Blog de clase de Historia del Arte IES Ramón y Cajal (Tocina-Sevilla)
lunes, 16 de mayo de 2016
Autorretrato a la edad de los 50 años
Nos encontramos ante una obra pictórica de Rembrandt, se trata del autorretrato de Rembrandt a la edad de 50 años, en óleo sobre lienzo de 1657, pertenece a la escuela holandesa del arte barroco. Rembrandt será un gran amante de los autorretratos igual que Tiziano. Se retratará en variadas situaciones y contextos, recogiendo en la mayor parte de los casos su estado de ánimo. En esta ocasión observamos al maestro como si acabara de abandonar el trabajo, con un aspecto desaliñado y con algunas arrugas, una incipiente papada pero lleno de vitalidad y energía como atestiguan sus ojos y su expresión. La pincelada empleada es suelta, diferente a los retratos de la primera época como el de Dirck Pesser, pero quizá muestren ahora una mayor fuerza, más personalidad. Empleando su luz dorada característica resalta el rostro en su zona derecha, dejando el resto en semipenumbra. El colorido mediante tonos marrones sirve para acentuar esos juegos de luz inspirados en Caravaggio. Rembrandt cursó su formación pictórica con Pieter Lastman y le enseña los secretos de tenebrismo caravaggiesco. Rembrandt acuña un estilo propio en el que los constrastes de luz y sombra nunca serán tajantes sino que envuelve sus figuras en penumbras graduadas, misteriosas y doradas. Abre un taller y comienza a pintar asuntos bíblicos y a desarrollar la técnica del grabado al aguafuerte. Algunas de sus obras más importantes son La lección de anatomía, La ronda de noche, etc.
Estamos ante una obra pictórica. En la imagen
aparecen las tres
gracias de la mitología griega. Se representan a dos de ellas de perfil y
la del medio, de espaldas con la cabeza vuelta, estando las tres con el
cuerpo desnudo.El trío está
enmarcado con un árbol a la izquierda que se tuerce y quiebra con
contraste cromático y el color de una gasa en la rama y a la derecha hay
un cupido con una cornucopia dorada de la que cae agua y arriba del
cuadro una guirnalda de flores. A esto se le une un gran colorido y luz,
con un fondo en el que se representa un paisaje en el que hay una serie
de animales. Están representadas
con un peinado de la época, desnudas y reunidas, pero conectadas entre
sí a través de los brazos, el velo transparente y las miradas, parecen
iniciar una danza al tener todas una actitud delicada y un pie
retrasado. Se caracterizan por la flacidez de sus carnes y la
ampulosidad de sus contornos.El colorido es muy brillante y predomina el color sobre el dibujo.
Aplicando la teoría, sabemos que se trata de Las tres Gracias. Es un cuadro del pintor barroco Pedro Pablo Rubens, realizado en 1368 expuesto en el Museo del Prado de Madrid, España. Está pintado al óleo y mide 221 cm de alto por 181 cm de ancho.
Historia:
Las Tres Gracias es la obra más famosa de Rubens. Fue adquirida por Felipe IV
entre los bienes del pintor, subastados tras su fallecimiento -el 30 de
mayo de 1640- pasando a decorar alguna de las salas del Alcázar de
Madrid. El hecho de estar pintado sobre tabla indica la relación del
maestro con la pintura flamenca
antigua. Las Tres Gracias se llamaban Eufrosine, Talía y Anglae y eran
hijas de Zeus y Eurymone. Siempre aparecen desnudas ya que la belleza no
necesita cubrirse. Son las representaciones de la afabilidad, la
simpatía y la delicadeza. El asunto y la manera de tratarlo se remontan
al arte clásico pero fue Rafael, en el Renacimiento, quien lo recobró.
Las Gracias (Rafael)
Análisis de la obra:
Rubens mantiene la composición del italiano, pero cambia la relación
entre las tres figuras que están conectadas entre sí a través de los
brazos, el velo y sus miradas, es decir, psicológicamente, dando así
nueva unidad al grupo. También ha cambiado el canon de belleza,
empleando el típico de sus pinturas, con mujeres entradas en carnes pero
proporcionadas, elegantes. La sensación de movimiento y gracia que
irradian las tres jóvenes es excelente, obteniendo el efecto de invitar
al espectador a integrarse a la escena. Las flores de la guirnalda
superior y el fondo de paisaje acentúan la belleza del conjunto. El
fuerte foco de luz que utiliza el maestro resalta el colorido perlado de
las muchachas, en cuyos rostros creen algunos reconocer las facciones
de las dos esposas del pintor -Isabella Brant y Hélène Fourment-
mientras otros opinan que se trata de diferentes variaciones de ésta
última. La belleza femenina de la pintura de Rubens está resumida en
este magnífico trío.
