sábado, 17 de octubre de 2015

Cámara de ofrendas a la tumba de Nefertari (1.265 a.C)

Nos encontramos ante una obra pictórica, perteneciente al arte egipcio, concretamente con la cámara de ofrendas de la tumba de Nefertari, situada en el Valle de las Reinas, Tebas, Egipto.



Nefertari era la esposa preferida de Ramsés II, por ello éste mandó a construir un pequeño espeo consagrado a ella, el cuál fue descubierto posteriormente en 1904 por Ernesto Schiaparelli.
Nefertari era una de las reinas consortes más excepcionales de la historia del Egipto faraonico, por ello recibió sepultura en la que se considera la tumba más bella del Valle de las Reinas.

Su tumba estaba repleta de pinturas hermosas. En la cámara de ofrendas nos encontramos con una pintura parietal. Por un lado, en la parte izquierda vemos una escena y una fórmula escrita de la petición de Nefertari a Thot, de cabeza de ibis, dios de la escritura y del saber. Por otro lado, en la parte derecha observamos a Nefertari haciéndole una ofrenda a Osiris.

Los temas empleados son religiosos. Se ve reflejado claramente el canon de belleza ideal, compuesto por tres normas. La primera era la armonía de las proporciones, donde el puño era el módulo regulador, dejando la longitud perfecta para el individuo en 18 puños. La segunda era la ley de frontalidad, que consistía en representar recta la línea de los hombros y de las caderas. Y la tercera era la visión rectilínea, donde las figuras estaban compuestas de cuatro puntos de vista: uno frontal, otro dorsal y dos laterales. El resultado fue un plano en el que se insertaba de frente, el ojo y el tronco, y de perfil, la cabeza y las extremidades.

El modo de realizar las pinturas en la pared era mediante la realización de un esbozo sobre ostraca, sobre la pared dibujaban una cuadrícula en la que hacían un croquis de las figuras y objetos a escala. Los colores utilizados son el negro, el rojo, el blanco y el azul. La técnica empleada era el temple opaco, disolvían colores en agua, goma de clara y clara de huevo y finalmente terminaban la obra aplicando barniz superficial.
Las pinturas se utilizaban para decorar tumbas y templos, y las imágenes de los dioses y faraones tendieron al hieratismo, representaciones solemnes y rígidas. Los materiales utilizados eran el basalto, el granito, la caliza y la madera. La policromía quedo en carnaciones tostadas para los hombres y amarillentas pálidas y rosadas para las mujeres. Las pelucas eran negras y las vestimentas blancas.

Además se ve reflejado el Horror Vacui, que consiste en el miedo a dejar algo vacío, por lo que se pinta todo.

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