Fidias. Las vírgenes atenienses entregan el peplo a Atenea. Fragmento del friso de las Panateneas. Mármol. 106 cm de altura. Museo Británico. Londres. |
Nos encontramos ante una obra escultórica, en concreto, se trata de un bajorrelieve, tallado en mármol, aunque a día de hoy no presente policromía, sabemos que en su día estuvo policromada en colores muy vivos. La obra presenta un modelado suave, en ella predomina la curva, que aporta dinamismo a la composición, podemos percibir como está muy erosionada, pero en parte se observan indicios de haber estado pulimentado en el pasado.
Concretando, nos encontramos ante el Friso de las Panateneas, ocupaba un espacio cerrado, al tratarse de un friso, no contiene espacio interior, sino que es un conjunto de placas que va pegado a la pared. provoca además este friso una sensación de ligereza, debido al dinamismo y al la separación entre figuras. La colocación de este friso de las Panateneas en su emplazamiento original, era rodeando la naos del Partenón, recibía luz natural que se introducía entre las columnas y aportaba gran realce a la policromía.
El friso sigue unas líneas de composición horizontal, primando la curva en la figura de cada persona, lo que aporta dinamismo y suavidad. La línea del horizonte se sitúa tras las figuras, humanas. además la composición es cerrada, al no estar entorno al marco sino en el centro. Las figuras aparecen en actitud de movimiento, pues el volumen se representa en forma dinámica, esto lo vemos por la acción que se acomete, la entrega del peplo y por el dinamismo que expresa la suavidad de los gestos y la falta de tensión muscular.
El espacio del relieve, se distribuye de forma horizontal y las figuras aparecen separadas para no recargar la escena, por lo que no nos encontramos ante un caso de horror vacui. El tema es socio-cultural o antropológico, pues en este relieve se nos explica como eran las fiestas que se celebraban en torno a atenea, tenía carácter didáctico, pues su objetivo era enseñar a generaciones futuras y forasteros como se celebraba la fiesta de las Panateneas.
Por su parte, el friso rodea, como antes se mencionaba, la cella del Partenón, un templo de orden dórico, octástilo, anfipróstilo y períptero, construido en la acrópolis de Atenas tras la guerra con los turcos. Los encargados de la parte arquitectónica de la obra eran Ictinio y Calícrates, que tuvieron que usar una tecniza que curvaba el estilóbato y separar de distinta forma las columnas para vencer el problema visual que planteaba el edificio. La supervisión de las obras y el programa escultórico iconográfico, corrió a cargo de Fidias.
En este programa iconográfico, Fidias, estableció para efrontón principal el nacimiento de atenea, armada y preparada para la guerra, y que nació de la cabeza de Zeus. El frontón trasero, representaba el milagro que realizó Atenea para hacerse con el patronato de Atenas, dando lugar en dicha ciudad a la trilogía mediterránea. Estos frontones, son de gran calidad, pues las figuras son de igual tamaño y proporción, aunque aparecen sedentes, yacentes o de pie, para adaptarse al espacio que han de ocupar en el frontón. Las metopas, representaban por su parte, los ciclos de la gigantomaquia, amazonomaquia, centauromaquia y guerra de Troya.
Por último el friso de las Panateneas, de orden jónico, que es el que hoy nos ocupa, representa la procesión y hecatombe de ganado que se hacía en Atenas cada año en honor de la diosa, así como las Panateneas Mayores en las que las vírgenes atenienses entregaban el peplo a su patrona,
Friso de las Panateneas como debió se con su policromía original. |
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