miércoles, 9 de diciembre de 2015

Torre del Oro

Nos encontraamos ante la Torre del Oro, en Sevilla, España. Esta torre pertenece concretamente al arte de Al-Andalus; a la arquitectura de los almohades.


La Torre del Oro es una torre de doce frentes; también llamada dodecagonal; está colocada al lado del río y tiene tantos frentes porque se trataba de una torre de vigilancia. Podemos observar que un su fachada hay pequeñas ranuras; doce en total, una en cada frente; estas pequeñas ranuras se llaman saeteras debido a que se utilizaban para lanzar flechas a los enemigos desde ahí; las saeteras están abocinadas hacia el interior para protegerse de ataques exteriores.



Podemos observar también que tiene arcos ciegos en su fachada; se tata de arcos de herradura polilobulados y con el acabado en punta hacia arriba; recibe entonces el nombre de arcos ciegos de herradura apuntados, hay también algunos arcos ciegos de herradura apuntados que no estan polilobulados, son arcos lisos. Sobre los arcos apuntados encontramos arcos de herradura con el intrados decorado con ondulaciones. Sobre cada arco tenemos un alfid liso con las albanegas decoradas con formas romboidales de colores verdes y blancos. 


En la Torre del Oro observamos que en los arcos ciegos hay unas pequeñas columnas o columnillas que sirven de apoyo a los arcos. Las columnas son finas y pequeñas, como podemos comprobar tienen el fuste liso; y los capiteles, que es donde reposan los arcos, son de decoración floral. El fuste de las columnas era fasciculado; es decir, estaba formado a raíz de pequeñas piezas. Las columnas son pseudodíteras. 

La Torre del Oro tiene una planta superior en la que encontramos las almenas de la terraza en la que se realizaban las rondas de vigilancia. Las almenas son lisas, no tienen ningún tipo de decoración y están acabadas en puntas; semejantes a las puntas de las flechas. Las almenas se encuentran al final de cada una de las plantas que tiene la torre. 


La parte final de la planta superior de la Torre del Oro acaba con una pequeña cúpula de la que sale un acabado final; que es una pequeña torre; a cuyo interior no se puede acceder; y de ahí, sale una pequeña antena.


La Torre del Oro está formada por tres cuerpos; el primero desde la entrada principal, el lado opuesto al Río Guadalquivir, hasta las primeras almenas. El segundo es desde las primeras almenas hasta las siguientes; en la planta superior. Y, por último, el tercero es el acabado de la cúpula.


La Torre del Oro se encuentra en Sevilla, Andalucía, España; junto al Río Guadarlquivir. En sus principios se trataba de una torre albarrana. Fue construida entre los años 1220 - 1221; por orden del gobernador almohade de la ciudad, Abù I-Ulà; que pidió lo que hoy se conoce como "primer cuerpo", después, por petición de Pedro I el cruel, se construyó el segundo cuerpo. Y por último, Sebastián Van der Borch, encargó que se hiciese el tercer cuerpo; con lo que la Torre del Oro se acabó de construir alrededor del año 1760.

Desde la construcción de la torre hasta la actualidad, esta, ha sufrido numerosas reformas; la última fue realizada en 2005.



martes, 8 de diciembre de 2015

El emperador Miguel VI prosternado ante el Pantocrátor.

Nos encontramos ante la imagen de El emperador Miguel VI prosternado ante el Pantocrátor. Se trata de mosaico retrato del emperador Miguel VI.


Esta imagen es un retrato del emperador Miguel VI prosternado ante el Cristo Pantocrátor. Se trata de un mosaico o tesela. Los mosaicos pertenecen a la decoración musivaria, y esta, pertenece a la pintura de decoración pictórica. Como todos los mosaicos se trata de una representación policromada.

Este mosaico o tesela se encuentra en la puerta de acceso de la iglesia de Santa Sofía, en Estambul, Turquía. Esta hecho entre los años 1056 - 1057.

Los mosaicos se convirtieron en iconografía oficial bizantina. Los mosaicos no se hacían fácilmente; había que seguir una serie de pasos que eran:

-Diseñar el cuadro o emblema.
-División de acuerdo con el colorido.
-Plantilla en papiro o en tela.
-Transportar al lugar.
Y, -Preparar bien el suelo.

Una vez hecho todo esto se comenzaba a plasmar el mosaico final que hoy aún podemos ver en los lugares en que se ha conservado bien.

Esta imagen del Emperador Miguel VI es muy importante porque pertenece a la Segunda Edad de Oro de la decoración musivaria bizantina.


Cristo como Maestro. La Orante y La Virgen con el Niño.

