Nos encontramos ante una obra arquitectónica del Arte Barroco, concretamente, es el baldaquino de San Pedro; cuyo autor es Gian Lorenzo Bernini, realizado durante los años 1624-1633.
El baldaquino de San Pedro, fue construido con la intención de que todos los fieles que asistiesen a las misas centrasen su mirada en el Papa que daba el sermón y no en otros puntos; ya que el Papa se situaba ahí para hablar.
El baldaquino está compuesto por cuatro columnas salomónicas sobre unos grandes pedestales. Además, el baldaquino tiene un entablamento con colgaduras que salen de los palios. Asemejándose a las catedrales de estilos arquitectónicos anteriores, el baldaquino, cuenta con varias volutas que van desde el entablamento hasta el final del mismo.
Tanto las columnas salomónicas como los pedestales tienen adornos de bronce y oro. Sobre las columnas hay cuatro esculturas de ángeles y niños que tienen los símbolos del poder papal, la tiara y las llaves. La finalidad de unir arquitectura y escultura no era para resaltar el altar sobre el resto de la construcción, sino para dar importancia al poder papal.
La obra de Gian Lorenzo Bernini, el Baldaquino de San Pedro, se encuentra en La Basílica de San Pedro el Vaticano, en Roma. El baldaquino no es algo único, se lleva usando desde el siglo IV; en España también encontramos obras arquitectónicas de este tipo, como el Baldaquino de la Catedral de Gerona.
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