REINAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
En el Pórtico Real observamos una estrecha relación entre la estructura arquitectónica y las esculturas. Encontramos las típicas estatuas-columa que reúnen los cánones estéticos de esta etapa inicial del gótico: rigidez, piernas paralelas, pies colgantes, ropajes con pliegues rígidos y paralelos, cabezas equivalentes a un séptimo de la altura del cuerpo, boca de labios finos que esbozan una sonrisa. El tímpano central está dedicado a la Maiestas Domini rodeada del Tetramorfo, y los laterales a la Maiestas Mariae y a la Ascensión de Cristo; en las jambas encontramos las figuras de reyes, reinas y patriarcas del Antiguo Testamento.
Las figuras de las jambas de la izquierda de la portada central reúnen
las siguientes características: "cada una de las figuras vive, por así
decirlo, en su propio mundo; las estatuas no están relacionadas ni entre
sí ni con el que las contempla; su expresión parece pensativa,
misteriosamente distante, e incluso llegamos a descubrir un débil rastro
de la sonrisa arcaica. El aspecto global de estas figuras cuadra
perfectamente con las columnas de la jamba ante las que se hallan
apostadas o suspendidas. Las cabezas miran al frente, sin desviarse lo
más mínimo; los brazos y las manos están pegados al cuerpo, y sujetan un
libro o un rollo de pergamino; y los cuerpos apenas se distinguen bajo
los largos pliegues de las vestiduras. Son, en el más puro sentido del
término, "estatuas-columna", pero no tienen función arquitectónica
alguna y podrían quitarse sin alterar para nada los elementos
arquitectónicos.
Los bloques de piedra se trabajaban en el taller de la catedral, y en
el caso de Chartres cada figura está tallada de un único bloque (ninguna
resulta de unir dos o más piedras) y la figura y la columna pertenecen
al mismo bloque; la aureola situada ante la juntura de la columna indica
que la figura llenaba toda la altura de piedra. Cada una medía poco más
de dos metros de alto y su lado medía unos 30 cm. Se colocaban siempre
en diagonal, es decir, con una arista saliente, de frente al que
contemplaba la portada.
En el Pórtico Real de Chartres se aprecia en las estatuas la forma
romboédrica del bloque, y que el escultor debió dibujar los perfiles de
las figuras en las caras del bloque (al igual que el escultor griego
arcaico). Parece que fueron realizadas en un cobertizo próximo al
edificio en construcción, donde se colocarían los bloques en posición
inclinada y serían atacados directamente con un puntero, que da esta
calidad y vibración vital, a pesar de su actitud de calma serena, aunque
algunas partes (barba, adornos de los ropajes...) fueron realizados con
el cincel dentado y el plano.
Si el artista eligió la forma romboédrica del bloque y su posición
diagonal es porque le permitían expresar mejor las cualidades de
inmovilidad y el carácter arquitectónico que deseaba para estas
estatuas-columna.
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