Donatello.San Jorge (1415-1417).
Hecho en mármol, 209 cm. Se encuentra en el Museo Nazionale del Bargello, Florencia, donde se trasladó en 1892, colocándose en Or San Michele una copia en bronce.
Vasari elogia la potencia expresiva de la cabeza y la postura marcial de la imagen, que revela belleza, juventud, valor militar, una vivacidad orgullosamente terrible y una maravillosa actitud de movimiento dentro de la armadura. A decir verdad, en ninguna figura moderna se ha visto tanta vivacidad y realismo en mármol, como la Naturaleza y el Arte pusieron en ésta por mano de Donato.
En el basamento del nicho que encierra esta figura dispuso un bajorrelieve en mármol que representa a San Jorge combatiendo el dragón; el caballo es muy estimado.
Santo enérgico, para los espaderos y fabricantes de armaduras, que concluye en 1417.
La vitalidad que desprende esta imagen resultó tan original a los florentinos como las novedades técnicas que incorpora al relieve de la Muerte del dragón situado bajo sus pies.No en vano, Donatello simultaneaba aquí por vez primera la perspectiva lineal con el schiacciato, consistente en graduar la composición mediante una sucesión de planos aplastados, que prestan efecto pictórico al conjunto.
jueves, 25 de abril de 2013
miércoles, 24 de abril de 2013
Sepulcro de la Catedral San Brancacci
La tumba del cardenal Rainaldo Brancacci (o Brancaccio) es una obra de Donatello y Michelozzo fechada entre 1426-1428 y se conserva en la iglesia de Sant'Angelo a Nilo, en Nápoles. Esta es una de las más importantes obras de arte renacentista en Nápoles. Es de mármol, parcialmente dorada y policromada, con una altura de 11,60 metros, y una profundidad de 4,60 metros.
Para albergar la tumba se compuso una una especie de palco escénico. Por encima de un zócalo se sostienen dos columnas que sobre sus capiteles se forma un arco decorado en el trasdós por dos tondos o medallones y unas dobles pilastras acanaladas. En lo alto se encuentra la cúspide de estilo gotizante, en el centro hay un medallón con la figura del Redentor y querubines en ambos lados en acción de tocar unas trompetas con clara alusión al despertar de los muertos.
La tumba en sí se encuentra en la parte baja de esta construcción arquitectónica, y está apoyada sobre tres cariátides. En el frente del sarcófago se encuentran dos escudos de armas, al lado del relieve en stiacciato de la Asunción de la Virgen, sin duda obra de Donatello. Sobre este sarcófago la imagen yacente del fallecido, que aparece como dormido, y dos ángeles en pie recogiendo las cortinas que cuelgan del arco, acercándolas a los capiteles de las columnas. En el fondo de este piso se encuentra un bajo relieve de la Virgen con Niño entre dos santos.
Las Sibilas (capilla Sixtina)
La capilla Sixtina y las Sibilas:
Con el nombre de "Sibilas" se definían, en la época mítica de la historia antigua, aquellas mujeres que gozaban de una reconocida facultad de "escudriñar" el futuro para profetizar acontecimientos de toda índole. Fueron descritas como muy longevas, con vidas aisladas y misteriosas, habitando lugares atípicos y poco accesibles como, por ejemplo, grutas o sitios escondidos, posiblemente cercanos a cursos de agua.
Se afirmaba que las Sibilas habían adquirido la facultad de vislumbrar el futuro mediante su natural inspiración toda vez que eran interpeladas, pero también podían actuar de modo propio, impelidas por sus impulsivos designios, entre los cuales figuraban frecuentemente la predicción de grandes calamidades.
Según se afirma, la más antigua (en la mitología griega) parece haber sido "Trofile", hija de Júpiter y de Lamia (hija de Neptuno), pero las más conocidas son, sin dudas, las cinco Sibilas pintadas por Miguel Ángel, llamadas CUMA, PERSEA, ERITREA, DELFICA y LIBICA.
4) La Sibila PERSEA: Esta Sibila fue diferente de las otras, ya que se la conoce como acérrima seguidora de Alejandro en sus conquistas y responsable ideológica (por sus predicciones) del asesinato de algunos personajes que sus visiones retenían peligrosos, tales como Memnón (general ateniense contratado por el Rey Darío); Filotas (acusado de conspiración); Amintas (primo de Alejandro, acusado de pactar con los persas); Calístenes (acusado de complotar), entre otros.
Con el nombre de "Sibilas" se definían, en la época mítica de la historia antigua, aquellas mujeres que gozaban de una reconocida facultad de "escudriñar" el futuro para profetizar acontecimientos de toda índole. Fueron descritas como muy longevas, con vidas aisladas y misteriosas, habitando lugares atípicos y poco accesibles como, por ejemplo, grutas o sitios escondidos, posiblemente cercanos a cursos de agua.
