Mostrando entradas con la etiqueta David. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta David. Mostrar todas las entradas

martes, 15 de marzo de 2016

David de miguel Ángel.

La Obra que vamos a comentar es el famoso David, una escultura exenta realizada en mármol por Miguel Ángel Buonarroti, el artista más famoso y polifacético del Renacimiento italiano pues a su carrera de escultor, oficio con el que siempre se identificó, hay que sumarle el de arquitecto, pintor y poeta dejando innumerables Obras de Arte de cada una de estas facetas artísticas tales como la cúpula del vaticano, los frescos de la Capilla Sixtina o el proyecto de la tumba inacabada del papa Julio II de la que destacan el Moisés o las esculturas de los esclavos.




Miguel Ángel optó para esta obra por utilizar un bloque de mármol que había comenzado a ser modelado sin éxito y que se conservaba en los almacenes de la catedral. Ello condicionó a la hora de esculpir su obra al autor quien tallaba directamente del bloque sin modelado previo. El tema del joven David, quien guiado por Dios vence al gigante Goliat, soldado de los ejércitos filisteos, es uno de los más representados por la escultura del Quatrocentto y ya había sido representado con anterioridad por escultores de la talla de Donatello y Verrochio. Sin embargo, el David de Miguel Ángel en vez de ser un joven de aspecto andrógino, aquí se convierte en un gigante de mármol, impulsado por una fuerza interior que le hace estar seguro del resultado victorioso de la contienda y cuya tensión se manifiesta en todos los músculos de su anatomía (cuello, manos, rostro, etc...). Lleva la mano izquierda a la honda, que cae sobre el hombro y la espalda, mientras que el brazo derecho pende verticalmente. La cabeza se mueve también hacia la derecha, sesgadamente, ofreciendo el perfil al espectador que mira frontalmente. Una pierna, ligeramente doblada, avanza hacia delante, mientras la otra, tensa, obliga a una ligera comprensión del torso. La obra está hecha para ser vista de frente y tiende a marcar lo desmesurado de las proporciones. El artista no representa la acción, sino su impulso moral, la tensión interior que precede el desencadenamiento del acto. La figura está en tensión: la pierna derecha, sobre la que se apoya, el pie izquierdo que se aleja, la mano con la honda, el codo doblado, el cuello girado..., ningún miembro está estático o relajado; sin embargo, se rompe cualquier sensación simétrica con una mayor tensión del brazo y pierna izquierdos.
El movimiento es contenido, centrípeto, con líneas de fuerza que retornan al bloque de piedra. La cabeza nos permite percibir la pasión del rostro, con su intensa sensación de vida interior, de figura que respira, casi jadeante, a la expectativa de un acontecimiento culminante. Es la misma expresión patética, fuerte, dramática, del Moisés, del Esclavo... Es la terribilitá de Miguel Ángel.
Toda la obra respira un aire clásico: la curva inguinal, la preocupación por la musculatura o la propia orientación temática parecen confirmar dicha afirmación. No obstante, una observación atenta de sus rasgos corporales, gestos o expresión del rostro, ponen al descubierto el apasionamiento de un hombre sometido a una gran tensión interior. Si Donatello había representado el mismo tema en el momento posterior a la victoria sobre el gigante Goliat, Miguel Ángel elige un momento de gran tensión espiritual y física, el de la preparación previa al enfrentamiento desigual, en el que el joven David pone todos sus músculos en tensión y observa atentamente al enemigo que, imaginariamente, se sitúa frente a él.

martes, 21 de abril de 2015

David de Bernini

Se trata de una obra escultórica en la que se ha trabajado de manera magistral el mármol. El tratamiento del mármol llega al punto de que el escultor es capaz de trabajar las calidades  con un mismo material: carne, paños, incluso la piedra y la honda han sido trabajados de manera primorosa. Es una escultura individualizada, en la cual se plasma a David como un  joven pastor en el momento previo a lanzar la piedra al gigante filisteo. 

Las superficies son lisas, observamos como la luz resbala sobre el cuerpo sin crear demasiados contrastes. Tan solo  el rostro y el pelo alborotado, así como los paños  o el zurrón incorporan efectos del claroscuro.

