COMENTARIO:
Alberti completó una fachada que había sido iniciada con elementos de arquitectura claramente medievales, incorporándolos a una ordenación perfectamente clásica basada en la proporción. Se trata de la fachada de Santa María Novella en Florencia, que es una fachada a modo de telón, delante de una iglesia gótica. Estaba ya realizada la parte del basamento y Alberti la tomará como punto de partida para construir el resto de acuerdo con el nuevo sistema. El cuadrado, empleado como módulo para las proporciones, tiene una escala menor en el cuerpo inferior de la fachada, y toda ella se puede inscribir en un cuadrado. Ese motivo resulta dibujado en ambos cuerpos mediante la taracea de mármoles de colores, recurso cromático con el que se expresa esa armonía entre las partes que es fundamento de la arquitectura de Alberti.
El tema de la tradición incorporada a la nueva arquitectura no se limita a cómo integró lo ya construido, sino que también en el hecho de emplearla taracea remite a edificios medievales toscanos, como San Miniato, realizados con el mismo sentido cromático, y que por entonces se creía que podían datar de la Antigüedad o, al menos, de una etapa medieval tan gloriosa como fue la época de Carlomagno. En esta fachada de Santa María Movella, Alberti emplea la columna con un sentido de ornamento que se repetirá en otros edificios suyos. Sirven, por ejemplo, para enmarcar la puerta y, por lo tanto, el eje central del edificio. Además de la columna, el empleo de un frontón clásico es otro elemento tomado del repertorio ofrecido por la Antigüedad, repertorio que Alberti reelaboró siempre con gran libertad. La relación armónica entre el ancho cuerpo inferior y el, mucho más estrecho, cuerpo superior de esta fachada, la resolvió el arquitecto con dos aletones, motivo de gran repercusión en la arquitectura religiosa del siglo XVI.
ESTRUCTURA:
La fachada consta de dos volutas que unen el cuerpo central con los laterales, dando así proporción y armonía a la obra, que al fin y al cabo, es la característica principal del renacimiento. El empleo de un frontón clásico es otro elemento tomado del repertorio ofrecido por la antigüedad, repertorio que Alberti reelaboró siempre con gran libertad. La relación armónica entre el ancho cuerpo inferior y el mucho más estrecho cuerpo superior de esta fachada, la resolvió el arquitecto con las dos volutas ya mencionadas, motivo de gran repercusión en la arquitectura religiosa del siglo XVI.
Para Alberti, las formas geométricas simples, impulsan a meditar sobre las verdades de la fe, idea que participa de las corrientes estéticas neoplatónicas dominantes en la cultura florentina, ya que demuestra cómo las formas visibles son portadores de significaciones ideológicas precisas y porque la incrustación geométrica realiza el ideal de la reducción de la forma al puro "diseño". La fachada tiene un arco de medio punto característico de la arquitectura clásica. En el semicírculo delimitado por los capiteles de las pilastras y el arco de medio punto, hay representada una moldura con una escena religiosa, como se aprecia en la foto adjunta.
Al mismo tiempo, la combinación de rectángulos y los materiales empleados, de acuerdo con la tradición medieval florentina, prestan particular belleza al conjunto. Se recuperan las superficies con incrustaciones geométricas del románico florentino, de San Miniato por ejemplo, pensando quizás que el románico florentino era la última expresión o la primera joya renacida de lo "clásico". Pero elabora el tema románico a partir de los principios, deducidos de Vitruvio, de la composición modular, asumiendo como módulo compositivo el cuadrado. Se puede apreciar la intención de resaltar la portada de la iglesia por la colocación de múltiples elementos decorativos:
- Pilastras que dan estética y proporción al espacio ocupado por el portón.
- El arco de medio punto que le da estabilidad y lo dota de armonía y belleza.
- La colocación de molduras de color marrón oscuro con formas irregulares alrededor del portón consigue contrastarlo con las otras formas ya mencionadas.
- La colocación final de dos grandes pilastras de mármol verde y capitel corintio encuadra todo los recursos decorativos de la portada al conjunto de la fachada.
- Cerca de la base de la fachada se encuentran diversos arcos apuntados adornados con mármol blanco y rojo alternativamente. Esto hace a la obra más proporcionada, ya que si no existieran dichos arcos, la obra quedaría similar a un bloque gigantesco de mármol, de esta forma, se consigue hacer a la obra más proporcionada, más humana.
- En la cumbre tenemos una cruz latina hecha de un núcleo de hierro y recubierta de oro puro.
CONTEXTO HISTÓRICO:Apartado de "La arquitectura: Brunelleschi y Alberti" dentro del punto 2 del tema 11 (Arte del Renacimiento y del Manierismo).*Mas informacion sobre la fachada:
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