jueves, 18 de octubre de 2012

Hallazgo tumba Tutankhamón.

Tut-anj-Atón popularmente conocido como Tutankhamón (1336-1327) perteneciente a la XVIII dinastía de Egipto. Si bien formalmente se define que la Dinastía XVIII finaliza con el reinado de Horemheb, se puede afirmar con un alto grado de certeza que el joven Tutankhamón fue el último faraón de sangre real de la dinastía. Ascendió al trono después del periodo de Amarna y devolvió a los sacerdotes de Akenatón la influencia y el poder que habían poseído antes de la revolución religiosa y política de Akenatón Durante su corto reinado estuvo en manos de Ay Horemheb, que se repartieron el poder: Ay administró Egipto y Horemheb manejó el ejército.

Los datos de su reinado son breves. Se sabe que fue coronado rey a la edad de ocho a diez años aproximadamente, descendiente de Akenatón y Kiya. Murió en el 1327 a.c hacia los 19 años de edad, tras haber reinado unos nueve años y sin haber consolidado su poder. Su prematura muerte dejó una cierta inestabilidad en Egipto, ya que era el último miembro varón de la dinastía XVIII.

Su tumba fue hallada en perfecto estado en el siglo XX por Howard Carter en 1922 el 4 de Noviembre. El hallazgo de su tumba, casi intacta, supuso una aportación fundamental para la comprensión de la historia y cultura egipcia. Posibilitó sacar a la luz una cantidad apreciable de joyas, muebles, armas y variados utensilios, aportando una información fundamental que permitió ampliar el conocimiento de la civilización egipcia. El cuatro de Noviembre ya habían retirado todas las cabañas y los obreros comenzaron a excavar hasta la roca del fondo, un metro más por debajo. Al llegar a la roca, encontraron un escalón cavado en la roca. Al día siguiente descubrieron 12 escalones más, así como la parte superior de una puerta, cubierta de yeso y cerrada con un antiguo precinto. 

 Una vez descubierto el resto de la puerta, cuando retiraron los últimos bloques de la puerta encontraron un túnel lleno de escombros. El 26 de noviembre por la tarde, ya habían conseguido retirar los escombros y encontraron una nueva entrada bloqueada. Temblando de emoción, Carter hizo un agujero en la esquina superior izquierda de la puerta. Introdujo una vela y miró por el hueco. Al principio no podría ver nada, pero cuando su visión se adaptó a la oscuridad empezó a distinguir objetos, estatuas y el brillo del oro en la oscuridad. 


Fue el descubrimiento del siglo. Los ataúdes que contenían el cuerpo momificado de Tutankhamón no llegaron a abrirse hasta 1925, descubriéndose entonces el ataúd y la máscara mortuoria, ambas de oro macizo. Había más de 143 joyas de oro distribuidas alrededor del cuerpo. Dos años más tarde, se retiraron los últimos objetos para ser restaurados, pero hasta 1932 no se envió el último objeto a la tumba a El Cairo.

Los alimentos que contenía la tumba eran panes, pasteles de trigo y cebada, espalda de buey y costillas de cordero condimentadas con especias y miel, treinta grandes jarras de vino, así como dátiles, higos, uvas y almendras. Entre las armas había 46 arcos desde uno infantil de 30 cm hasta otro de 1,8 m de largo, mazas, bumeranes y cuchillos. También encontraron seis carruajes, cuatro de ellos de ceremonia de madera revestida con oro y piezas de cristal y los otros dos más ligeros debían ser para cazar. Debió coleccionar bastones, que aparecieron 130, todos diferentes de ébano, marfil, plata y oro. El estudio determinó que el rey medía 1,63 m de altura.


A fines de 2004 se anuncia un estudio de los restos del faraón por parte de expertos egipcios para determinar la causa de su muerte. Meses mas tarde un examen tomo gráfico de sus restos utilizando un scanner de alta tecnología sugiere que el joven faraón habría muerto debido a la infección de una pierna fracturada. El resultado pone fin, en principio, a una controversia de mas de tres décadas al detectarse entonces en un examen de rayos X una lesión craneal que ha hecho sospechar su eventual asesinato. 


Tras el descubrimiento de la tumba, empezó a fraguar se un misterio alrededor de las numerosas muertas, una tras otra, de la mayoría de los miembros que estuvieron presente en la cámara del faraón. Se pensaba que era una maldición hasta que en 1973 se dio respuesta a este enigma, las muertes estaban provocadas por las grandes cantidades de esporas del hongo Aspergilus flavus que se encontraban en suspensión en el aire. 


Enlaces de interés:


http://www.portalplanetasedna.com.ar/carter.htm

http://www.paralibros.com/passim/p20-suc/pg2022tk.htm



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