Se afirmaba que las Sibilas habían adquirido la facultad de vislumbrar el futuro mediante su natural inspiración toda vez que eran interpeladas, pero también podían actuar de modo propio, impelidas por sus impulsivos designios, entre los cuales figuraban frecuentemente la predicción de grandes calamidades.
Según se afirma, la más antigua (en la mitología griega) parece haber sido "Trofile", hija de Júpiter y de Lamia (hija de Neptuno), pero las más conocidas son, sin dudas, las cinco Sibilas pintadas por Miguel Ángel, llamadas CUMA, PERSEA, ERITREA, DELFICA y LIBICA.
1) La Sibila Cuma : (en origen su nombre fue Cumena), parece haber tenido origen en la importante y antigua ciudad costera de Eritras, ubicada en la región Jonia, sobre la costa Oeste de Asia Menor, al sur del mar Egeo y hoy parte de Turquía (en tiempos muy lejanos fue una colonia griega). Esta Sibila debe su nombre al hecho de haber trascurrido la mayor parte de su vida en la localidad de Cuma, cercana a Nápoles, en la región Campania de Italia. La leyenda afirma que Cuma, hija de una ninfa, vivió muchas vidas humanas de más de 100 años cada una y que atendió a los reyes Romanos y a importantes personajes de la época republicana de Roma (por ejemplo Craso, Pompeyo y Cicerón) y que luego atendió a casi todos los emperadores romano, siguiendo además su actividad hasta pasado el medioevo.
2) La Sibila Délfica: Esta célebre Sibila parece tener más antigüedad que la de Cuma y su fama fue reconocida ya desde el año 600 a.c., cuando la localidad de Delfos (en Grecia) se convirtió en la famosa Ciudad Sacerdotal, sede de los célebres Oráculos. Su actuación fue muy popular y tuvo una enorme importancia durante todo el periodo helénico. Solamente fue menguando a partir de la ocupación romana de Grecia. Esta consideración podría justificarse por el hecho que Delfos influyó, en gran manera, en la colonización griega de las costas de Asia Menor, de Italia y de Sicilia, cuya importancia económica fue siempre correctamente evaluada y bien manejada a través de decisiones concretas de las autoridades políticas, tomadas de acuerdo con las predicciones sibilinas. Otra fuente, sin embargo, afirma que esta Sibila estaba presente ya desde la época de la guerra de Troya, consideración no muy compartida por otros historiadores.
3) La Sibila Eritrea: Hay datos confusos sobre esta Sibila. Entre las varias versiones, hay una que afirma su proveniencia desde Caldea, al sur de Babilonia y que actuó como sacerdotisa de los dioses griegos. Su residencia parece haber sido la zona de Jonia, en una importante colonia griega. Entre todas las informaciones logradas, hay alguna que afirma su predicción de la guerra de Troya, cosa que no parece concordante, pues esa guerra se realizó cerca de los años 1200 a.c. y esa antigüedad no sería coincidente con sus inicios, indicados alrededor de los años 600 a.c. Tal vez las visiones sibilinas de Eritrea se relacionaron a lo que, según ella, habría acontecido en esa guerra, y no a la profecía como tal. También esta Sibila habría denunciado a Homero respecto a falsedades en los escritos de su obra "La Iliada"", en la cual narra el desarrollo de esa contienda.
5) La Sibila LIBICA: Sobre esta Sibila tenemos muy pocos datos. Ella misma dice en un corto párrafo: "Soy mita mortal y mita divina; solo mi madre era divina". No obstante, hay una fuente que afirma su procedencia desde el desierto de Libia, donde presidía un oráculo en el Oasis de Siwa. Allí actuaba como sacerdotisa de Zeus. Eurípide nombra esta Sibila en la introducción de su obra "Lamia".
Aqui os dejo el enlace de donde e sacado la información de las sibilas de la capilla sixtina, para que podais completar información sobre ella, ya que no esta puesta toda.
martes, 23 de abril de 2013
PPT clase Cinquecento
Los materiales trabajados en clase. Comencemos por la introducción
Arquitectura del Cinquecento
Escultura del Cinquecento
Pintura del Cinquecento
Arquitectura del Cinquecento
Escultura del Cinquecento
Pintura del Cinquecento
lunes, 22 de abril de 2013
Triunfo de Galatea.
Autor: Rafael
Fecha: 1511-12
Museo: Villa Farnesina
Características: 295 x 225 cm.