Esta escultura fue concebida para ser colocada frente a una pared, de manera que el punto de vista, único, permitiera percibir la intensidad máxima, incluso la violencia, del movimiento. Sus líneas expresivas, que contraponen pierna-cuerpo-cuello al giro de la cabeza y del brazo que sostiene la piedra en la honda, contribuyen a reflejar la tensión previa a la acción inminente. También lo hacen el rostro, compendio de tensión y concentración en los labios contraídos, los músculos rígidos, las fosas nasales hinchadas, el ceño fruncido y la mirada resuelta.

El David de Bernini contrasta con el de Miguel Ángel, clásico, contenido, meditabundo, y, al proponer la acción en desarrollo, supera el estatismo de la escultura renacentista.

Bernini recibió lecciones de su padre, cuya influencia se aprecia en sus primeras obras, que revelaron su gran talento. Al principio se interesa  por la escultura helenística, con obras que imitaban este estilo: Ángel con el dragón. También crearía obras como La cabra Amalthea con niño y un pequeño fauno en 1615, y entre 1621 y 1625 las cuatro obras que lo consagrarían como un maestro de la escultura. Bajo la égida de la poderosa familia Borghese, el joven Bernini restauró y creó esculturas clásicas aportando una vibración emocional nueva al mármol, un genial toque en el que alentaba ya el espíritu del Barroco. Se trata de los cuatro Grupos Borghesianos, basados en temas mitológicos y bíblicos que fueron encargados por el cardenal Borghese. Estas obras fueron Eneas, Anquises y Ascanio, basado en la Eneida, el Rapto de Proserpina, el David y Apolo y Dafne

Retratista de papas y reyes, y considerado como el arquitecto más representativo del barroco italiano, heredero de la fuerza escultórica de Miguel Ángel, su habilidad para plasmar las texturas de la piel o de los ropajes, así como su capacidad para reflejar la emoción y el movimiento, fueron asombrosos. Realizó numerosos encargos para ocho pontífices en una etapa de máximo esplendor de la Iglesia. Urbano VIII, un gran admirador de Bernini, le nombró arquitecto de Dios al considerarle perfecto para sus proyectos urbanísticos y arquitectónicos. El primer encargo que recibió fue en 1623, se trata de la estatua de Santa Bibiana, en la Iglesia de Santa Bibiana en Roma, después trabajaría en la Basílica de San Pedro. El papa quería un nuevo altar cubierto por un enorme baldaquino apoyado en cuatro gigantescas columnas salomónicas de bronce y fue construido entre 1624 y 1633. En 1627 comienza la construcción del Mausoleo de Urbano VIII, que fue acabado con años de retraso. Posteriormente realiza una de sus obras cumbres, el Éxtasis de Santa Teresa; la Fuente de los Cuatro Ríos, en la Plaza Navona de Roma, y la escultura La Verdad. En San Pedro finaliza la decoración interior con la Cátedra de San Pedro, situada en el fondo del ábside. En el exterior construye una columnata elíptica, espacio dedicado a ceremonias públicas, que representa el abrazo de la iglesia a todo el pueblo. Sus trabajos en San Pedro finalizan con la Scala Regia, entrada oficial al palacio apostólico.

Alejandro VII le encargó la escultura de su sepulcro, un monumento que representa al papa, arrodillado y acosado por La Muerte, y que contiene cuatro figuras alegóricas: la Caridad, la Verdad, la Prudencia y la Justicia. Su última obra fue El busto del Salvador.


viernes, 26 de abril de 2013

David.

El David de Miguel Ángel, es una escultura petrea, de mármol de carrara. Realizada entre 1501-1504 en Florencia. Es un ejemplo de las obras escultóricas de su primera etapa, siendo joven. Entre otras destacan La Piedad o el Moisés.

Aunque centrándonos en esta obra, Miguel Ángel, toma de la escultura clásica la postura del "contraposto" a la que le añade la de la serpentinata para así, provocar en el cuerpo la curvatura en cadera hombros y piernas. Además a esto añade la intención de querer plasmar la complejidad psicológica del David (momentos antes de enfrentarse a Goliat, de la que saldrá victorioso). Plasmando una psicología que refleja una actitud en la que él mismo se ve victorioso pero cauteloso ante la proximidad del combate (Terribilitá).

