El David es una escultura de bronce de 158 cm de altura,
obra del escultor italiano Donatello. La obra fue realizada en torno a 1440 (o
a 1430 según algunos expertos) por encargo de Cosme de Médici, que quería
situarla en los jardines de su palacio de Florencia. Actualmente se encuentra
en el Bargello. Es una obra representativa del quattrocento italiano y tiene un
aire inequívocamente clásico debido a su desnudez y a su composición claramente
praxiteliana. Por eso, aunque se trata de un tema bíblico, en este adolescente
frágil y audaz se reconoce inmediatamente a un héroe de la Antigüedad clásica.
A principios del quattrocento, Donatello descubrió la
representación heroica de la adolescencia, que más tarde exaltarían los
humanistas, en el sentido de una conciencia nueva de la dignidad y la excelencia
del hombre. En su madurez artística, la actividad de Donatello fue innovadora y
experimental, es cuando realizó el David y más tarde el grupo también en bronce
de Judith y Holofernes, cuando ya tenía sesenta años; en estas obras realizó
una búsqueda de los efectos pictóricos que posee el material del bronce, con la
posibilidad que le permitían sus pátinas. Hay una cierta relación simbólica
entre David y Judith, y Goliat y Holofernes: David, como Judit, representan la
pasión controlada, mientras que Goliat, como Holofernes, representan la pasión
desbocada.
Donatello interpretó este tema bíblico (tomado del Primer
libro de Samuel) como un desnudo clásico. De hecho, fue el primer desnudo
integral, de bulto redondo, que apareció en la escultura renacentista. Se trata
de un desnudo ponderado, natural, pero muy expresivo debido a la firmeza de las
líneas compositivas generales. Se relata la victoria de David sobre Goliat, un
gigante filisteo. Donatello muestra un David adolescente, desnudo, con el pie
sobre la cabeza de Goliat, que acaba de cortar con la propia espada de su
enemigo y que David aún la sujeta en su mano derecha. Con la otra mano sostiene
la piedra con la que hirió a Goliat. Tiene la expresión serena y cubre su
cabeza con sombrero de paja típico de la Toscana del que caen las guedejas del
pelo; lleva también una corona de hojas de amaranto, en clara alusión al
heroísmo griego, y sus pies están calzados con unas botas. En la cabeza de
Goliat se encuentra un yelmo trabajado al detalle con relieves historiados y
adornos vegetales típicos del primer Renacimiento (llamados «in candelieri»), y
donde está representado un bajorrelieve de una carroza alada por putti.
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