Rubens:
Como características de su obra destacan:
– Dinamismo y movimiento de las figuras y la composición, con esquemas diagonales.
– Colorido intenso y cálido, inspirado en la pintura veneciana.
– Exuberancia de las figuras: hombres musculosos, mujeres carnosas y
sensuales que se agrupan en composiciones de ritmo turbulento en formas
enroscadas.
– Cultivó todos los géneros y su influencia fue enorme.
Como pintor religioso: crea composiciones grandiosas y teatrales, con aspecto a veces de escenas cortesanas, como La Adoración de los Magos, que conectan con el sentido triunfal y el deseo de magnificencia de la iglesia católica. Otras obras son:La Caída de los Condenados y El Descendimiento
La caída de los condenados
Los temas mitológicos son un pretexto para introducir
desnudos dinámicos y actitudes teatrales movidas; son composiciones de
tipo histórico-alegórico en las que junto a los personajes de la
historia aparecen las divinidades del Olimpo: los desnudos de carnes
abundantes, blandas y nacaradas, para los que utilizó a veces como
modelos a sus esposas. Destacan entre ellos: El Rapto de las hijas de Leucipo y El rapto de las Sabinas, El juicio de Paris y Las tres Gracias.
El juicio de Paris
Como retratista, crea un tipo de retrato cortesano, en
el que más que la psicología del personaje, cuida el vestido y el
escenario como símbolo de su categoría social. Destacan Retrato de Elena con sus hijos, La mujer del sombrero de plumas, El Retrato de María de Médicis o su propio Autorretrato.
María de Medicis
Sus paisajes de taller revalorizan la vida rural, de
juegos de luces dramáticas y una naturaleza movida, basándose en nubes,
caminos y troncos que se retuercen: Paisaje con Filemón y Baucis, La Vuelta del Campo…
La escena muestra a la Virgen tumbada sobre
una mesa prepara como lecho provisional para colocar el cuerpo sin vida.
Vestida con un llamativo vestido rojo, María tiene la cabeza ladeada
hacia la derecha, el pelo alborotado y la mano izquierda posada sobre el
vientre, ligeramente abultado, mientras el brazo izquierdo cae inerte.
Aunque los apóstoles han intentado cubrir el cuerpo de la madre de
Cristo, los pies sobresalen desnudos. Tan sólo un casi imperceptible
nimbo corona la cabeza de María. A su lado, sentada sobre
un taburete bajo, María Magdalena llora de manera desconsolada, dejando
caer la cabeza sobre sus rodillas. Delante de ella observamos una
palangana posiblemente usada para lavar el cadáver. Detrás del lecho
mortuorio un grupo compacto de apóstoles velan el cuerpo de María.
Vestidos con pesados mantos, en primer término podemos identificar a
Pedro, situado a los pies, Pablo, con barba larga que observa
meditabundo y Juan, el más joven, vestido de verde, situado junto a la
cabeza de la Virgen. El resto de apóstoles asisten al velatorio
mostrando distintas actitudes desde la mirada ausente hasta los que
entablan conversación.
Aplicando la teoría, nos encontramos ante la obra de Michelangelo Merisi "il Caravaggio", pintada sobre sobre lienzo al óleo (con un tamaño de 369 x 245 cm.), en el año 1606, y llamada La muerte de la Virgen. Actualmente se encuentra en el Museo del Louvre, París.
Historia:
Es una obraencargada por Laerzio Cherubini, un abogado papal, para su capilla en la iglesia carmelita de Santa Maria della Scala, en el Trastevere, Roma, en 1601.La representación de la Virgen María
causó cierto escándalo, y fue rechazada como inadecuada para la
parroquia, que en su lugar puso un cuadro sobre el mismo tema realizado
por Carlo Saraceni. Por consiguiente, y por recomendación de Pedro Pablo Rubens, que la ensalzó como una de las mejores obras de Caravaggio, el cuadro fue comprado por el Duque de Mantua, Vincenzo Gonzaga, por trescientos ducados. Antes de abandonar Roma, esta obra fue expuesta en la Accademia di San Luca.
