martes, 4 de junio de 2013

Comentario Selectividad Cacería de Ciervos Cova dels Cavalls

Del tema de Arte Prehistórico también salió en Selectividad, hace ya algunos años, la imagen de la Cova dels Cavalls, de Tirig, en Castellón. La entrada en nuestro blog la realizó Sergio. ¡Gracias!




Está ubicado en la margen izquierda de la Valltorta, en lo alto de un acantilado, y a unos 80 m sobre el fondo del barranco. Se trata de un abrigo de 14,1 m de arco por unos 10,5 m de cuerda orientado al Oeste. Atendiendo a su forma, puede dividirse en dos cavidades de extensión más o menos equivalente en lo que a superficie decorada se refiere. Entre las distintas pinturas que contiene cabe destacar la representación de una cacería de ciervos en la que cuatro arqueros están disparando sobre una manada de animales compuesta por un ciervo macho, siete ciervas y dos cervatillos. Por la edad y el sexo de los animales pintados se sabe que el artista prehistórico representó a una manada de ciervos en otoño, cuando los venados se apropian de los grupos de hembras y los cervatos nacidos en primavera todavía conservan el pelaje moteado.

http://www.arqueomas.com/peninsula-iberica-arte-rupestre-abrigos-del-barranc-de-la-valltorta.htm
http://elmundodemarialopez.blogspot.com.es/2008/12/prehistoria-cacera-de-ciervos-castelln.html

HAY VARIOS ENLACES A DESTACAR:



CACERÍA DE CIERVOS. ABRIGO DE LOS CABALLOS, BARRANCO DE LA VALLTORTA. CASTELLÓN.

Análisis:

            Estamos ante la representación de una cacería de cérvidos realizada sobre roca, pintura rupestre. En cuanto a la técnica se debieron utilizar pinceles de pelo, plumas u otros materiales orgánicos, llevando a cabo una pincelada acabada.

            Los contornos de las figuras están bien delimitados, no existe modelado y los colores son planos, también vemos que hay un par de figuras que no están totalmente rellenas de color, lo que se podría interpretar como un alarde de un cierto realismo (moteado de las pieles de los animales). Podemos apreciar que carece de perspectiva, todas las figuras están en primer plano. En realidad es una representación plana, lineal y sin volumen.

            En cuanto a su iluminación, son pinturas realizadas para ser contempladas bajo la luz solar dentro de abrigos naturales.

            La composición es sencilla, enfrenta a los arqueros  con los animales, basándose en la combinación de líneas horizontales, las flechas, arcos y brazos, con las verticales que forman las patas de los animales.

            Finalmente, podemos decir que es una representación  figurativa, más naturalista con relación a los animales que a la figura humana. Vemos que los cazadores están representados de una manera esquemática, se muestran gestos y no anatomías, con una gran estilización que pretende mostrar el ímpetu de una cacería, si nos fijamos veremos que los cuerpos acaban siendo un elemento más de los arcos en tensión. Incluso para aumentar el movimiento, los animales abren extremadamente sus patas y se ubican en forma diagonal.

Clasificación y comentario:

            Estamos ante una pintura del Mesolítico (3500-2000 a. C.), realizada por las tribus de la zona levantina y se trata de la Cacería de Ciervos, en el Abrigo de los Caballos, ubicado en el Barranco de La Valltorta (Castellón).

            A finales de la última glaciación, en torno al 9000-8000 a.C. se produce un cambio importante en las formas de vidas de los humanos y este hecho va a repercutir

en su arte. El artista deja las cuevas del Paleolítico de la zona franco-cantábrica y se decantará por los abrigos naturales ubicándose en la zona mediterránea.

            Sus características serán distintas a las del periodo anterior, el Paleolítico. En primer lugar, se realizaron para ser contempladas no bajo la luz del fuego sino bajo la luz solar. Se representarán escenas, en las que junto a los animales ahora va a aparecer la figura humana, normalmente pequeñas, estilizadas y recurriendo a formas estereotipadas, en las que el movimiento va a ser muy importante, recurriendo a efectos expresionistas: piernas abiertas, músculos exagerados y la utilización de la diagonal, como podemos contemplar en la imagen que estamos comentando.

            Los animales más representados serán ciervos, como en la pintura que estamos analizando, cabras montesas, jabalíes, toros, caballos, insectos… Entre las figuras humanas destacan las masculinas, armadas con arcos y flechas y en segundo plano las femeninas, más escasas, vestidas con faldas largas y el torso descubierto.

            Predomina la monocromía, silueteando las imágenes en blanco, negro o rojo.

