miércoles, 12 de febrero de 2014

Monasterio de Santo Domingo de Silos

           


Estamos ante una obra arquitectónica, posiblemente del arte románico. La planta baja fue construida en tiempos del abad Fortunio y el repertorio iconográfico que muestra consta ocho escenas de la vida de Cristo,situadas en los machones de lo ángulos, y una riquísima secuencia de monstruos y animales fantásticos decorando los capiteles pareados. Marfiles y códices ilustrados con miniaturas debieron de servir de inspiración a los tallistas. Este monasterio es una abadía  benedictina ubicada en la parte oriental  de un pequeño valle, que el primer documento del Archivo de  Silos del año 954, ya lo denomina Valle de Tapadillo perteneciente al municipio de Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos. El monasterio aunque no es actual configuración, se remota a la época visigótica, si bien se desvanece durante la ocupación musulmana. En el siglo X, llamda aún San Sebastián de Silos, y en especial durante el periodo en que el conde Fernán González gobierna en Castilla, vuelve a resurgir la comunidad monástica alcanzando un pujante actividad que nuevamente decae bajo las razias de Almanzor. El claustro de Silos es de doble planta, siendo la inferior la más antigua y la de mayor mérito. Los lados norte y sur constan de 16 arcos, mientras que los lados este y oeste solo 14, los arcos son de medio punto y descansan sobre capiteles que a su vez, lo hacen sobre columnas de doble fuste monolítico de 1,15 metros de longitud,  solo los soportes centrales de cada galería están formados por fustes quíntuples, salvo uno de ellos, el del lado norte que es cuádruple y torsado. Toda la arquería va montada sobre un podio corrido con una abertura para acceder al jardín interior. En el plano artístico lo más destacable es la colección de los 64 capiteles de que consta el claustro bajo y los relieves que ornamentan las caras interiores de las cuatro pilastras que forman los ángulos de la galería. Al primer maestro serían asignables seis de los relieves con las siguientes escenas:
  • La ascensión y Pentecostés.
  • Ángulo noreste: El sepulcro y El descendimiento.
  • Ángulo noroeste: Los discípulos de Emaús y La duda de Santo Tomás.
El segundo maestro sería el autor de los dos relieves restantes:
  • Ángulo sudoeste: La anunciación a María y El árbol de Jessé.

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