jueves, 7 de febrero de 2013

Los capiteles historiados de Santo Domingo de Silos.




Los capiteles tienen formas iconográficas que tienen relación con el arte mozárabe, y sus temas son los monstruos de formas fantásticas, animales extraños enredados en formas vegetales, aves de largos cuellos, arpías, sirenas, leones, etc. Es decir, formas fantásticas variadas. También aparece la figura humana, pero siempre en relación a temas histórico-bíblicos.

Los capiteles del 1 al 36 son fáciles de reconocer puesto que se sostienen por columnillas muy separadas, que crean dos cestas unidas. Poseen además un ábaco decorado con tallos entrelazados  Su temática es desconcertante puesto que no representan temas religiosos sino monstruos y seres fantásticos que se enredan en juegos de geometrías.
El capitel número 13 se encuentra frente a la puerta de entrada al crucero de la iglesia . El escultor representó a unos leones mordisqueando unos tallos vegetales que los atrapan en una filigrana enredada.  Los animales se disponen en parejas, en las que cuellos y rostros se encuentra en las esquinas mientras sus cuerpos se extienden por toda la cara del capitel.
Su técnica de talla profunda recuerda la decoración de las arquetas de marfil realizadas en talleres cordobeses y, por tanto, nos habla de una doble influencia: la oriental y las de las artes menores en la escultura.
Es difícil precisar el significado de este y de los otros capiteles. ¿Se trataba de un simple ornamento o tenían un sentido simbólico? Los artistas cristianos estaban influidos por la plástica oriental, en la que animales, tanto fantásticos como reales, desempeñaban un importante papel decorativo. A ello se unió el sentido alegórico que imprimió la Iglesia católica a los Bestiarios donde el león, rey de los animales, se asociaba a la figura de Jesús. Pero también una figura de león enredado, como en este caso, podía simbolizar al pecador atrapado por sus faltas.

La aljafería de Zaragoza






La Aljafería es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de Al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo (llamado entonces «Qasr al-Surur» o Palacio de la Alegría) refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.
Su importancia radica en que es el único testimonio conservado de un gran edificio de la arquitectura islámica hispana de la época de las Taifas. De modo que, si se conserva un magnífico ejemplo del Califato de Córdoba, su Mezquita (siglo X), y otro del canto de cisne de la cultura islámica en Al-Ándalus, del siglo XIV, La Alhambra de Granada, se debe incluir en la tríada de la arquitectura hispano-musulmana La Aljafería de Zaragoza (siglo XI) como muestra de las realizaciones del arte taifa, época intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almorávides.
Las soluciones adoptadas en la ornamentación de la Aljafería, como la utilización de arcos mixtilíneos y de los salmeres en «S», la extensión del ataurique calado en grandes superficies o la esquematización y abstracción progresiva de las yeserías de carácter vegetal, influyeron decisivamente en el arte almorávide y almohade tanto del Magreb como de la península ibérica. Asimismo, la transición de la decoración hacia motivos más geométricos está en la base del arte nazarí.
Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I El Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljafería se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés. Fue utilizada como residencia regia porPedro IV el Ceremonioso y posteriormente, en la planta principal, se llevó a cabo la reforma que convirtió estas estancias en palacio de los Reyes Católicos en 1492. En 1593 experimentó otra reforma que la convertiría en fortaleza militar, primero según diseños renacentistas (que hoy se pueden observar en su entorno, foso y jardines) y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares. Sufrió reformas continuas, y grandes desperfectos, sobre todo con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX y actualmente acoge las Cortes de Aragón.
En su origen la construcción se hizo extramuros de la muralla romana, en el llano de la saría o lugar donde los musulmanes desarrollaban los alardes militares conocido como La Almozara. Con la expansión urbana a través de los años, el edificio ha quedado dentro de la ciudad. Se ha podido respetar a su alrededor un pequeño entorno ajardinado.

Zona interior de las columnas de la Mezquita de Córdoba



Los cronistas cuentan que en la Córdoba del Califato había cientos de mezquitas. La aljama o del Viernes era la mayor, convirtiéndose en el centro religioso y social de la ciudad. Allí se celebraba el culto, se enseñaban las ciencias religiosas y se celebraban los juicios. 
El primer promotor de la construcción es Abd el-Rahmán I, entre los años 784 y 833. Se establecen once naves en dirección Norte-Sur, con un patio y alminar saliente, buscando la misma relación patio-sala de oración que ya existía en la Mezquita de Damasco. Ya en este primer momento se organizan las arquerías que definen la mezquita. Tomando como fuente el romano acueducto de los Milagros de Mérida, según algunos especialistas, el arquitecto cordobés introduce una importante novedad: el empleo de dos soportes superpuestos, una columna abajo y un pilar arriba, y dos arcos: uno inferior, de herradura, y otro superior, de medio punto, que recibe la techumbre de madera. En los arcos se combina la piedra y el ladrillo, creando una llamativa bicromía.

Los elementos sustentados más habituales en el arte islámico eran las columnas , los pilares y los muros. En ocasiones utilizaban soportes de edificios antiguos. En la mezquita de Córdoba los muros son muy macizos y con pocos vanos. En la mezquita de Córdoba el muro aparece reforzado con contrafuertes . En la parte superior se remata con un almenas de influencia siria. Este elemento decorativo incrementa la apariencia exterior de fortaleza militar, existiendo un gran contraste entre la austeridad exterior y la gran decoración interior.

Los elementos sustentados son las bóvedas, los arcos y las cúpulas. Los arco en ocasiones solo funcionan como decoración y muestran una gran variedad tipodológica: arcos de medio punto, de herradura, apuntados, túmidos, lobulados, de quilla, etc. Los arcos de las puertas de acceso  de la mezquita de Córdoba son de herradura y presentan alfiz. También los hay polilobulados y entrecruzados.

El sistema aquitectónico puede ser abovedado y adintelado. En la mezquitade Córdoba encontramos los dos sistemas : adintelado en la techumbre de madera que cubre el haram y abovedado en las cúpulas que aparecen en varios espacios de la mezquita como  la maqsura y el mirab .