            En cuanto a los temas nos encontramos con tres grandes bloques: actividades económicas (caza, recolección, ganadería…), aquí podíamos ubicar nuestra pintura; escenas de guerra; y escenas lúdico-religiosas (danzas, hechicería…).

            Con relación a su significado, también podemos pensar que  pudiera ser de tipo religioso o propiciatorio, similar a las del Paleolítico, aunque sabemos que su intención sigue siendo muy discutida. En este caso la temática es más amplia y en ocasiones pudiera ser que su finalidad fuera meramente narrativa.

            Otros ejemplos pueden ser “Mujeres danzando en el abrigo de Cogull, Lérida”, “Recolección de miel, cueva de La Araña, en Bicopr, Valencia”…

            Las pinturas rupestres levantina superarán el Mesolítico y  se adentrarán en el Neolítico y en la Edad de los Metales.
 
OTRO COMENTARIO MÁS:



”Cacería de ciervos”.

Cova dels cavalls. Conjunto rupeste de La Valltorta (Castellón). h. 6000 a.c.

  El final de la última glaciación, alrededor del 8.000-9.000 a.c. supone un cambio importante de hábitos y formas de vida de los humanos, que lógicamente tendrá su repercusión en sus manifestaciones artísticas. Éstas no desaparecen, pero cambia notablemente su situación, ahora en abrigos más abiertos que las cuevas paleolíticas, cambian las técnicas artísticas y cambian sobre todo los temas y la composición de las obras pintadas. La expansión espacial de estas pinturas también es mayor. Las manifestaciones artísticas que se desarrollan en este amplio periodo de tiempo son diversas: en primer lugar el llamado arte epipaleolítico europeo, etapa de transición hacia el mesolítico, que a su vez es una etapa intermedia entre el Paleolítico y el Neolítico, tratándose por tanto de una fase de cambios, del fin de una sociedad nómada y de cazadores, que progresivamente se irá asentando en zonas fijas. También se incluye en este periodo el arte rupestre desarrollado en el norte de África, especialmente en el área sahariana; el arte rupestre de Escandinavia y Rusia, y sobre todo el fenómeno aislado que representa el arte levantino en España. Es en relación a este último, en el que centramos nuestro estudio inmediato por razones obvias: no sólo de proximidad cultural y geográfica, sino por la enorme importancia de sus obras y su carácter extraordinariamente singular.

Así como la pintura paleolítica peninsular encuentra paralelismos muy semejantes con otras de ámbitos geográficos diferentes, como ocurre entre las obras de las cuevas cantábricas y las del sur de Francia que se pueden considerar hermanadas, la pintura prehistórica levantina es un hecho aislado, circunscrito exclusivamente al ámbito peninsular. Sólo algunos conjuntos saharianos pueden resultar parecidos, pero son un fenómeno distinto en cualquier caso.

 La mayoría de las pinturas se encuentran situadas en las paredes, cornisas y covachos rocosos de las serranías que se extienden desde los Pirineos hasta la Penibética, si bien las zonas de mayor concentración de obras y también las más importantes se encuentran en la Serranía de Albarracín (sur de Teruel y norte de Cuenca); Maestrazgo y Bajo Ebro (sur de Tarragona y norte de Castellón) y sur del País Valenciano.

        En cuanto a su cronología sigue aún hoy en día la controversia, no pudiéndose establecer todavía una cronología segura para estos conjuntos. Al principio de las investigaciones, autores como el abate Breuil u Obermaier pensaban que se trataba de un arte paleolítico realizado por etnias distintas de las del norte peninsular, por eso eran tan diferentes. Más adelante en base a los propios yacimientos y la fauna representada que en ningún caso era paleolítica, se consideraron los conjuntos de una cronología mucho más reciente, que oscila según los autores entre los 6.500 años a los 5.000 según otros. Para algunos por tanto son obras que podríamos considerar Mesolíticas si bien para otros son representaciones relacionados con las primeras manifestaciones Neolíticas del Mediterráneo. De todas formas y como una prueba más de la disparidad de criterios existente, todavía hay investigadores que mantienen cronologías paleolíticas, entre 12.000 y 11.000 años de antigüedad, aunque sin duda son las menos defendidas.

        En cuanto a sus características plásticas, su técnica y temáticas observamos también notables diferencias respecto a las pinturas paleolíticas franco-cantábricas. Tampoco se puede decir que su uniformidad sea demasiado evidente entre todas ellas, de tal forma que se notan variaciones acusadas producto de diferencias regionales y de la dilatada cronología en que se desarrollaría el devenir de este arte, pero a pesar de todo se pueden establecer unos criterios comunes para este arte levantino.