Nos encontramos ante una imagen pictórica perteneciente al arte paleocristiano y bizantino. En concreto nos encontramos con la pintura más importante de las Catacumbas de Priscila, la de Cristo como Maestro. La Orante y La Virgen con el Niño.


Observamos la imagen en el centro de Cristo, con los brazos abiertos y mirando hacia el cielo en representación de divinidad; a uno de sus lados encontramos a la orante, y al otro a la Virgen con el Niño en brazos.

Esta imagen perteneciente a las representaciones de las catacumbas, representa, según el evangelio de San Mateo a Cristo reconociéndose a sí mismo; representa también la divina sabiduría.

Como podemos observar se trata de una pintura pictórica, policromada, religiosa y de arte paleocristiano y bizantino.

La obra se encuentra en las Catacumbas de Priscila, en Roma, perteneciente al siglo III d.C. Aunque la imagen está un poco deteriorada actualmente, podemos observar todos los rasgos de los personajes representados y la policromia existente. Podemos también compararlo con las representaciones que tenemos actualmente de Cristo y comprobar que faltan muchos de los rasgos que conocemos actualmente, como la barba, o el pelo largo. También vemos que aparecen cosas que nosotros no tenemos en la representación actual, como la túnica o el pañuelo de la cabeza.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Iglesia de Santa Sofía (exterior)

Se trata de un edificio asentado sobre una cúpula central sustentado mediante pechinas, que a su vez soporta el peso mediante dos bóvedas de cuarto de esfera, cuya fuerza es manteniada a su vez por dos bóvedas de menor tamaño(ábsides), que estas junto a las anteriormente dichas, forman una estructura escalonada y soportada por cuatro enormes contrafuertes a sus extremos. Por toda la estructuras aparecen diferentes ventanas, sobre todo alrededor de la gran cúpula que permiten una gran iluminación. El edificio esta construido presumiblemente por ladrillos y los techos formados por tejas. En los cuatro extremos de esta obra arquitetónica aparecen cuatro minaretes propios de la época musulmana.Se puede observar como esta dividida por tres naves devido al enorme ábsides, donde la nave central es presumiblemente más grande que las laterales.

Referiendonos a la teoría, nos encontramos ante la Iglesia de Santa Sofía(532-537). Desde la Edad de Oro de Bizancio, esta mezquita que en un tiempo fue un templo católico, es uno de los más extraordinarios edificios dentro de la historia de la arquitectura. Desempeñó un papel importantísimo tanto arquitectónica como litúrgicamente en la confesión Ortodoxa Oriental, en el Imperio Bizantino y, más tarde, como mezquita durante el Imperio Otomano. Fue reconstruida en la época de Justiniano,  para ello el emperador recurrió a dos arquitectos de tradición griega, Antemio de Tralles como autor teórico del proyecto e Isidoro de Mileto, encargado de llevarlo a término.

Su esplendor es debido, en parte, al haber sido levantada junto al palacio del emperador Justiniano. Se concibe como la gran iglesia del emperador y contiene todos los elementos de la magnificencia cortesana a la vez que unifica todas las tradiciones arquitectónicas de la Antigüedad: la tradición oriental de la arquitectura mesopotámica, persa y siria, se funde con las tradiciones constructivas griegas, romanas y paleocristianas, además de las adiciones musulmanas. A su vez, Santa Sofía va a ejercer una gran influencia en la arquitectura posterior del Románico y del Renacimiento.
En el año 568 Isidoro el Joven fue el encargado de reconstruir la cúpula, castigada por los terremotos de los años 553 y 557 y definitivamente destruida por el año 558.

 En 1453 Constantinopla fue tomada por los turcos y la iglesia Santa Sofía convertida en mezquita. A consecuencia de ello se levantaron los minaretes exteriores, se transformó la decoración interior agregando los cuatro emblemas circulares en las esquinas de la planta, los primitivos mosaicos se vieron afectados perdiendo el esplendor original y se reorientó el templo, que alteró el eje longitudinal original de la planta ya que el ábside de la iglesia quedó relegado a segundo plano. Al principio los turcos preservaron los frescos y las figuras de mosaicos de los santos cristianos que adornaban las paredes, pero en el décimosexto siglo, éstos fueron cubiertos totalmente con yeso ya que el código islámico prohibe la representación figural.

Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la república laica de Turquía, convirtió en el año 1935 la iglesia Santa Sofía en museo, tras una importante restauración. El Museo Santa Sofía se encuentra en Sultanahmed, en el corazón del barrio histórico de Estambul, Turquía. El edificio, orientado hacia el este, se enfrenta con la Mezquita Azul y por una de las calles laterales con la Yerebatan Cistern. El Topkapi Palace está a unos pocos metros.


