jueves, 16 de octubre de 2014

Análisis y Comentario de la planta de la Cueva de Altamira.

   Nos encontramos frente al plano de lo que parece ser una gruta destacable por sus pinturas rupestres, donde podemos observar las distintas partes que destacan y ver cual era la ubicación de las diferentes pinturas existentes. Vemos de forma más concreta como esta gruta es la Cueva de Altamira, con 270 metros de longitud cavados de forma natural a 4 kilómetros de la costa cántabra en el término municipal de Santillana del mar.


Planta de las grutas de Altamira, donde podemos ver las distintas
partes de la cueva (Fig. 1)

   Podemos observar como dentro de la cueva, aparecen pinturas realizadas en distintas zonas o salas, de estas destaca la Sala Policromada o de los Bisontes, cerca de la entrada (véase en figura 1, I), esta sala es la más importante tanto por su cantidad de pinturas como por la gran calidad y realismo de estas. Existen otras dos zonas donde también aparecen representaciones de relevancia muy notoria, como pueden ser la sala de la Olla (véase figura 1, VIII) y la cola de caballo ( véase figura 1, X).

   Las pinturas que aparecen en la cueva de Altamira, fueron realizadas en la época del Paleolítico Superior, es decir entre el 32.000 y el 6.000 a.C, correspondiendo a la producción realizada por las comunidades de cazadores de la zona franco-cantábrica, que pintaba en las paredes y los techos de las cuevas.

   Muchas han sido las explicaciones que se han buscado para este fenómeno, aunque nosotros solo veremos dos a continuación:

   Observamos en primer lugar la teoría de la Magia Simpática o de Atracción, esta nos dice que estas pinturas se realizaban para poder cazar a estos animales, puesto que se creía que al poder pintarlos de forma ritual y acribillarlos con el pincel y los pigmentos, se ejercía sobre ellos una fuerza de control y atracción que propiciaba el éxito en las batidas de caza, además se pintan en ocasiones hembras preñadas porque se creía que de esta forma se podía asegurar la subsistencia de las manadas. Vemos por otra parte que hay un elemento que desacredita esta teoría, este es que en la época el consumo se centraba en reses como renos y ciervos, mientras los que aparecen pintados son principalmente bisontes y caballos.

  Por otra parte está la teoría de los Santuarios de Fertilidad, algunos expertos creen que estas cuevas formaban parte de ritos de paso y procreación por lo que las pinturas formarían parte de rituales de esta índole, esta teoría toma fuerza a raíz de la observación de las representaciones de équidos  y bóvidos que serían relacionados con lo masculino y lo femenino, además aparecen otros animales pero ocupando planos secundarios, esta teoría tiene también su punto débil, pues la estructura antes comentada de las pinturas varía en muchas de las cuevas.

   Por último hablaremos un poco también de las técnicas usadas en estas pinturas, que son estáticas aunque muy realistas, presentan una técnica polícroma sirviéndose de las protuberancias de las rocas para conseguir volumen, así como de la degradación tonal para conseguir el mismo efecto, usan normalmente tonos ocres, negros y rojizos.

   Aunque la gruta que nos ha ocupado sea Altamira, no podemos olvidarnos del otro gran exponente de la pintura mesolítica franco-cantábrica que es la cueva de las Caux en Francia, cuya cronología es también muy cercana a esta.



    

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