Después de pertenecer a los Gonzaga, fue adquirida por Carlos I de Inglaterra y, tras la venta de su almoneda, pasó al banquero Everhard Jabach y, mediante adquisición en 1671, al rey Luis XIV de Francia.
Análisis de la obra:
La obra fue la más escandalosa de la carrera de Caravaggio, y su leyenda
se ha visto acrecentada a lo largo de la historia del arte.Una leyenda es la que justifica el rechazo de los religiosos ante la
pintura, pues se decía que Caravaggio había tomado como modelo el
cadáver de una mujer ahogada en el Tíber (lo cual podía ser consecuencia
de un suicidio, un terrible pecado como para servir de modelo a la
Virgen). Caravaggio pintó una mujer desmadejada, casi flotando sobre el
lecho de muerte, con el cabello desordenado, el vientre hinchado (de ahí
la hipótesis de la ahogada), las piernas descubiertas sin pudor y la
piel verdosa, sin el aura celestial que se atribuía a las figuras
sagradas. A su alrededor, los discípulos se agrupan en corrillos
informales llorando y comentando la muerte de la Madre de Cristo.
Magdalena llora desconsoladamente con el rostro entre las manos. La
composición es de una fuerza expresiva muy especial, enfrentando las dos
diagonales que forman el cuerpo de María, en el vestido rojo, y el paño
del cortinaje en el mismo color. Entre ambos destellos cromáticos se
recogen todas las expresiones de dolor y desconsuelo en los rostros y
los gestos de los apóstoles. Pese a las críticas, Caravaggio realizó un
poético retrato de la muerte, en su presencia más cruda entre los seres
queridos de la difunta, que apenas pueden reaccionar por su pérdida.
Caravaggio:
Caravaggio
fue un pintor original y revolucionario, que aportó nuevos elementos
pictóricos a las escuelas europeas, buscó llevar a su máxima expresión
el naturalismo, inundando sus obras de aspectos desagradables.En todas las obras de este pintor se puede apreciar la predileción de éste por el ángulo contrapicado, fue el máximo representante de la escuela barroca italiana, y es que el tenebrismo fue adoptado por distintas escuelas, lo que le convierte en la máxima figura pictórica italiana. Con este desplazamiento espacial consigue dotar a sus obras de mayor profundidad y realismo.
-Obras: Sólo alrededor de 50 pinturas de Caravaggio sobreviven. Una de ellas, La vocación de los santos Andrés y Pedro ha sido identificada y restaurada en 2004.Actualmente existen cinco pinturas de Caravaggio en España, catalogadas como autógrafas del artista: David vencedor de Goliat (Museo del Prado), Santa Catalina de Alejandría (Museo Thyssen-Bornemisza), Salomé con la cabeza de Juan el Bautista (Palacio Real de Madrid), San Jerónimo (Museo de Montserrat) y San Juan Bautista con el cordero (Catedral de Toledo), si bien esta última suscita dudas y algunos expertos la asignan a Bartolomeo Cavarozzi. Antiguamente existieron en colecciones españolas al menos dos obras más, ahora en el extranjero: Martirio de san Andrés (Museo de Arte de Cleveland) y El sacrificio de Isaac (Colección Barbara Piasecka Johnson).
Observamos una
monumental fachada, siendo el conjunto bastante clasicista, una de las
características del diseño es la simetría del conjunto y los grandes
ventanales que tiene para que la luz entre al interior. Rodeado de unos grandiosos jardines llenos de fuentes y estanques y de su parque. Sus pilastras son jónicas. Se distinguen tres pisos, la
fachada es simétrica, con unos salientes para aportar ritmo y ligereza a
la monotonía de tan larga fachada, disponiendo de numerosas ventanas. El
edificio está conformado por la fachada con sillares almohadillados, el
cuero intermedio, con dimensiones exageradas, de cientos de metros de
estructura que tienen un palco con terrazas para romper la monotonía, y
esculturas que coronan el entablamento.