Catacumbas de San Calixto

Nos encontramos ante una estrucruta de largos pasillos, que estan flanqueados mediante una estructura que cubre todas las paredes laterales, por unos huecos rectangulares y superpuestos. Nos encontramos ante una obra que aparentemente no estaba creada para su vición, devido a su escasa iluminación y decoración(aunque no inexistente). vemos como la estructura está sustentada mediante pilares adosados a las paredes.



Pinturas en las catacumbas de San Calixto
Hablando respecto a la teoría, nos encontramos ante las catacumbas de San Calixto.Empezaron a existir hacia la mitad del siglo II y forman parte de un complejo que ocupa una extensión de 15 hectáreas, con una red de galerías de casi 20 km. en distintos pisos, y alcanzan una profundidad superior a los 20 metros. En ellas se enterró a decenas de mártires, 16 papas y muchísimos cristianos. Reciben su nombre del diácono San Calixto, designado a principios del siglo III por el Papa Ceferino como administrador del cementerio. De ese modo, las catacumbas de San Calixto se convirtieron en el cementerio oficial de la Iglesia de Roma. El cementerio subterráneo consta de distintas áreas. Las Criptas de Lucina y la zona llamada de los Papas y de Santa Cecilia son los núcleos más antiguos (siglo II). Las otras zonas reciben el nombre de San Milcíades (mitad del s. III), de San Cayo y San Eusebio (finales del s. III), Occidental (primera mitad del s. IV) y Liberiana (segunda mitad del s. IV) con muchas criptas importantes. 

Al lado está la cripta de Santa Cecilia, la popular patrona de la música. Fue sepultada donde se encuentra ahora su estatua y venerada allí al menos durante cinco siglos.La estatua es copia de la célebre obra de Maderno.La cripta estaba toda ella decorada con frescos y mosaicos (comienzos del s. IX). En el muro próximo a la estatua hay una imagen de Santa Cecilia, en actitud orante; más abajo, en un pequeño nicho, se ve la figura del Salvador, que tiene en una mano el Evangelio; junto a él está pintado el papa mártir San Urbano. 

Pasando por imponentes galerías llenas de lóculos, llegamos a cinco pequeñas habitaciones, verdaderas tumbas de familia, llamadas cubículos de los Sacramentos, que son importantes especialmente por sus frescos. Se pueden datar en los comienzos del s. III y representan simbólicamente los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía. En ellos se encuentra el profeta Jonás, símbolo de la resurrección.

Pintura de la cripta de Lucina: Figura del Buen Pastor









sábado, 5 de diciembre de 2015

Cristo Pantocrátor

Nos encontramos ante una obra pictórica, perteneciente al arte bizantino, concretamente con el Cristo Pantocrátor, un mosaico representado en la cúpula de la iglesia de Santa María del Almirante, comúnmente llamada la Martorana, situada en Palermo, Italia.



Es muy común, tanto en el arte bizantino como en el románico, designar con el término Pantocrátor la imagen con que se representa al Todopoderoso, Padre e Hijo, es decir, Creador y Redentor.

El Pantocrátor se representa bajo un aspecto severo, de expresión seria y solemne. Para mayor expresionismo gestual su fisonomía adopta el rostro con bigote, barba y larga melena negra. Es habitualmente un Cristo nimbado y a veces coronado, y cuyo gesto habitual muestra la mano derecha levantada para impartir la bendición y teniendo en la izquierda los Evangelios o las Sagradas Escrituras. En ocasiones, se representa sólo el busto; otras veces, la figura completa entronizada que, cuando se trata del Padre, sostiene en sus rodillas a Cristo hijo.

Se suele representar sentado en un trono o sobre la bóveda celeste, en un signo de su autoridad universal. Se rodea de una mandorla, un marco en forma de almendra cuyo origen se hallaría en el clípeo de los retratos funerarios romanos y que evocaría el simbolismo de la esfera celeste como imagen de perfección. Aunque en el caso de la mandorla al tener forma almendrada complica su simbolismo, pues se trata de una figura geométrica diseñada con dos círculos que se cortan. Lo que supone una representación de los dos mundos, el terrenal y el celestial. La ubicación de Cristo en la mandorla alude así a su doble condición humana y divina. Rodeándolo aparecen los cuatro evangelistas: San Mateo, San Juan, San Marcos y San Lucas.

El Pantocrátor trasmite a través de su imagen la fuerza y el poder justiciero de Dios, en un equivalente al poder totalitario ejercido por los monarcas del Imperio bizantino, o por la nobleza feudal de la Edad Media europea.
En última instancia se trata de una referencia a la autoritaria ejercida desde el miedo, que se traslada a una concepción cristiana basada asimismo en el “temor de Dios”.

