Nombre:
Maison Carrée
Arquitecto:
Desconocido
Cronología:
16 a.C.
Localización:
Nimes (Francia)
Estilo:
Romano imperial
Materiales
utilizados: Piedra calcaría blanca
Sistema
constructivo: Arquitrabado
Este
edificio que ha resistido de manera admirable el paso del tiempo ha sido
empleado como sede del ayuntamiento, mansión particular, iglesia católica, sala
de reuniones, almacén y tienda, museo local y, actualmente, sala de
exposiciones. Este uso continuado y diverso es el que ha permitido que tras
algo más de dos mil años de existencia siga en pie y no sea una pura ruina,
haciendo evidente el destino al que originariamente fue dedicado: un edificio
del culto romano.
Estamos
hablando de la Maison Carrée de Nimes (Francia), la casa cuadrada, aunque su
planta sea obviamente rectangular. Situado en lo que debió ser el foro de la
ciudad, su construcción, llevada a cabo entre los años 16 y 12 a.C. fue
ordenada por Marco Agripa y debe enmarcarse en el amplio proceso de
organización y romanización del territorio de las Galias que se desarrolló en
el último momento de la República Romana y durante los primeros años del
principado de Augusto, a cuyos nietos Lucio y Cayo fue dedicado.
Podemos
considerar este edificio como uno de los prototipos del templo romano,
inspirado en los modelos griegos de época clásica y helenística. De dimensiones
medianas (mide 26 metros de longitud por 15 de anchura), se trata de un templo
próstilo y hexástilo, levantado en orden corintio. Es también pseudoperíptero,
ya que aunque observamos columnas en todos sus lados, éstas se hallan embutidas
en un muro perimetral, salvo en el caso de las de la única fachada del templo.
Por otra
parte, el edificio muestra algunos rasgos propios de la arquitectura templaria
romana. Destacan entre ellos la sustitución del estilóbato característico del
templo griego por un elevado pódium de paredes verticales, que sólo presenta
una escalinata de acceso en el lado de la fachada principal. Tras ella, se
accede a un pórtico que a su vez da paso a la cella o capilla, en este caso un
espacio único, sin compartimentación en naves. Toda la obra es de mármol y
hemos de lamentar que no haya quedado ningún rastro de la decoración de los dos
frontones del templo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario