El Coloso de Constantino fue una estatua sedente de tipo
acrolítico, que representaba al emperador romano Constantino I el Grande
(280-337 d. C ) y que ocupó en el pasado la cabecera oeste de la Basílica de
Majencio en el Foro Romano, en Roma. Algunas partes del coloso se conservan
actualmente en el patio del Palazzo dei Conservatori de los Museos Capitolinos,
en la Colina Capitolina de Roma, sobre el extremo occidental del Foro.
La gran cabeza, brazos y piernas de esta estatua fueron
tallados en mármol, mientras que el resto del colosal cuerpo estaba compuesto
de un núcleo realizado en ladrillo y madera, posiblemente cubierta de bronce
dorado ("acrolítico" significa "de extremidades pétreas").
A juzgar por el tamaño de las piezas que se conservan, la figura sentada medía
unos 12 metros (40 pies) de alto. La cabeza mide aproximadamente 2 metros y
medio de altura y cada pie tiene más de 2 m de largo.
La gran cabeza está tallada en un estilo típico de las
estatuas de finales del imperio romano ("estilo hierático"), mientras
que las otras partes del cuerpo son naturalistas, desde los callosos pies a las
venas del antebrazo. Con el tratamiento escultórico de la cabeza se trata de
transmitir la idea del emperador como un dios, donde se puede destacar sobre
todo esta intención en los ojos, con la mirada hacia la eternidad de un rostro
rígido e impersonal, frontal. El tratamiento de la cabeza muestra una síntesis
del retrato individualista: la nariz aguileña, la mandíbula profunda y barbilla
prominente característica de todas las imágenes de Constantino. Se puede
apreciar, pues, la tendencia del retrato romano tardío a centrarse en el
simbolismo y la abstracción, en vez de cuidar los detalles. No se conoce la
fecha exacta de su ejecución, se ha sugerido que una fecha entre 312 y 315.
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