sábado, 6 de febrero de 2016

Ayuntamiento de Bruselas

Nos encontramos con una obra arquitectónica, perteneciente al arte gótico, concretamente con el Ayuntamiento de Bruselas, Bélgica. Fue construido en varias fases, la parte más antigua fue supervisada por el arquitecto Jacob van Thienen. En 1444 se inició una ampliación, que incorporó una segunda ala diseñada por el arquitecto Guillaume de Voghel, que en 1452 también construyó el Aula Magna. En 1499 Carlos el Atrevido puso la piedra fundamental del octógono de la torre, ideado por Jan van Ruysbroek, el arquitecto de la corte de Felipe el Bueno, siendo acabado en 1455.


El Ayuntamiento de Bruselas se encuadra dentro de la arquitectura civil del siglo xv. Durante este siglo los Países Bajos gozaron de una fuerte prosperidad económica que explica la suntuosidad de sus edificios civiles, tanto ayuntamientos como lonjas comerciales y viviendas.

Este edificio consta de tres plantas, la inferior es de carácter porticado, mientras que en las otras dos se abren alargados ventanales. El tejado es a dos aguas. La fachada está repleta de filas de estatuas, destacándose también su tracería.
La parte baja de la torre está rematada por cuatro torrecillas libres, situándose en su parte superior tres pisos transparentes, siendo rematada la parte superior con una aguja calada de tracería, al igual que las iglesias alemanas. Finalmente, en su extremo se sitúa una estatua dorada representando al patrón de la ciudad el arcángel Miguel matando a un dragón.

Los ayuntamientos se situaban en el centro de la ciudad. La necesidad de representación política precisaba la construcción de altas torres, así las atalayas (torres de ayuntamiento e iglesias), tenían las mismas funciones, se utilizaban para avisar a la ciudadanía en caso de peligro, y sus semejanzas cada vez fueron mayores. Los ayuntamientos más destacables en la arquitectura del siglo xv en los Países Bajos, a parte del de Bruselas, son los de Brujas, levantado por el conde de Flandes, Louis de Mâle, con una importante fachada que da a la fachada pública, y el de Lovaina, que ofrece un aspecto más decorativo.

Desde el siglo XIII los Países Bajos experimentan un crecimiento económico importante debido a la producción de lana y paños, junto con una incipiente industrialización y capitalismo, por ello las clases burguesas buscan reafirmar su poder político y autogobierno mediante una arquitectura grandiosa, característica del gótico, máximo exponente de una forma de propaganda y un elemento de poder.
A los ayuntamientos, hay que añadir las lonjas de paños (Hallen), hospitales y otras instituciones caritativas. Estas construcciones desde un punto de vista formal no presentan diferencias sustanciales respecto a la religiosa. Las nuevas oligarquías urbanas buscan cambiar la imagen de la ciudad con esta nueva arquitectura civil, dejando de ser la catedral el símbolo arquitectónico de la ciudad.

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