Gian Lorenzo Bernini. San Longinos (1629-1638). Mármol. 440 cm. Basílica de San Pedro del Vaticano, Roma. |
Nos encontremos frente a una imagen de bulto redondo, que representa a cuerpo completo y de pie a San Longinos, realizada por Bernini.
La escultura está tallada en mármol, conservando el color blanco propio de este material. Al mismo tiempo. Además el tratamiento de la talla de los ropajes es muy cuidada generando pliegues muy protuberantes y agitados, además la escultura ha sido pulimentada, lo que ofrece una sensación de suavidad y a la misma vez de ligereza, como si las ropas fueran agitadas por el viento.
La imagen se encuentra colocada en el interior de una hornacina, con lo que ha sido diseñada para ser contemplada frontalmente, aunque podemos observar como la imagen se encuentra bien acabada en todo su conjunto. Además por su emplazamiento en el interior de la Basílica de San Pedro del Vaticano, aunque se encuentre en una zona luminosa, sabemos que su contemplación se refuerza con la iluminación artificial, que en origen sería la luz de las velas o lámparas de aceite. Además los pliegues generan una serie de sombras en los ropajes.
La imagen es de grandes dimensiones, aunque se encuentra muy bien proporcionada con una medida de ocho cabezas, además la postura es brusca realizando un escorzo con el pie y la lanza adelantada.
La imagen representa a San Longinos con sus atributos, entre los que destaca la lanza con la que traspasó el costado de Nuestro Señor Jesucristo para comprobar si había muerto y cumpliéndose la profecía emanó sangre y agua.
Por otro lado la producción artística de Bernini en la escultura fue bastante amplia, destacando esta imagen sobre manera, aunque también realizó obras de gran valía como el éxtasis de Santa de Teresa, la tumba de Urbano VIII o el Retrato del duque Francisco I d´Este.
La imagen se encuentra colocada en el interior de una hornacina, con lo que ha sido diseñada para ser contemplada frontalmente, aunque podemos observar como la imagen se encuentra bien acabada en todo su conjunto. Además por su emplazamiento en el interior de la Basílica de San Pedro del Vaticano, aunque se encuentre en una zona luminosa, sabemos que su contemplación se refuerza con la iluminación artificial, que en origen sería la luz de las velas o lámparas de aceite. Además los pliegues generan una serie de sombras en los ropajes.
La imagen es de grandes dimensiones, aunque se encuentra muy bien proporcionada con una medida de ocho cabezas, además la postura es brusca realizando un escorzo con el pie y la lanza adelantada.
La imagen representa a San Longinos con sus atributos, entre los que destaca la lanza con la que traspasó el costado de Nuestro Señor Jesucristo para comprobar si había muerto y cumpliéndose la profecía emanó sangre y agua.
Por otro lado la producción artística de Bernini en la escultura fue bastante amplia, destacando esta imagen sobre manera, aunque también realizó obras de gran valía como el éxtasis de Santa de Teresa, la tumba de Urbano VIII o el Retrato del duque Francisco I d´Este.
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