domingo, 15 de febrero de 2015

   Nos encontramos ante un edificio religioso, más concretamente la Catedral Gótica de Toledo. El edificio tiene una planta de salón al no proyectarse el transepto hacia las fachadas laterales, contando con un gran número de estancias añadidas a la fábrica original del edificio en años posteriores a su construcción, pero además podemos ver como la planta del edificio se remata por un ábside semicircular con dos deambulatorios y absidiolos y se divide en cinco naves separadas por pilares.
 
Fachada de la Catedral de Toledo
    Los muros en el caso de este edificio cumplen una función de cierre, quedando la función de sustento reservada a los pilares, de sección cruciforme, partiendo de ellos los nervios que articulan las bóvedas de crucería que componen las cubiertas, los vanos en forma de ventanas son muy abundantes, contando el edificio con una magnífica iluminación en el claristorio, que se tamiza con vidrieras de colores, además encontramos tres portadas a los pies, la principal coincide con la nave central y las otras dos con las naves del Evangelio y de la Epístola, además de otras dos puertas en el transepto; encontrándose todas abocinadas.

   El edificio cuenta con unas dimensiones colosales, tanto en planta como en altitud, dividiéndose las naves en tres niveles de altura distintos, permaneciendo proporcionado el edificio y mostrándose muy equilibrado.

   Encuanto al espacio interior, debemos hablar de un espacio dividido en tres naves, apareciendo además el coro en medio de la central, justo delante del presbiterio. El edificio tendría como zona principal el presbiterio, entorno al cual se articulan las naves y se levantan las girolas, la función sería litúrgica, siendo usada para decir misa o realizar los oficios debiéndose sus dimensiones al número de fieles que debe albergar.

    La Catedral de Toledo, es un edificio que se va a construir bajo el reinado de San Fernando III, que será el gran promotor de las catedrales Castellano-Leonesas, ya que el rey aportaría grandes sumas de dinero para tales empresas. En este caso el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, que había estudiado en París, será quien enamorado del gótico convenza a San Fernando, para construir una catedral de este estilo en esta ciudad. Las obras las inició el Maestro Martín en 1227, dejando el edificio abovedado Petrus Petri antes de morir en 1291
Planta de la Catedral de Toledo

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