Aplicando la teoría, sabemos que se trata del Palacio de Versalles de Jules-Hardouin Mansart y André Le Nôtre, construido entre los años 1678-1703 en Francia.
Historia:
El Palacio de Versalles es un edificio que desempeñó las funciones de una residencia real en siglos pasados. Su construcción fue ordenada por Luis XIV, y constituye uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa. Con sus tres palacios, sus jardines y su parque, Versalles es un
dominio inmenso. Si bien Luis XIII hizo edificar allí un pabellón de
caza con un jardín, Luis XIV es su verdadero creador, ya que le dio su
amplitud y determinó su destino. Luis XIV dejó París y decidió construir Versalles como una pequeña
ciudad alejada de los problemas. Tendría varias etapas constructivas,
marcadas por las amantes de Luis XIV.
Primera etapa (1661-1668): Sería un palacete de caza al que se
añadieron dos alas laterales que, al cerrarse, conformaron la plaza de
armas. Son fachadas de ladrillo y unifica la cubierta usando también la pizarra y las mansardas.
Segunda etapa (1668-1678): Luis XIV pretende trasladar
definitivamente la corte a Versalles. Se añaden las dos alas laterales
para dar prioridad visual al jardín, realizado por André Le Nôtre.
La fachada que da al jardín está construida siguiendo el modelo
italiano. Un primer piso de sillares almohadillados. Un piso noble de
doble altura con crujías retranqueadas, jugando con entrantes y
salientes y alternando columnas y pilastras. Por último, un tercer piso
que sería el ático, rematado por una serie de figuras escultóricas
(trofeos y jarrones) que casi no dejan ver la caída de la cubierta, la
cual no es muy inclinada. Llegaron a vivir en él hasta 20.000 personas.
Tercera y última etapa (1678-1692): En esta ampliación, realizada
por Mansart, se construyó la capilla real en el Ala Norte del Palacio, a
doble altura y con acceso directo a cota cero desde el exterior,
estando la Tribuna Real situada en el piso principal, desde donde el rey
y su familia atendían a la misa.
El jardín de Versalles es clasicista, ordenado, racionalizado. Con el
paisajismo se obliga a la circulación. Crea una organización que
relaciona todas las esculturas y fuentes y ensalza la monarquía. Las
esculturas se señalan unas a otras. Progresiva civilización del jardín:
muy ordenado, podado y cuidado en la zona próxima al palacio, y después
se va asilvestrando, es decir que se hace más silvestre a medida que nos
alejamos del palacio. Tres siglos después de su creación, el dominio sigue siendo
considerable pues cuenta con 800 hectáreas (originalmente eran unas 8
000 hectáreas), 20 km de caminos, 200 000 árboles, 35 km de
canalizaciones, 11 hectáreas de techumbre, 2 153 ventanas y 67
escaleras. El conjunto del palacio y parque de Versalles, incluyendo el Gran Trianón y el Pequeño Trianón, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
Arquitectura:
Sus pilastras son jónicas, las columnas de estilo francés creadas por Le brun.
Se distinguen tres
pisos, el segundo piso es en el que la nobleza y realeza realizaban sus
quehaceres, la fachada es simétrica, con unos salientes para aportar
ritmo y ligereza a la monotonía de tan larga fachada, disponiendo de 250
ventanas
El edificio está
conformado por la fachada con sillares almohadillados, el cuero
intermedio, con dimensiones exageradas, de cientos de metros de
estructura que tienen un palco con terrazas para romper la monotonia, y
esculturas que coronan el entablamento.
La decoración interna
corre de parte de Le Brun , el interior se encuentra lujosamente
decorado, con el típico estilo barroco, con una serie de habitaciones
dispuestas en fila, y excesivamente decoradas,habitaciones decoradas con
estampados de hilo de color oro, combinados con azul, rojo o verde,
grandes camas y sillones decorados de la misma manera que la habitación,
la luz juega un papel vital siendo un elemento decorativo por las
múltiples ventanas de la estancia.
La columna, la escalera,
y las galerias también tienen una función decorativa, el ático esta
coronado por trofeos, y rodeado por el inmenso jardín, con fuentes y
estanques.
