Nos
encontramos ante una obra escultórica del arte gótico, para ser más
exactos, estamos frente a Le
Beau Dieu
(el bello Dios), erigido en el año 1230 y situado en el parteluz de
la portada occidental de la Catedral de Amiens, en Francia.
El
Beau Dieu es un Cristo humanizado, y que el historiador Pijoán alabó
como la "representación más excelsa de un gentil hombre del
norte de Francia, culto y civilizado". Aunque el Beau Dieu
suplantara al Pantocrátor, tienen detalles en común bastante
apreciables: la biblia en la mano izquierda y la mano derecha
bendiciendo.
Se
trata de un relieve alto, de carácter plástico. El material
utilizado para realizar la escultura es la piedra, que como hay que
recordar, crea un aspecto compacto de solidez y permite una vida más
duradera a la obra. El tema es claramente religioso.
El
gran portal central o del Juicio Final tiene a sus lados otros dos
portales más pequeños: el de la Virgen, a la derecha del
espectador, y el de San Fermín, a la izquierda.
El
tímpano por encima de la puerta principal está decorado con una
representación del Juicio
Final,
cuando, según la tradición cristiana, los muertos resucitarán y
serán juzgados por Cristo. Este tímpano está dividido en tres
registros. En el nivel inferior, los resucitados salen de sus tumbas
al sonido de las trompetas. El arcángel
San Miguel y
su balanza se encuentran en medio de ellos para hacer el pesaje de
las ánimas. En la parte inferior de la escena, un demonio intenta
provocar un engaño haciendo que la balanza se incline a su favor. En
el registro intermedio, los condenados están separados de los
escogidos y desnudos, son arrastrados por los demonios y dirigidos a
la boca del monstruo, el Leviatan.
En el registro superior, se encuentra Cristo en su trono, con las
manos levantadas y el torso desnudo mostrando sus heridas. Está
rodeado por la Virgen María y San Juan, que arrodillados interceden
por la salvación de las almas; también hay ángeles que portan los
símbolos de la
Pasión.
La
representación del infierno
y
el cielo
está
en las dovelas
de
las arquivoltas
inferiores
al tímpano. En el cielo, primero se ven las almas reunidas al lado
de Abraham.
Después se dirigen hacia una ciudad que representa la Jerusalén
celestial.
La representación del infierno, como se muestra, es muy similar a la
de Notre-Dame
de París.
Se ven jinetes desnudos sobre caballos, evocando el Apocalipsis.
En
el centro del pórtico central, sobre el parteluz,
se encuentra una escultura de Cristo
Salvador,
El
Bello Dios de Amiens,
una magnífica representación de Cristo. La figura de Jesús aparece
bendiciendo con la mano derecha y con la izquierda sostiene los
Evangelios, pisando una serpiente. Bajo su figura, al pie del pilar,
la imagen del rey Salomón.
En ambos lados de la doble puerta se hallan las grandes estatuas de
los doce apóstoles y los cuatro profetas mayores. De izquierda a
derecha sucesivamente: los profetas Daniel y Ezequiel, seguidos por
Simón o Judas, Felipe, Mateo, Tomás, Jaime el Menor y Pablo. En la
siguiente secuencia: Pedro, Andrés, Jaime el Mayor, Juan, Simón o
Judas, Bartolomé, y los profetas Isaías y Jeremías. En su base, se
puede ver una serie de medallones lobulados que representan los
vicios y las virtudes. Lateralmente en la parte derecha de la puerta,
entre la puerta del Juicio y la de la Madre de Dios, hay otra serie
de medallones con otras escenas, entre ellas, Jonás
saliendo del cuerpo de la ballena.
Parte lateral izquierda
Parte lateral derecha
Papel
de la escultura gótica
La portada gótica sigue
cumpliendo la misma función caterquética y docente que ejerció
durante el Románico. Las diferencias hay que buscarlas en la
supremacía de la escultura sobre los elementos arquitectónicos que
configuran el portal, en la masiva presencia de imágenes, en la
novedad iconográfica de los temas y en su composición naturalista.
Otra
innovación que enmascara la estructura arquitectónica son las
arquivoltas esculpidas. Paralelamente, comienza a desplegarse un
exuberante ornato florar, en el que las ramas, los tallos del rosal y
los sarmientos de la vid cubren de vegetación los perfiles
tectónicos.
La invasión de imágenes
se explica por la necesidad narrativa, por el apuntamiento ojival del
tímpano, que ofrece un mayor espacio representativo, y por hacer
concordar el número de portadas con las naves transversales y
longitudinales del templo.
La piedad popular rinde
culto en las portadas a los santos protectores, a los mártires
milagreros y a los patronos de las ciudades, aunque la principal
fuente de inspiración iconográfica es el Nuevo Testamento. Se
representan los doce apóstoles y los cuatro Evangelistas. El
Maiestas Domini, es suplantado por el Beau Dieu,
un Cristo Humanizado, lleno de bondad.
La
mayoría de las catedrales francesas, alemanas y españolas están
consagradas a Santa María. Notre-Dame de París le dedica cuatro
puertas, desarrollando un ciclo mariano en el que tienen cobijo desde
la Presentación de la Virgen niña en el templo hasta su gloriosa
Asunción y Coronación. Sus frecuentes milagros y apariciones
durante el siglo XIII la habían aproximado tanto a los hombres, que
la Virgen Dorada de
Amiens y la Virgen Blanca
de Toledo, aparece como una doncella coqueta que sotiene al Niño en
sus brazos y gira la cabeza sonriente.
La composición de estas
imágenes marianas, levemente arqueadas y animadas de viveza,
inauguraba el naturalismo gótico, quebrando para siempre el
hieratismo de la ley de frontalidad románica.
Dentro del templo,
encontramos el retablo que decora la capilla principal. Se concibe
como una portada interior, confeccionada en madera policromada. La
principal causa de este desarrollo era la necesidad de embellecer el
altar mayor. El programa iconográfico que reciben los retablos puede
ser pictórico o escultórico, y la disposición que adoptan las
tablas y los relieves es la de casillero.
Cataluña optó por los
retablos pintados, y durante la segunda mitad del siglo XIV el taller
barcelonés de los hermanos Serra surtió de obras a toda la región.
Castilla
prefirió los retablos escultóricos flamencos. A lo largo del siglo
XV, Bruselas, Malinas y Amberes se convierten en centros de
exportación de retablos, inaugurando en Europa un gran comercio
artístico a gran escala. Paralelamente, se afincan en las ciudades
castellanas retablistas nórdicos con el objetivo de hacer fortuna.
Por último, aquí os dejo un vídeo muy breve donde se explican las características y motivos de la escultura gótica.
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