lunes, 24 de noviembre de 2014

AUGUSTO DE PRIMA PORTA.

Augusto arengando a sus tropas. Copia en mármol posterior
a su fallecimiento el 19 de agosto del año 14 d.C,
extraída de un original en bronce realizado entorno al
19 a.C. 204 cm. Museo Vaticano, Roma.

    Nos encontramos frente la estatua toracatos de Augusto de Prima Porta, se trata de una escultura de bulto redondo y de cuerpo entero, en posición de pie. La obra es una copia en mármol de un original en bronce, por lo tanto está esculpida sobre el mármol, usando la técnica del sacado de puntos del original, además aunque hoy nos aparezca sin policromía, sabemos que en su día si estuvo policromada en tonos muy vivos. Además la superficie, nos aparece pulimentada, tratándose a la perfección los pliegues de las ropas y los relieves de la coraza. Al contemplar la obra, se produce sensación de suavidad, en especial por el tratamiento de los pliegues de la ropa y el fino acabado de la coraza. Por la postura esbelta pero a la vez por la rigidez de la coraza, produce una sensación de pesadez.

Augusto Prima Porta, tal y como debió
ser policromado.
   Esta escultura, se ubicaba en un espacio abierto y tenía una función propagandística, que trataba de engrandecer al emperador, al aparecer muy idealizado. Se localiza también exenta, por lo que permite ser contemplada desde todos sus ángulos. La iluminación que recibe la obra en su emplazamiento original, es natural además la ausencia de pronunciados entrantes y salientes, provoca una difusión homogénea de la luz, lo que produce una gran sensación de serenidad.

    En otro orden de cosas, la estatua de Augusto Prima Porta, presenta lineas verticales, lo que aporta a la composición gran esbeltez. Por su parte la coraza, representa unas escenas en bajorrelieve, cuya composición es cerrada, al distribuirse los elementos por el centro de la coraza.

    La escultura, presenta actitud de movimiento, pues aparece caminando y arengando a sus tropas, aunque no presente rasgos de gran tensión muscular.


    Por otra parte, la temática de la obra, es la divinización del emperador, que aparece descalzo y con cupido a sus pies, símbolo de gloria e inmortalidad, además se representa al emperador rejuvenecido, para idealizar aún más su figura, haciéndose con esta estatua una gran propaganda política.

    Por su parte en los grabados de la coraza, se resaltan sus grandes victorias en batalla, además de la paz augusta, la abundancia y algunos dioses, lo que sirve para agrandar más figura.

Coraza de Augusto Prima Porta.

   Entorno al 27 a.C, con la llegada al poder de Augusto, se produce una idealización de la escultura, que huye del realismo, para realzar e incluso divinizar al personaje, esto será copiado por la aristocracia de Roma, y el retrato realista de la etapa republicana, quedará relegado a la burguesía adinerada, que lo seguirá reclamando.

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