Temática y Simbología:
El palacio de Versalles
es la residencia de la familia real y de la corte, representa el poder
del régimen absolutista, y del monarca, pues él es el centro y todo gira
a su alrededor, el palacio en sí revela el poder, con su grandeza,
tanto en Francia como en el resto de Europa.
Simboliza el
absolutismo y el poder del rey,como símbolo propagandístico y con la
construcción del palacio la grandeza del mismo.
El agua fluyendo de las fuentes también tiene un significado,el jardín simboliza el sentido fugaz de la vida
Antecedentes e Influencias posteriores:
Los antecedentes hay que
buscarlos en el Renacimiento, como en El Palacio del Escorial el cual
era de un gran tamaño, los palacios del Louvre y de las Tullerias con
estilo clasicista que serviria de inspiración en el palacio de
Versalles posteriormente, con fachadas colosales y con jardines, y el
palacio del Buen retiro o las villas campestres de recreo italianas,
servirian seguramente de inspiración de realizar un palacio a lo grande y
dandole una gran importancia al agua.
Versalles supuso un
modelo arquitectónico que serviria de ejemplo posteriormente a otras
partes de Europa, en España se ve un claro ejemplo con la construcción
del Palacio Real de Madrid, el Palacio de la granja de Segovia, o el
Palacio de Aranjuez en Madrid.
Nos encontramos ante una obra escultórica de grandes dimenciones. Se trata de un hombre portaor de una lanza en su mano derecha y vestido unicamente con una túnica que cae en cascada desde su brazo izquierdo. Esta obra visiblemente realizada en mármol, parte de la trasmición que tiene vida y movimiento. La postura en cruz de la obra trasmite un cierto dramatismo guiado por el tema religioso, y que hace, que los espectadores centren su mirada en su lanza.
Aplicando la teoría, sabemos que esta escultura se trata del San Longinos de Gian Lorenzo Bernini, escultor del Barroco italiano. Esta obra en mármol creada entre los años 1629-1638 se encuentra en la Basílica de San Pedro del Vaticano(Roma) y mide 440cm.
Características de la obra:
Esta
escultura es una obra de madurez del genial artista Barroco Gian
Lorenzo Bernini, quién en la etapa final de su producción artística como
escultor se ocupó casi de forma exclusiva de tallar obras religiosas.
Con esta obra Bernini rompe con uno de los mitos que generó Miguel
Ángel para dignificar su condición de artista, y que no era otro que
para considerar una escultura como una obra maestra, el escultor debía
de ser capaz de “extraerla” de un solo bloque de piedra.
En este caso Bernini huye de esta concepción y compone esta obra
uniendo múltiples piezas: cabeza, tronco, extremidades y la parte
delantera y posterior del manto.
Las obras escultóricas de Bernini están concebidas en profundidad y para ser contempladas desde un único punto de vista.
Bernini hará una utilización del mármol muy novedosa buscando
transmitir texturas a través de los ropajes, cuya entidad trasciende su
simple condición de ropajes, y se convierte en un elemento que dota a la
imagen de gran realismo y movimiento.
La pesadez y entidad de estos ropajes hace que para que el cuerpo de
San Longinos “emerja” de entre las telas debe de estar en máxima
tensión, que se nos muestra contenida pero que dota a la imagen de esa
sensación de esfuerzo y tensión muscular.
Bernini demuestra con esta obra su dominio y maestría de la escultura
con la estudiada composición de la obra, en la que la lanza y los
brazos del santo se contraponen acentuando la sensación de movimiento de
la figura de San Longinos, ejecutada con un naturalismo que recuerda a
las esculturas griegas del período helenístico,
El otro aspecto destacable es la expresividad de la cara de San
Longinos, cuya expresión contenida y dignidad trasluce el sentimiento de
culpa de este personaje histórico, que fue quién clavó la lanza a
Jesucristo cuando estaba crucificado, abriéndole la herida del costado
en la que Santo Tomás tuvo que meter los dedos para confirmar que había
resucitado.
Gian Lorenzo Bernini: Arquitectura: Es el arquitecto más representativo de todo el barroco italiano. Sus características como arquitecto barroco fueron:
Dar mucha importancia a lo decorativo, tanto en el interior como en el exterior.
Los elementos constructivos (columnas, pilastras, etc.) se
multiplican, pero con función decorativa, siendo su único fin dar ritmo
arquitectónico.
