina. El cilindro central de la taza la abastecía y evacuaba a la vez, de forma que el agua nunca la desbordaba.
A pequeña escala la Fuente de los Leones es representativa de toda una concepción técnica que permitió la creación de la Alhambra; concepción heredada de tradiciones y experiencias constructivas, a lo largo de muchos siglos de dilatada y fecunda creatividad.
Muhammad V fue el inspirador de este bello palacio construido en su segundo mandato, entre 1362 y 1391, pues había sido derrocado tras apenas cinco años en el poder. Con él se alcanza la etapa de apogeo del sultanato nazarí, de cuyo desarrollo artístico en cierto modo el Palacio de los Leones supone la síntesis de todos sus estilos.
El esquema estructural del Palacio de los Leones es el mismo que el de Comares, aunque en posición transversal a él, que responde al tradicional de la vivienda hispano-musulmana, es decir, en torno a un patio central a cielo abierto que sirve de eje a la vida familiar se distribuyen las habitaciones polivalentes, con planta baja y al menos, una planta superior o algorfa.
El Patio adopta un esquema de crucero, con fuente central, del que se encuentran precedentes y consecuentes tanto en la España musulmana como en el resto del mundo islámico. La perfección proporcional y visual que añade al patio la arquería corrida en todo su perímetro, lo ha convertido en uno de los ejemplos arquitectónicos más universales y admirados.
Tal vez por ello ha venido sufriendo a lo largo del presente siglo una viva polémica, sobre si sus cuatro parterres, marcados por los brazos del crucero, estuvieron pavimentados originalmente o fueron jardines bajos, a un nivel inferior al de andenes y galerías. Existen ejemplares de ambas tipologías, que en cualquier caso no afectan a la grandiosidad y originalidad del Patio.

jueves, 7 de febrero de 2013

La aljafería de Zaragoza






La Aljafería es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de Al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo (llamado entonces «Qasr al-Surur» o Palacio de la Alegría) refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.
Su importancia radica en que es el único testimonio conservado de un gran edificio de la arquitectura islámica hispana de la época de las Taifas. De modo que, si se conserva un magnífico ejemplo del Califato de Córdoba, su Mezquita (siglo X), y otro del canto de cisne de la cultura islámica en Al-Ándalus, del siglo XIV, La Alhambra de Granada, se debe incluir en la tríada de la arquitectura hispano-musulmana La Aljafería de Zaragoza (siglo XI) como muestra de las realizaciones del arte taifa, época intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almorávides.
Las soluciones adoptadas en la ornamentación de la Aljafería, como la utilización de arcos mixtilíneos y de los salmeres en «S», la extensión del ataurique calado en grandes superficies o la esquematización y abstracción progresiva de las yeserías de carácter vegetal, influyeron decisivamente en el arte almorávide y almohade tanto del Magreb como de la península ibérica. Asimismo, la transición de la decoración hacia motivos más geométricos está en la base del arte nazarí.
Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I El Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljafería se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés. Fue utilizada como residencia regia porPedro IV el Ceremonioso y posteriormente, en la planta principal, se llevó a cabo la reforma que convirtió estas estancias en palacio de los Reyes Católicos en 1492. En 1593 experimentó otra reforma que la convertiría en fortaleza militar, primero según diseños renacentistas (que hoy se pueden observar en su entorno, foso y jardines) y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares. Sufrió reformas continuas, y grandes desperfectos, sobre todo con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX y actualmente acoge las Cortes de Aragón.
En su origen la construcción se hizo extramuros de la muralla romana, en el llano de la saría o lugar donde los musulmanes desarrollaban los alardes militares conocido como La Almozara. Con la expansión urbana a través de los años, el edificio ha quedado dentro de la ciudad. Se ha podido respetar a su alrededor un pequeño entorno ajardinado.

Zona interior de las columnas de la Mezquita de Córdoba



Los cronistas cuentan que en la Córdoba del Califato había cientos de mezquitas. La aljama o del Viernes era la mayor, convirtiéndose en el centro religioso y social de la ciudad. Allí se celebraba el culto, se enseñaban las ciencias religiosas y se celebraban los juicios. 
El primer promotor de la construcción es Abd el-Rahmán I, entre los años 784 y 833. Se establecen once naves en dirección Norte-Sur, con un patio y alminar saliente, buscando la misma relación patio-sala de oración que ya existía en la Mezquita de Damasco. Ya en este primer momento se organizan las arquerías que definen la mezquita. Tomando como fuente el romano acueducto de los Milagros de Mérida, según algunos especialistas, el arquitecto cordobés introduce una importante novedad: el empleo de dos soportes superpuestos, una columna abajo y un pilar arriba, y dos arcos: uno inferior, de herradura, y otro superior, de medio punto, que recibe la techumbre de madera. En los arcos se combina la piedra y el ladrillo, creando una llamativa bicromía.

Los elementos sustentados más habituales en el arte islámico eran las columnas , los pilares y los muros. En ocasiones utilizaban soportes de edificios antiguos. En la mezquita de Córdoba los muros son muy macizos y con pocos vanos. En la mezquita de Córdoba el muro aparece reforzado con contrafuertes . En la parte superior se remata con un almenas de influencia siria. Este elemento decorativo incrementa la apariencia exterior de fortaleza militar, existiendo un gran contraste entre la austeridad exterior y la gran decoración interior.

Los elementos sustentados son las bóvedas, los arcos y las cúpulas. Los arco en ocasiones solo funcionan como decoración y muestran una gran variedad tipodológica: arcos de medio punto, de herradura, apuntados, túmidos, lobulados, de quilla, etc. Los arcos de las puertas de acceso  de la mezquita de Córdoba son de herradura y presentan alfiz. También los hay polilobulados y entrecruzados.

El sistema aquitectónico puede ser abovedado y adintelado. En la mezquitade Córdoba encontramos los dos sistemas : adintelado en la techumbre de madera que cubre el haram y abovedado en las cúpulas que aparecen en varios espacios de la mezquita como  la maqsura y el mirab .