La parte central del conjunto cuenta con columnas dóricas en sus frentes, y en su interior hay dos vestíbulos separados por una pared con varias puertas. A sus lados, dos terrazas con pórticos que permitían el acceso a las estancias interiores.
Una de éstas sirvió de pinacoteca, que acogía los cuadros de Polignoto, y la otra que se hallaba en el ala sur, servía de vestíbulo al templo de Atenea Niké.
Para la construcción de los Propileos, el arquitecto se fijó mucho en la del maravilloso Partenón, lo que explica los pórticos de los lados en estilo dórico, y el corredor interno que supone la propia entrada en el conjunto de la Acrópolis.
Construidos entre 437 y 432 a.C. por orden de Pericles y según un proyecto de Mnesikles, servían de entrada monumental al recinto sagrado de la Acrópolis. Los Propileos mandados construir por Pisístrato, de factura más sencilla, habían sido destruidos por los persas. En el siglo XII sirvieron de residencia de los patriarcas de Atenas, y un siglo más tarde, de los duques.
En 1387 se construyó por orden del florentino Nerio Acciaioli una torre defensiva, utilizada por los turcos como depósito de pólvora; en 1645 este depósito saltó por los aires al caerle un rayo durante una tormenta.
Los Propileos, realizados en mármol pentélico, están formados por un cuerpo central y dos alas laterales que sobresalen del conjunto. Debido al desnivel de la colina, hubo que superar enormes dificultades a la hora de proyectar los cuerpos. Mnesikles demostró una gran habilidad, ya que los dispuso de tal modo que apenas se advierte la asimetría del conjunto.
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