Miguel Ángel esculpe este gigante de 4,33 metros de altura de un sólo bloque de mármol que estaba abandonado en la catedral de Florencia. Siendo de una pieza entera, sin compartimentar partes, al responder a la idea del artista de que él liberaba a la escultura de los trozos sobrantes de mármol, como rescatándola del interior del bloque.

Volviendo sobre nuestros pasos, se muestra a David en la postura del "contraposto", una pierna rígida soporta el peso del cuerpo y otra aparece arqueada e iniciando el vuelo que le permitirá dar un paso hacia adelante. Con la peculiaridad de que el brazo derecho aparece prolongado a lo largo del cuerpo, cayendo, llegando a conjugarse con la propia pierna derecha, tensa. En contraste con el brazo izquierdo que sostiene en el hombro la honda con la que lanzará la piedra que tiene en la mano derecha, intentando esconderla y calculando el tiro con el ceño fruncido hacia el horizonte. Además la cabeza de grandes proporciones (igual que las manos y pies) está girada hacia la izquierda añadiendo más complejidad anatómica a la obra, que invita a rodearla.

El David, aparece en un instante de tensión, acumulando el movimiento contenido que liberará de un momento a otro. Está representado como un joven atleta, desnudo y musculoso. Miguel ángel cuida todos los detalles, trabajando con expresividad los contrastes y dotando de un impresionante realismo en manos, torso y rostro gracias al trabajo con el cincel y el trépano. Fue un encargo de la ciudad de Florencia, como muestra de los valores morales de esta y fue colocado en la plaza de Sigueira y utilizado como elemento político (Desafío a Roma) Estamos sin duda, ante el genio de Miguel Ángel, hecho piedra.



http://es.wikipedia.org/wiki/David_(escultura_de_Miguel_%C3%81ngel)
http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/11042.htm

jueves, 25 de abril de 2013

David de Donatello


El David es una escultura de bronce de 158 cm de altura, obra del escultor italiano Donatello. La obra fue realizada en torno a 1440 (o a 1430 según algunos expertos) por encargo de Cosme de Médici, que quería situarla en los jardines de su palacio de Florencia. Actualmente se encuentra en el Bargello. Es una obra representativa del quattrocento italiano y tiene un aire inequívocamente clásico debido a su desnudez y a su composición claramente praxiteliana. Por eso, aunque se trata de un tema bíblico, en este adolescente frágil y audaz se reconoce inmediatamente a un héroe de la Antigüedad clásica.

A principios del quattrocento, Donatello descubrió la representación heroica de la adolescencia, que más tarde exaltarían los humanistas, en el sentido de una conciencia nueva de la dignidad y la excelencia del hombre. En su madurez artística, la actividad de Donatello fue innovadora y experimental, es cuando realizó el David y más tarde el grupo también en bronce de Judith y Holofernes, cuando ya tenía sesenta años; en estas obras realizó una búsqueda de los efectos pictóricos que posee el material del bronce, con la posibilidad que le permitían sus pátinas. Hay una cierta relación simbólica entre David y Judith, y Goliat y Holofernes: David, como Judit, representan la pasión controlada, mientras que Goliat, como Holofernes, representan la pasión desbocada.
Donatello interpretó este tema bíblico (tomado del Primer libro de Samuel) como un desnudo clásico. De hecho, fue el primer desnudo integral, de bulto redondo, que apareció en la escultura renacentista. Se trata de un desnudo ponderado, natural, pero muy expresivo debido a la firmeza de las líneas compositivas generales. Se relata la victoria de David sobre Goliat, un gigante filisteo. Donatello muestra un David adolescente, desnudo, con el pie sobre la cabeza de Goliat, que acaba de cortar con la propia espada de su enemigo y que David aún la sujeta en su mano derecha. Con la otra mano sostiene la piedra con la que hirió a Goliat. Tiene la expresión serena y cubre su cabeza con sombrero de paja típico de la Toscana del que caen las guedejas del pelo; lleva también una corona de hojas de amaranto, en clara alusión al heroísmo griego, y sus pies están calzados con unas botas. En la cabeza de Goliat se encuentra un yelmo trabajado al detalle con relieves historiados y adornos vegetales típicos del primer Renacimiento (llamados «in candelieri»), y donde está representado un bajorrelieve de una carroza alada por putti.