Frontones, entablamientos, etc. se rompen, las curvas se compenetran con líneas rectas, buscando siempre presiones dinámicas.
En las iglesias prefiere las plantas centralizadas, fundamentalmente la planta ovalada (pequeñas iglesias).
-Obras:
Plaza de San Pedro(Imagen superior)
Iglesia de Sant'Andrea en el Quirinal(Imagen inferior)
Capilla del marqués Raimondi en San Pietro in Montorio, Roma
Colegiata de Ariccia
Iglesia de San Tomás de Villanova (Ariccia)
de la Iglesia de San Francisco, en Quito (Ecuador)
Escultura:
En sus primeras obras Bernini respetaba fielmente los cánones
clásicos, a la vez que se observaba la influencia manierista de su
padre. Sin embargo, su estilo muestra una evolución en los cuatro grupos
Borghesianos, donde aparece con fuerza la creatividad del artista.
En estas composiciones el artista plasma el momento culminante del
drama, mostrando la gracia y la expresión de los personajes. Pero sobre
todo, lo que fascina de estas obras es el virtuosismo, la naturalidad,
el efecto de materialidad y de claroscuro.
Por otro lado, resulta novedosa la relación de las esculturas con el
espacio circundante, ya que están concebidas para ser observadas desde
un punto determinado, no para ser rodeadas y vistas desde cualquier
ángulo.
Como ejemplo de su maestría con la piedra, durante los trabajos del busto de Scipione Borghese,
apareció un defecto en el mármol. Borghese aceptó no posar durante
varios días, ignorando que en ese tiempo esculpiría un busto idéntico
desde cero. Algunas de sus obras son:
Apolo y Dafne (1622-1625) - Mármol, altura 243 cm, Galería Borghese, Roma
David (1623-1624) - Mármol, altura 170 cm, Galería Borghese, Roma
Luis XIV a Caballo (1669-1670) - Terracota, altura 76 cm, Galería Borghese, Roma
Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni (1671-1674) - Mármol, capilla Altieri-Albertoni, San Francesco a Ripa, Roma
La Verdad (1645-1652) - Mármol, altura 280 cm, Galería Borghese, Roma
Éxtasis de Santa Teresa (1647-1652) - Mármol, capilla Cornaro, Santa Maria della Vittoria, Roma
Nos encontramos ante el coro de la catedral de Toledo. Esta obra fue realizada por tres maestros: la parte baja, con relieve en los respaldos de la Guerra de Granada, fue labrada entre 1489-1494 por el entallador Rodrigo Alemán. La construcción de las sillas altas y el coronamiento arquitectónico se repartió, en 1539, en competencia, correspondiendo la zona del evangelio a Bigarny y la de la epístola a(el autor en el cual nos centramos) Alonso Berruguete, que acabaron su trabajo en 1542. A continuación, Berruguete realizó el remate de la silla episcopal(la parte más importante), con el grupo de la transfiguración en el ático y los relieves del Juicio Final, el Paso del Mar Rojo y la Serpiente de bronce bajo la bóveda del asiento.
El trabajo de Berruguete:
Berruguete se encargó de labrar toda la sillería situada en el lado
de la Epístola más la silla episcopal que en un principio le fue
encargada a Vigarny pero que le alcanzó la muerte antes de empezar a
trabajarla. También fue el autor del cuerpo superior con figuras en
alabastro, figuras de profetas y otros personajes metidos en nichos de
veneras, entre columnas, que apenas sobresalen. En este trabajo le
ayudaron los artistas Francisco Giralte, Inocencio Berro y Pedro de Frías
entre otros. También tuvo como ayudante general de toda la obra en
diversos aspectos al canónigo erudito Diego López de Ayala, traductor de
las obras de Bocaccio y Jacopo Sannazaro, admirador de Berruguete, a quien animó y brindó una gran amistad.
Las tablas para la sillería fueron trabajadas en madera de nogal; en
este trabajo le ayudaron los grandes escultores Giralte y Villoldo; su
participación fue realmente importante, sobre todo en la parte
decorativa. Los críticos de arte
hablan de esta obra como la más bella del escultor castellano, donde el
genio del artista puede haber alcanzado la perfección. Se advierte un
virtuosismo especial en los plegados de los paños con dobleces sinuosos.
