Estamos ante una obra pictórica. En la imagen
aparecen las tres
gracias de la mitología griega. Se representan a dos de ellas de perfil y
la del medio, de espaldas con la cabeza vuelta, estando las tres con el
cuerpo desnudo.El trío está
enmarcado con un árbol a la izquierda que se tuerce y quiebra con
contraste cromático y el color de una gasa en la rama y a la derecha hay
un cupido con una cornucopia dorada de la que cae agua y arriba del
cuadro una guirnalda de flores. A esto se le une un gran colorido y luz,
con un fondo en el que se representa un paisaje en el que hay una serie
de animales. Están representadas
con un peinado de la época, desnudas y reunidas, pero conectadas entre
sí a través de los brazos, el velo transparente y las miradas, parecen
iniciar una danza al tener todas una actitud delicada y un pie
retrasado. Se caracterizan por la flacidez de sus carnes y la
ampulosidad de sus contornos.El colorido es muy brillante y predomina el color sobre el dibujo.
Aplicando la teoría, sabemos que se trata de Las tres Gracias. Es un cuadro del pintor barroco Pedro Pablo Rubens, realizado en 1368 expuesto en el Museo del Prado de Madrid, España. Está pintado al óleo y mide 221 cm de alto por 181 cm de ancho.
Historia:
Las Tres Gracias es la obra más famosa de Rubens. Fue adquirida por Felipe IV
entre los bienes del pintor, subastados tras su fallecimiento -el 30 de
mayo de 1640- pasando a decorar alguna de las salas del Alcázar de
Madrid. El hecho de estar pintado sobre tabla indica la relación del
maestro con la pintura flamenca
antigua. Las Tres Gracias se llamaban Eufrosine, Talía y Anglae y eran
hijas de Zeus y Eurymone. Siempre aparecen desnudas ya que la belleza no
necesita cubrirse. Son las representaciones de la afabilidad, la
simpatía y la delicadeza. El asunto y la manera de tratarlo se remontan
al arte clásico pero fue Rafael, en el Renacimiento, quien lo recobró.
Análisis de la obra:
Rubens mantiene la composición del italiano, pero cambia la relación
entre las tres figuras que están conectadas entre sí a través de los
brazos, el velo y sus miradas, es decir, psicológicamente, dando así
nueva unidad al grupo. También ha cambiado el canon de belleza,
empleando el típico de sus pinturas, con mujeres entradas en carnes pero
proporcionadas, elegantes. La sensación de movimiento y gracia que
irradian las tres jóvenes es excelente, obteniendo el efecto de invitar
al espectador a integrarse a la escena. Las flores de la guirnalda
superior y el fondo de paisaje acentúan la belleza del conjunto. El
fuerte foco de luz que utiliza el maestro resalta el colorido perlado de
las muchachas, en cuyos rostros creen algunos reconocer las facciones
de las dos esposas del pintor -Isabella Brant y Hélène Fourment-
mientras otros opinan que se trata de diferentes variaciones de ésta
última. La belleza femenina de la pintura de Rubens está resumida en
este magnífico trío.
Rubens:
Como características de su obra destacan:
– Dinamismo y movimiento de las figuras y la composición, con esquemas diagonales.
– Colorido intenso y cálido, inspirado en la pintura veneciana.
– Exuberancia de las figuras: hombres musculosos, mujeres carnosas y sensuales que se agrupan en composiciones de ritmo turbulento en formas enroscadas.
– Cultivó todos los géneros y su influencia fue enorme.
– Dinamismo y movimiento de las figuras y la composición, con esquemas diagonales.
– Colorido intenso y cálido, inspirado en la pintura veneciana.
– Exuberancia de las figuras: hombres musculosos, mujeres carnosas y sensuales que se agrupan en composiciones de ritmo turbulento en formas enroscadas.
– Cultivó todos los géneros y su influencia fue enorme.
Como pintor religioso: crea composiciones grandiosas y teatrales, con aspecto a veces de escenas cortesanas, como La Adoración de los Magos, que conectan con el sentido triunfal y el deseo de magnificencia de la iglesia católica. Otras obras son:La Caída de los Condenados y El Descendimiento
La caída de los condenados |