Nos encontramos ante una obra escultórica perteneciente al Quattrocento italiano, en concreto nos referimos a la Puerta del Paraíso situada, hoy día, en el batipsterio de Florencia. Para la construcción de esta puerta se convocó un concurso para ver quién era el artista más
capaz de realizar el trabajo. Cada participante en el concurso debía presentar
un relieve en bronce con una escena del Sacrificio de Isaac que cumpliera una
serie de condiciones. Aparte del tema, se especificó que la forma del marco
debía ser tetra lobular, idéntica a la usada por Pisano en la puerta ya
existente. Los dos finalistas fueron Brunelleschi y Ghiberti, pero finalmente
se decidió que el ganador sería Ghiberti. Para realizar esta obra el material que utilizó Ghiberti fue el bronce.
La puerta del
Paraíso es la tercera del baptisterio de Florencia. En ella se esculpen las
escenas aplicando una perspectiva geométrica. Ghiberti incorpora arquitecturas
clásicas plasmadas en una visión perspectiva como fondos escenográficos. Hay diez
escenas en las cuales se representan episodios del Antiguo Testamento.
El primero trata sobre el tema de Adán y Eva,
donde se representa su creación, el pecado original y la expulsión del Paraíso.
El segundo
trata sobre Caín y Abel, donde encontramos a Abel cuidando del rebaño, el
sacrificio de Caín y Abel, Caín matando a Abel y Dios padre pidiendo cuentas a
Caín.
El tercero
trata sobre Noé, donde se representa la salida del arca, el sacrificio de Noé y
la embriaguez de Noé.
El cuarto
trata sobre Abraham. En él se representa su encuentro con los tres ángeles y el
sacrificio de Isaac.
El quinto
trata sobre Esaú y Jacob, donde se representan las escenas de Rebeca rezando a
Dios, Rebeca dando a luz, Esaú vendiendo su primogenitura a Jacob, Isaac
mandando a Esaú de cacería, Jacob trayendo un cabritillo e Isaac bendiciendo a
Jacob.
El sexto trata sobre José, donde se representa su venta a los
mercaderes, el almacenamiento del grano, el descubrimiento de la copa de plata
y como José se da a conocer a sus hermanos.
El séptimo trata sobre Moisés. En él se ve como Moisés
recibe las Tablas de la Ley y como aguarda el pueblo a los pies del monte
Sinaí.
El octavo
trata sobre Josué, donde representan las escenas de los israelitas cruzando el
río Jordán, levantando el monumento de piedra y la conquista de Jericó.
El noveno representa la muerte de Goliat por David y su entrada en
Jerusalén.
Y por último, el décimo, trata sobre el encuentro de Salomón con la reina
Saba en el templo.
El marco de
los cuarterones está adornado por 24 nichos con esculturas y retratos en
medallones, de los donantes y de Ghiberti. La forma en la
que trabaja Ghiberti se denomina schiacciato. Logra una perfecta
tridimensionalidad en las escenas con distintas alturas del relieve según la
lejanía. Las figuras se representan con la belleza y proporción ideales típicas
del renacimiento clásico. No son rígidas, se mueven de forma imperturbable.
Se utiliza
distinta profundidad del relieve en bronce con el objetivo de crear efectos de
claridad compositiva como altorrelieves, que sobresalen para resaltar en primer
plano escenas cercanas, y bajorrelieves para las más lejanas.
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