En los rostros de los personajes hay una expresión psicológica de los
sentimientos de cada uno a modo de simbolismo. Esto hace que se les
reconozca al instante. La figura de Eva
es quizás la más representativa, carnal y bella, plenamente
renacentista. En el trabajo de las tallas Berruguete tiene la gran
habilidad de saber jugar con el claroscuro, valiéndose de esta técnica
para realizar bellos efectos que aportan aún más calidad al conjunto.
Todo él demuestra un arte religioso que no desdeña la antigüedad clásica
ni los conceptos renacentistas.
Partes de la silla episcopal(1543-1547):
-Silla episcopal: Esta silla y las dos de al lado son las más importantes, y eran ocupadas por el rey y los gobernantes. -Imposición de la casulla a San Ildefonso: Realizado por Gregorio Pardo, hijo de Bigarny. Todas las figurras están en acción. En la escena se ve comom los ángeles desciende para ponerle la casulla a San Ildefonso -Escena mitológica: Realizado por Berruguete, hombres y caballos marinos simbolizan la fuerza de la naturaleza. Los cabbaleros desnudos de lanzan ferozmente sobre las olas.
Este cuadro con un lienzo de grandes dimensiones (260 x 150 cm) lo pintó con la técnica del óleo Caravaggio en el año 1604, y en la actualidad se conserva en la iglesia de san Agustín de Roma. Este lienzo dedicado a la Virgen de Loreto, tal vez no sea una de sus obras más renombradas. Sin embargo, es una composición exquisita que muestra bien a las claras todas las características del arte de Caravaggio y los motivos porque sus creaciones fascinaron y también perturbaron a sus contemporáneos, y como desde entonces han sido admiradas por las generaciones posteriores.
El gran éxito de Caravaggio es que en sus obras de temática religiosa, consigue que los personajes nos parezcan totalmente reales, son de una naturalidad palpable, completamente comunes, llenos de humanidad y carentes de adornos accesorios.
Ese gran valor de su arte, en su tiempo no fue del todo del gusto de las autoridades eclesiásticas, sobre todo cuando representaba a figuras sagradas. Por ejemplo, no solía gustarles que para pintar sus vírgenes y los santos los representara como si fueran bellas aldeanas y rudos campesinos.
Pero además de esa capacidad suya para pintar de una forma tan natural, el otro gran valor de Caravaggio es su manejo de las luces y las sombras, su famoso claroscuro. En ello basa todo su lenguaje expresivo. Y si para los rostros y cuerpos recurre a la naturaleza, a las personas que podía ver por las ciudades y los pueblos, para el caso de la luz siempre usa una iluminación artificial, inventada por él para ubicar en el espacio los cuerpos, caras o gestos de interés, mientras que el resto de sus cuadros los oculta casi por completo en la semioscuridad.
Así aquí vemos a la Virgen que lleva en su regazo al Niño y recibe ante su modesta casa a dos pobres peregrinos, que veneran el episodio como una aparición divina. Hasta aquí todo podría parecer normal. Sin embargo, si nos fijamos vemos que el peregrino lleva los pies sucios porque está descalzo, o que la peregrina es una anciana con el rostro muy arrugado. Fueron detalles de enorme crudeza para su época, por ello tacharon este cuadro de indecoroso y desacralizador, sin tener en cuenta que al mismo tiempo Caravaggio fue capaz de crear una virgen que expresa una profunda humanidad a esos peregrinos que se postran con absoluta devoción.
Caravaggio era el lugar de nacimiento de este artista del Barroco, pero su nombre real era Michelangelo Merisi. Lo cierto es que con un nombre o con otro, a este pintor se le puede considerar como uno de los creadores más singulares e innovadores de la pintura del siglo XVII. Y hay que tener en cuenta que fue un siglo en el que coincidieron talentos geniales de la talla deVelázquez, Rembrandt o Rubens, por citar solo unos pocos.
Además también hay que valorar, que dada su agitada vida lo cierto es que no llegó a viejo, porque nació en 1571 y falleció en 1610, y sin embargo en esos pocos años de existencia legó a la Historia del Arte algunas de creaciones geniales como La degollación de San Juan Bautista o La Incredulidad de Santo Tomás.