Estilo: Renacimiento Italiano
Material: Fresco
La pintura que podemos ver es una obra maestra del denominado Alto Renacimiento. Cronológicamente se sitúa en el siglo XVI, el llamado Cinquecento italiano, en el que Roma toma el relevo de Florencia en lo que a innovaciones artísticas y científicas se refiere. Uno de los artistas más influyentes de estos momentos será Rafael Sanzio (1483-1520) , autor de esta obra para la Villa Farnesina de Roma. LLeva por título El triunfo de Galatea, y en ella podemos ver, en primer lugar, la elección de un tema mitológico, como es el de la ninfa Galatea, que aparece en varias historias griegas, siendo una de las más famosas aquella en la que es objeto de amor por parte del cíclope Polifemo. Rafael situá una bella mujer semidesnuda que cabalga sobre el mar ayudada por dos delfines. A su alrededor se sitúa una corte de personajes que adoptan distintas posturas y movimientos. La escena parece estar enmarcada por cuatro figuras de cupidos que dirigen sus flechas hacia la joven. La composición, como es habitual en Rafael, es exquisita y equilibrada. Hay que decir que la armonía compositiva es una de las características más claras del Renacimiento, y en el caso de Rafael esto se ve reforzado por una acertada elección cromática que suele tener en los rojos y los azules sus centros de interés. Pero en estas obras del Alto Renacimiento se llegará a sus máximas consecuencias, y Rafael consigue crear una obra de movimiento contenido en la que nada está acartonado, pero tampoco nada es exaltado ni gratuito. Todo está en su justa medida. Quizás por eso, a partir de los grandes logros de Rafael, Leonardo o Miguel Ángel, se dio paso progresivamente al Manierismo, en el que los cánones clásicos fueron progresivamente evolucionando hacia las formas barrocas del siglo XVII.
Villa Capra.
Mansión construída en piedra, ladrillo, estucado y mármol, situada sobre un pequeño montículo en medio del campo en la ciudad de Vicenza (Italia).
El edificio presenta una planta de cruz griega enmarcada por una forma cuadrangular, extremadamente simétrica, en cuyos brazos se sitúan cuatro entradas totalemente iguales. Éstas están formadas por una escalinata seguida por seis columnas de orden jónico que sustentan un entablamento donde aparece el nombre del propietario (en este caso es el poderoso clérigo Marius Capra Gabrielis) y un frontón triangular en cuyos vértices aparecen tres estatuas. Lo más característico de esta mansión es, sin embargo, la cúpula que cubre la sala circular central. Esta cúpula está rematada por un óculo y decorada en su totalidad con frescos realizados por diferentes pintores italianos del momento.
La Villa Capra pertenece al estilo renacentista, basado en una vuelta a las proporciones y gustos greco-latinos. Esta mansión está dentro de las villas, una tipología arquitectónica propia del siglo XVI herencia de las casas de campo de origen romano.Debemos decir que Villa Capra es una obra del arquitecto Andrea Palladio, primer profesional dedicado en exclusiva a la arquitectura. Fue un erudito de la arqueología y estaba fascinado por la antigüedad clásica, la simetría, las reglas y las rpoporciones. Sus edificios presentan ciertos rasgos manieristas por lo que fue considerado impuro por los teóricos del Renacimiento y por los arquitectos del neoclasicismo.
Tributo de la moneda.
Esta obra pertenece al conjunto pictórico que adorna la capilla de la familia Brancacci en la florentina iglesia del Cármine. Dicho conjunto está organizado en torno a un retablo gótico y, está constituido por varios frescos, de los cuales éste se sitúa a la izquierda del retablo. Representa uno de los episodios de la vida de Cristo narrado por San Mateo, en el que se cuenta el milagro producido cuando el recaudador de impuestos exigió a Jesús el pago del impuesto de la alcabala y, éste ordenó al apóstol Pedro que sacase la moneda con la que pagarlo, del vientre de un pez que tenía que pescar en el río que se ve en la escena, hecho que definitivamente ocurrió
.
Masaccio narra en el mismo fresco las tres escenas del milagro, sintetizadas en una sola representación. En el centro vemos a Cristo rodeado por sus discípulos y al recaudador de impuestos (es la figura de espaldas), cuando Jesús ordena a Pedro pescar el pez y extraerle la moneda. A la izquierda, se observa el milagro propiamente dicho, pues vemos a Pedro arrodillado extrayéndola junto a un río pintado con gran sencillez. A la derecha del grupo principal, sobre un fondo arquitectónico, se ve a Pedro entregando la moneda al recaudador. Las diferentes escenas aparecen unidas mediante los gestos, Cristo señala el lugar donde Pedro hará el milagro, mientras el recaudador y las miradas de los apóstoles señalan al otro lado.
En cuanto al colorido, se pude ver que se produce un contraste entre el fondo de colores apagados y las figuras, cuyas túnicas brillantes las hacen destacar aún más. Los colores aparecen matizados por la luz, consiguiendo la sensación de volumen mediante un modelado estatuario, con efecto de tridimensionalidad, pareciendo figuras muy corpóreas. Crea vacíos entre la figuración que nos dirigen la vista hacia el fondo y alejan el paisaje, mientras que el uso de colores cálidos en las figuras nos las acercan.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)