Su importancia jerárquica en la iconografía cristiana explica su ubicación siempre en lugares preeminentes: en los ábsides de las iglesias, los tímpanos de las portadas de los templos o decorando los frontales de las mesas de altar, en un claro ejemplo de jerarquización espacial de los temas, tan habitual en la imaginería cristiana.
Como hemos comentado el Pantocrátor va a ser una imagen recurrente durante un amplio periodo artístico medieval, aunque sus mayores referencias se encuentran en el arte bizantino y en el Románico. En el primero es un icono habitual junto al de la Virgen como Theotokos, y aparece asimismo con frecuencia en los mosaicos que iluminan el interior de algunas iglesias, como la de Santa Sofía. En el arte Románico es constante su presencia pintado en los ábsides de las iglesias, caso del más famoso del arte español, como el de San Clemente de Tahüll.

Basílica de Santa Sabina

Nos encontramos ante una obra arquitectónica, perteneciente al arte paleocristiano, concretamente con la basílica de Santa Sabina, construida entre los años 422 - 433 en el monte Aventino, una de las siete colinas sobre las que se construyó Roma. 
Fue construida por el sacerdote Pedro. En 1219 fue entregada a Santo Domingo, siendo hoy la sede de los dominicanos. Además, es, a día de hoy, el mejor ejemplo que se conserva de una basílica paleocristiana.
Como bien sabemos, la basílica paleocristiana es la sucesora de la romana, y lo es por el hecho de que fueron estos mismos edificios reconvertidos en templos, tras la promulgación del Edicto de Milán (313 d. C.)


En cuanto al exterior, observamos que el muro está recubierto por ladrillo o mampostería, materiales baratos y ligeros. Podemos observar también las tres naves y la diferencia de altura de la central con las demás. Sobre las naves laterales, se abren varios ventanales, otorgando una mayor luminosidad interior, además de suavizar el aspecto tosco de la basílica. Además, encontramos una cubierta a dos aguas. En general, el exterior del templo es austero y carece de ornamentación, lo que refuerza la interiorización del edificio paleocristiano.


En cuanto al interior, podemos diferenciar perfectamente las tres naves, de las cuáles, la central tiene una anchura y altura mayor, como se aprecia en el exterior. La planta es idéntica a la de la basílica romana, rectangular, y las naves están separas por intercolumnios. La techumbre es plana y de madera, lo que permitía además una mejor acústica durante la misa.
Como podemos observar, en los muros de la parte superior de la nave central se abre una fila de ventanas o vanos, esto aporta una mayor luminosidad a la nave, a la vez que aligera el peso de la estructura.


Bajo los ventanales, a la altura de las naves laterales, encontramos una serie de columnas unidas por arcos de medio punto, a esto se le llama intercolumnios. Esta fila de intercolumnios son las que dividen la basílica en las tres naves.
Las columnas están hechas en mármol, y presentan capiteles con motivos vegetales, hojas de acanto, siguiendo el orden corintio. También se presenta un fuste acanalado que otorga mayor esbeltez a la columna.
En el centro de la nave central, nos encontramos la pérgola de acceso a la parte privada de la basílica, sólo accesible para el clero.


Al entrar en la basílica, los elementos y la disposición de los mismos están orientados hacia la cabecera y el altar, simbolizando de esta manera "el camino de Dios". En la cabecera tenemos el ábside, en el que se encuentra un fresco de Taddeo Zuccari realizado en el 1560, aunque en realidad sustituye al mosaico original del siglo V. Probablemente y a pesar del cambio, la composición se mantuvo fiel al mosaico.
El ábside está enmarcado en un gran arco del triunfo, el cuál encontramos bordeado por medallones con imágenes de Santos. Bajo el ábside se abren tres grandes ventanas, simbolizando la Santísima Trinidad.


Uno de los elementos más destacados de la basílica es la imponente puerta de madera, la cuál se conserva desde el siglo V, aunque se cree que quizás fue creada para otro lugar distinto al que ocupa hoy día. 
En esta, podemos ver relieves del antiguo y nuevo testamento, como por ejemplo, la crucifixión de Cristo, una de las escenas que se representaron por primera vez sobre este capítulo. 
La calidad de la talla dota de más valor, si cabe, a la puerta. Esto a llevado a cuestionarse a los expertos algunos elementos de la misma, ya que se aprecia una gran imaginería en varias escenas. Además, no hay que dejar atrás la inscripción en latín que hay sobre el umbral de la puerta, la cuál es original.