domingo, 19 de octubre de 2014

Nebamon y su familia en una cacería de patos salvajes.

     Nos encontramos ante una obra pictórica, cuyo nombre es Nebamon y su familia en una cacería de patos salvajes y perteneciente al arte egipcio, concretamente realizado entre 1470-1439 a.C


     Los materiales que esta obra utilizó para su elaboración fueron basalto, granito, caliza y madera.      Estas imágenes y el resto de las pinturas egipcias tendieron al hieratismo, es decir, a la rigidez y        estatismo de los cuerpos para mostrar mayor vivacidad de las escenas.                                                  
     Se trata de un dibujo esquemático y bien definido, cuyo color es el tostado para las carnaciones de los hombres, y amarillentas pálidas o rosadas para las mujeres, lo que conocemos como policromía. Las pelucas de los personajes siempre eran negras y las vestimentas blancas. Los aves se encuentran dibujados en gran variedad de colores: celestes, ocre, rojos, etc.        

     Por lo que observamos, su esquema compositivo es circular aunque con formas no muy bien definidas y se encuentra dibujado en una pared.

     El cuerpo de Nebamon junto al de su mujer se encuentran en una perspectiva frontal, con su tronco y extremidades hacia el frente y cabeza sin embargo de perfil mirando hacia la derecha. Una peculiaridad que nos encontramos es que la que visualmente creemos que es su hija y se sitúa sentada en la barca, su cabeza está dirigida hacia la izquierda.
Se encuentran navegando por el río Nilo puesto que para los egipcios el Nilo es considerado como un genio fecundador y como la principal vía de comunicación.

     Esta obra procede de la tumba número 146 de Tebas y se encuentra situada actualmente en el museo británico en Londres. 
Su significado es que Nobamon, superintendente de los graneros del faraón Tutmés III, cruza los pantanos del Nilo en una frágil embarcación de papiro, dando caza a las aves con un bumerán.

     Otra de las pinturas que caracterizan el arte egipcio es la de la Cámara de ofrendas de la tumba de Nefertari ( 1265 a.C). Situada en el Valle de las Reinas, Teba.     

     Existen características que representan tanto la escultura como la pintura egipcia, como es por ejemplo la armonía de proporciones, en la que la figura del ser humano debe estar representada de modo que su longitud sea 18 puños: 2 para el rostro, 10 desde hombros hasta rodilla y 6 desde la rodilla hasta los pies, incluyendo estos últimos. 
Otra de las características que nos encontramos es la ley de frontalidad, en la que la línea de los hombros y caderas permanecía de manera recta, en esta característica podemos destacar la estatua sedente de Kefrén, la cuál se encuentra con un puño cerrado y otro abierto representando poder y mandato.
                       

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