miércoles, 9 de marzo de 2016

San Pietro in Montorio (1502)




Nos encontramos frente a una obra arquitectónica de arte renacentista, concretamente ante el templete de San Pietro in Montorio, Roma. Es una obra de Donato Bramante. Su material de construcción es el granito.

San Pietro in Montorio (en castellano «San Pedro en el monte de oro») es un convento de franciscanos españoles en Roma. Actualmente la iglesia sigue abierta al culto y en los antiguos claustros está instalada la Academia de España en Roma. En el primer patio se levanta el famoso tempietto de Bramante. El monasterio sufrió importantes daños en 1849, cuando las tropas francesas atacaron la ciudad para suprimir la Segunda República Romana. Aquí estuvo el último cuartel general de los romanos, se instaló un hospital de sangre y quedó en primera línea de fuego.

Roma, hacia el año 67 d.C. Pedro, uno de los discipulos de Jesús, ha estado en la ciudad imperial tratando de difundir los mensajes de su maestro. Pero corren malos tiempos para la recién creada secta judía de los cristianos: el emperador Nerón los acusa, entre otras cosas, del incendio de la ciudad y desata una persecución contra ellos. Así que Pedro decide abandonar Roma y ponerse a salvo pero, en las afueras de la urbe, tiene un encuentro milagroso con Jesús y decide volver sobre sus pasos.

Las consecuencias de este hecho son bien conocidas: poco tiempo después, el apóstol es detenido y, finalmente, crucificado cabeza abajo. Pasa a ser ahora San Pedro y a tener la consideración de primer Papa de Roma, de acuerdo con la frase de Jesús: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia".


































Seguimos en Roma, pero han pasado casi 1450 años. Los Reyes Católicos, que han reconquistado a los nazaríes la ciudad de Granada, deciden levantar en la ciudad un templete a la memoria de San Pedro, justo en el lugar donde, según la tradición, fue ejecutado. Donato Bramante (1444-1514) es el encargado de planificar la construcción: un templo circular, de planta centrada, levantado sobre un podio y cubierto por una cúpula semiesférica. En el exterior, una columnata de orden toscano sostiene un entablamento dórico que soporta, a su vez, una balaustrada. En los muros exteriores dispone coloca hornacinas aveneradas, que alternan con vanos adintelados.

 

Al templo se accede por cuatro puertas, como si nos encontrásemos en una ciudad romana y el interior dispone de un altar mayor a cuyo pie, en una cripta, se encuentra el hueco en el que, según la tradición, fue clavada la cruz del apóstol. Toda la construcción, inaugurada en 1502, es de granito y con ella arranca la arquitectura italiana del Cinquecento que, en este caso, se caracteriza por la ausencia de toda decoración innecesaria.

Un año después, Bramante es nombrado arquitecto del Vaticano y elabora los primeros planos de la nueva basílica de San Pedro. Pero la construcción avanzó, en sus primeros pasos, a ritmo lento y fueron otros autores los que, introduciendo numerosas modificaciones, culminaron la obra que el primer autor cinquecentista había diseñado.

Este Templete fue encargada por Bernardino de Carvajal a Bramamte. Se realizó con el fin de recordar el punto exacto donde se enclavó la cruz del Príncipe de los Apóstoles.
El arquitecto proyecta una rotonda de 16 columnas dóricas, que desde su inauguración en 1502, se convertirá en canon de belleza arquitectónica y en símbolo del estilo clásico.

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