Autor: Piero della Francesca
Fecha: 1470-75
Museo: Galería Nacional de las Marcas
Características: 61 x 53´5 cm.
Estilo: Renacimiento Italiano
Material: Oleo sobre tabla
Comentario
Esta Madonna con Niño recibe el nombre de Virgen de Senigallia al proceder de la iglesia de santa María de las Gracias en Senigallia. Se debe encuadrar entre los encargos realizados a Piero della Francesca por Federico de Montefeltro con motivo de la estancia del artista en Urbino. Posiblemente se trate de una tabla en relación con el matrimonio de Giovanna de Montefeltro, considerándose una obra votiva como la Pala Brera, es decir, de ofrecimiento a la Virgen por un hecho destacable para el oferente. La figura de María y el Niño aparecen en el primer plano de la composición acompañados de dos ángeles que cruzan sus brazos sobre el pecho. La escena se desarrolla en un interior, mostrando una puerta por la que se contempla una ventana, creando así una sensación de simetría con la ventana que se encuentra en la zona de la izquierda y que nosotros no vemos, siendo el foco de luz que baña a las figuras y las otorga la monumentalidad característica. El Niño Jesús lleva un collar de coral en alusión a la protección hacia los infantes, pudiendo tratarse de una referencia al nacimiento de Guidobaldo, el hijo del duque. La decoración de las paredes es típicamente renacentista, encontrándose en la repisa del fondo una cesta con paños blancos que aluden a la influencia flamenca de la tabla, al igual que los bordados de los trajes o los pliegues de las telas. La delicada armonía de tonalidades rosas, grises y blancas resulta también destacable. Con esta imagen de la Virgen y el Niño, Piero abandona los rasgos arcaizantes de trabajos anteriores y otorga un mayor naturalismo a la escena.
La obra maestra de Piero fue probablemente pintada para celebrar el matrimònio entre Giovanni della Rovere, dueño de Senigallia, y Giovanna, hija del Duque Federico da Montefeltro en 1472. Colocada en la iglesia de Santa Maria delle Grazie en Senigallia hasta los años 1930, se mudò al Palacio Ducal en Urbino por razones de seguridad.
Los interiores son en estilo flamenco, rememoraciòn de las obras de Van Eyck màs que de Justin de Ghent, que estaba trabajando en el Palacio Ducal en Urbino en aquel perìodo.
La intimidad que gobierna la pintura acentùa la funciòn materna màs que la realeza de la Virgen, sin embargo su ojos estrechos revelan un profundo matiz mìstico. El Niño està sentado, erguido en los brazos de la madre, como un Emperador, en acto de benediciòn. El àngel a la izquierda llama nuestra atenciòn tan poderosamente, que nos impide llegar demasiado cerca a las figuras centrales, mientras el àngel a la derecha mira hacia la Madre y el Niño.
La atmòsfera de armonìa de la obra maestra de Piero della Francesca tiene una calidad que la distancia mucho de la producciòn contemporànea y, para un obeservador actual, posee una intensidad mìstica como oriental.
CONTEXTO HISTÓRICO:
Estaría integrada en el punto "La pintura: el Beato Angelico, Masaccio, Piero della Francesca y Botticelli" dentro del punto 2 del tema 11 (Arte del Renacimiento y del Manierismo)
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