Nos encontramos ante una obra pictorica de arte gótico, concretamente ante la pintura realizada por Giotto, San Francisco predicando a los pájaros. Hecha en 1298, al fresco, con unas dimensiones de 270x200 cm. Situada en la Basílica alta de San Francisco, en Asis.
San Francisco predicando a los pájaros es una de las obras más interesantes de todas las representaciones llevadas a cabo por Giotto, con episodios de la vida del santo de Asís. La obra estaba basada en la "Legenda maior" de San Buenaventura, recogiendo el pasaje del capítulo X: "Estando el beato Francisco en Bevagna predicó a muchos pájaros los cuales, exultantes, alargaban el cuello, batían las alas, abrían los picos, le tocaban la túnica; y todo esto lo veían sus compañeros que le esperaban en el camino". Giotto ambienta el episodio en plena naturaleza, un paisaje de rasgos muy sumarios que sirve de marco excepcional y convincente para la representación del sermón de San Francisco. La figuración de algunos árboles y la línea del suelo son los únicos elementos para la significación del argumento. Sus colores apagados potencian la fuerza volumétrica de las figuras, a la vez que se relaciona ambos con una gama cromática de similares tonos. Los pájaros se arremolinan ante las palabras dirigidas por el santo, unos en el suelo, otros en el tronco del árbol de la derecha, algunos volando libremente alrededor de los dos franciscanos. Giotto, como en la escena compañera de ésta, el Milagro de la fuente, representa a un acompañante que expresa con su rostro la perplejidad de lo que está aconteciendo. Sus manos también caracterizan su reacción. La importancia de la escena, lo que es evidente por su localización a las puertas de la basílica, está determinada por ser un auténtico símbolo del camino por el que optó San Francisco en su vida y, por ende, una metáfora del espíritu de pobreza y amor a los componentes de la Naturaleza que representa su orden. La escena es altamente emotiva y clarificadora para el fiel que llega al templo de Asís para adorar al santo. Sin duda, una de las escenas más simples pero más aleccionadoras y expresivas de todo el ciclo que representó Giotto en Asís. Ademas de esta imagen, podemos encontrar en esta basílica, la representacion de la muerte del santo, tambien realizada por Giotto, donde se muestra su ascensión al cielo. Esta obra la completan otras ocho pinturas, donde se representa la vida del Santo.
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