jueves, 14 de abril de 2016

El Baco

Nos encontramos ante una obra pictórica, perteneciente al arte barroco, concretamente con el lienzo de Baco, una de las obras más bellas del pintor italiano Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571 – 1610) más conocido simplemente como Caravaggio. El artista barroco es mundialmente conocido por su estilo naturalista y el tratamiento lumínico del tenebrismo, unos aspectos que en esta ocasión no se aprecian en este Baco ya que nos encontramos con una de sus primeras obras importantes.


Se encuentra realizada en óleo sobre lienzo. Algunos estudiosos datan la obra en torno a 1596 mientras que otros se inclinan por retrasar un par de años su datación, sobre 1598. Con todo, lo que sí parece seguro es que Caravaggio realizaría la obra bajo el mecenazgo de uno de sus bienhechores más importantes, el cardenal Francesco María del Monte, quién coleccionó un buen número de obras realizadas por el artista. El Cardenal del Monte encargaría este lienzo a Caravaggio con motivo de los desposorios de Cosme II de Médicis.

El artista italiano representa un dios joven y fornido que ataviado con una túnica blanca nos ofrece una copa de vino para unirnos a su celebración. La figura de Baco es de gran belleza y en ella se resaltan los aspectos andróginos que hacen del dios una encarnación de ambos géneros. Su cuerpo aparece cubierto por una fina túnica blanca que nos deja ver la parte derecha de su torso y un musculado brazo. La cabeza está coronada por hojas de parra y uvas que hacen juego con el bodegón de frutas que aparece en la mesa dispuesta en primer plano; en ella también se ve una espumeante jarra con vino de la que el joven dios acaba de servir una copa para ofrecerla, con un gesto poco mañoso de su mano izquierda, al espectador.

Precisamente es esta incómoda postura del dios lo que ha suscitado la idea de que Caravaggio pudiera estar representando una imagen proyectada en un espejo. La encarnación rosada de las manos y el rostro de Baco nos indican su ligera embriaguez que contrastan con el resto de su piel blanquecina.
Pese a todo el artista no sólo busca plasmar una temática mitológica sino que la obra se presenta como un ejercicio de pericia y perfección compositiva. Abriendo la senda que después seguirán otros grandes artistas, Caravaggio plantea una unificación temática en la que conjuga a la perfección el bodegón realista con la pintura mitológica.

La luz es aún manierista, ésta se disemina por toda la composición y está alejada de la tendencia tenebrista que el artista desarrollará en sus próximas obras. Así aunque este Baco es una de las primeras obras del artista italiano ya se aprecian en él las maneras de un gran genio; a la perfección técnica del lienzo debe unirse el complicado estudio iconográfico y la multitud de matices que aún los historiadores del arte siguen analizando. En este sentido cabe destacar algunos detalles como el hecho de que la cesta de fruta del primera plano esté repleta de frutas no comestibles o que en el cristal de la copa de Baco aparezca representado el propio Caravaggio.

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