sábado, 23 de febrero de 2013

CIMBORRIO DE LA CATEDRAL DE ZAMORA


                                     

Autor: Maestro Oddo
Fecha: 1174
Localización: Zamora
Influencias bizantinas en el románico español



En Historia del Arte se denomina cimborrio a aquella construcción que en una iglesia se eleva sobre el crucero del templo, independientemente de la planta que presente (cuadrada, cilíndrica, octogonal...) y de cómo esté rematada hacia el exterior. Esta estructura tiene una doble funcionalidad: de una parte, ilumina el interior del edificio; de otra, realza el eje central del espacio religioso, allí donde se cruzan los dos brazos de la cruz latina, formando precisamente el crucero.

Pero, ¿qué caracteriza a los cimborrios de estos templos? Respecto a su cronología, todos ellos presentan fechas tardías, de la segunda mitad del siglo XII como muy pronto. En cuanto a su forma, vistos desde el interior, nos muestran cúpulas gallonadas (divididas por nervios, que compartimentan el espacio en cascos, cual si se tratase de los gajos de una naranja) elevadas sobre pechinas. Vistos desde el exterior, estos cimborrios aparecen cubiertos por escamas, logradas mediante la superposición de lajas de piedra. Además, suelen aparecer torrecillas adosadas, también rematadas en cúpulas.

De todos ellos, quizás el más interesante es el de la catedral de Zamora, mandada construir en tiempos de Alfonso VII y consagrada en 1174. En este cimborrio las pechinas se prolongan hacia el exterior mediante cuatro torres, mientras la luz penetra al interior por 16 ventanas con arcos situadas en el tambor cilíndrico que levanta la cúpula. Ésta se divide en 16 gallones y, siendo semiesférica desde dentro del templo, aparece levemente apuntada por su parte externa.

Pero cuando observamos estas hermosísimas construcciones, la polémica está servida. En opinión de unos, el origen de tales cimborrios es de procedencia oriental y mostraría la pervivencia de elementos bizantinos en la arquitectura románica. Según otros, la presencia de los cimborios gallonados se debe a una clara influencia del románico francés, ya que en el sudeste de Francia pueden encontrarse iglesias con estructuras muy semejantes, al menos vistas desde el exterior. No falta quien apunta que esta manera de construir se enraíza perfectamente en antiguas tradiciones hispánicas. Es evidente que los cimborrios se parecen ligeramente a las cúpulas bizantinas y, por otra parte, conocemos la presencia de arquitectos y clérigos franceses en el románico español.









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