        Desde un punto de vista puramente técnico se advierten estas carcacterísticas: La utilización de pinceles de pelo, plumas finas, u otros materiales orgánicos para la aplicación de la pintura. Parece que en este caso no se utilizaban los dedos ni la técnica del soplado para la difuminación del color, como en época paleolítica

      Los colores utilizados son el rojo, el negro y el blanco, cuyos orígenes naturales serían los mismos que en la época paleolítica, aprovechándose en este caso el carbonato de calcio para la coloración blanca. Sobre esta base los matices cromáticos son múltiples, a veces conseguidos por el propio pintor y otras producto de efectos naturales, como el grado de humedad, la conservación, el tono de la roca, etc. También en este tipo de pintura se emplearían aglutinantes orgánicos y suponemos que principalmente la grasa.

       Desde el punto de vista estrictamente artístico es donde se advierten mayores diferencias respecto a la pintura paleolítica franco-cantábrica: en primer lugar aparece la figura humana, elemento ajeno a la pintura paleolítica. Además es habitual, que las imágenes representadas creen escenas y no aparezcan aisladas como en la etapa anterior.

        Su solución plástica abandona el realismo característico de la etapa paleolítica y tiende ahora a una esquematización, rayana en la geometrización, que otorga a las figuras mayor expresionismo. Si aquella era una pintura característica de tendencias naturalistas, ésta lo es de propuestas simbólicas.

        Tampoco hay una gradación de color, sino que por el contrario las figuras son monocromas y además presentan una aplicación de colores planos. Hay casos en que las figuras no están rellenadas totalmente de color, lo que suele interpretarse como un recurso a veces de realismo (el moteado de la pieles de los animales), o incluso para dar sensación de volumen. Puede incluso que se trate de obras inacabadas.

        Otra característica es que la mayoría de estas obras son pinturas, no existiendo prácticamente el grabado, mas que a veces como perfilado.

        Las figuras son pequeñas, aunque es habitual la existencia de un gran número de ellas en cada escenificación representada. Los recursos plásticos suelen utilizar todo tipo de fórmulas estereotipadas, así sobre todo la sensación de movimiento que se transmite a base de efectos muy expresionistas: se estilizan las figuras, se abren en extremo las piernas de los corredores, se exageran los músculos, e incluso en un recurso verdaderamente avanzado se disponen composiciones en diagonal, para acentuar esa sensación de movimiento.

         El resto de manifestaciones sacrifican el realismo en beneficio de un esquematismo casi geométrico, pero que potencia el expresionsimo, objetivo central de este tipo de representaciones, más orientadas a la narración documental, que a la visión realista y totémica del arte paleolítico.

         En cuanto a la temática abundan principalmente tres grandes áreas de contenidos dentro de las cuales la variedad de temas es grande. Estos tres son : actividades económicas (caza, recolección, agricultura, ganadería, monta, etc); escena de guerra; escenas lúdico-religiosas (danzas, fecundación, hechicería, rituales, etc).

        Es evidente por tanto que de ello se deduce tambíen una significación de tipo religiosa o propiciatoria, similar a las de la época paleolítica, aunque en este caso la temática es mucho más amplia y en ocasiones pareciera que la pinturas tuviesen también una intención meramente narrativa. En cualquier caso y al igual que ocurría en la pintura paleolítica, las hipóstesis al respecto siguen siendo múltiples y ninguna es de momento en el estado de nuestros conocimientos, rechazable.

       En este comentario de hoy comentamos una obra conservada en los abrigos rocosos de la Valltorta, en concreto en la Cova dels cavalls. Asistimos a una escena de caza en la que se trata de reproducir todo el dinamismo y la tensión del momento. De ahí que en esta escena como en pocas se haya ejecutado con mayor intensidad el sentido del movimiento.

        Para ello se vuelve a la característica esquematización de las figuras, que pierden por completo su referencia real, pero consiguen un efecto plástico enormemente ilustrativo y por tanto expresivo de la idea que se quiere representar.

      Obsérvese a los cazadores extraordinariamente estilizados, con cánones también desproporcionadamente grandes, y cuyos trazos esquemáticos representan el gesto y nunca su anatomía, en este caso el ímpetu y la tensión del disparo de sus flechas, hasta el punto de ser los cuerpos como un elemento más de los arcos en tensión. Para mayor efecto dinámico los animales abren extraordinariamente las patas y se colocan en una disposición diagonal.


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