sábado, 22 de noviembre de 2014

Doriforo



Nos encontramos ante una obra escultórica, cuyo autor es policleto, y esta hecha en el 450 – 440 antes de Cristo.


Es una figura cerrada que va abriendo elementos formales, brazos y piernas, hasta conseguir alejarse del hermetismo y crear espacio. Introduce la técnica de la gravitación sobre una pierna. Es la encarnación más pura del prototipo del cuerpo viril perfecto, de elegancia austera, sin formas hercúleas ni amaneramientos. Sosegado, avanza seguro de sí mismo. Aporta una interesante solución para las figuras de pie en reposo: una pierna soporta el peso del cuerpo y la otra apenas toca el suelo con la punta del pie, y flexiona la rodilla tirándola hacia atrás. La tensión que genera esta descompensación se compensa con ligeras inclinaciones en la pelvis y en los hombros. "Se representa el Doríforo en actitud de avanzar; una pausa momentánea une la estabilidad al sentido del movimiento en potencia. Es una acción con mucha menos fuerza que la del Discóbolo de Mirón, pero el torso responde plenamente a ella. El Doríforo sostenía la lanza en la mano izquierda (a nuestra derecha), tensando por consiguiente el hombro izquierdo y levantándolo ligeramente. La pierna izquierda no soporta ningún peso y la cadera cae; el torso se expande. El brazo derecho del Doríforo cuelga relajado, el hombro está caído. La pierna derecha soporta su peso, la cadera está levantada.


El torso entre la cadera y la axila se halla contraído.

El contraste por un lado del torso contraído y por el otro del extendido da al cuerpo un aspecto de dinámico equilibrio muy diferente a la simetría estática de los kuroi, cuyos lados derecho e izquierdo son básicamente reflejos exactos el uno del otro. La alternancia de miembros tensos y relajados combinada con un torso amoldable se denomina contrapposto. Es un recurso que ha sido utilizado en muchas ocasiones a lo largo de la historia del arte, por ser tan útil para infundir un sentido de vitalidad a figuras hechas de piedra, de bronce o bien pintadas.


La inclinación hacia la derecha de la cabeza del Doríforo da el toque final a la estatua; describe una suave curva en forma de "S" invertida, sistema muy apreciado en el período gótico y utilizado para conferir armonía a las estatuas de la Virgen. Dicha inclinación mejora el perfil de la estatua (...)

Ambos lados de la estatua presentan cualidades muy distintas, pero cada uno por separado es armonioso y bello. El lado derecho ofrece una sensación de reposo gracias a la continuidad de la línea vertical que va desde la pierna derecha que soporta el peso hasta el brazo en posición relajada. El lado izquierdo, por el contrario, es angular, y la posición del codo se corresponde con la curva cerrada de la pierna izquierda relajada.

Aunque no se ha llegado a ninguna conclusión sobre las proporciones del canon, parece ser que la unidad de medida era el dedo. La cabeza es la séptima parte del cuerpo; el rostro está dividido en tres partes iguales: la frente, la nariz y la distancia de ésta al mentón; el pie es tres veces la palma de la mano; del pie a la rodilla, seis palmos, de la rodilla al centro del abdomen, seis palmos; el arco torácico y el pliegue de la ingle son arcos de un mismo círculo. La belleza se traduce en belleza y proporción.

El volumen: El Doríforo se libera de la ley de frontalidad, dotando a la escultura de tridimensionalidad. El cuerpo humano convertido en prototipo de belleza ideal representará un todo en el que diferentes partes se articulan con claridad.

El modelado: El naturalismo se potencia en el estudio anatómico. Líneas, planos que marcan los pectorales, las ingles, cintura y rodillas en un intento de destacar las formas de un cuerpo adolescente fuerte y proporcionado. Con todo, el Doríforo aún mantiene algún resabio de arcaísmo: está tallado con rudeza, los pectorales son planos y las líneas de la cintura y de la cadera están muy marcadas.

La proporción: Policleto, arquitecto del cuerpo varonil, creador de jóvenes atletas vigorosos, estudia en ellos proporciones y ritmos armónicos hasta definir un sistema: el Canon. La altura de la cabeza era siete veces menor que el cuerpo y el rostro aparece dividido en tres partes iguales: la frente, de la frente a la nariz y de ésta al mentón, de acuerdo con un estudio rígidamente matemático (la naturaleza explicada por el número). El ideal de belleza no representa solo una dimensión física sino, sobretodo una dimensión espiritual. La proporción y el equilibrio son el fundamento de la virtud ciudadana que alcanza su mejor expresión en el triunfo del sistema democrático ateniense.

La función: desconocemos su finalidad.

El estilo: El hombre desnudo que porta una lanza es el símbolo de la armonía perfecta, del equilibrio clásico, que significa quietud en el movimiento y movimiento en la quietud. Representa la fuerza única de la belleza. Para los griegos el arte es fundamentalmente humanista, ha pasado el tiempo de los monstruos para definir que el hombre es la medida de todas las cosas. El desnudo es el símbolo de la belleza física, y, por platónica analogía, de la belleza moral y espiritual. El hombre desnudo adquiere la consideración de héroe, cuyo combate más duro es vencerse a sí mismo.

El estilo clásico griego expresa la belleza física ideal, sometida matemáticamente a las proporciones de un cuerpo humano, en dominio del naturalismo, entendido como la mejora y el enriquecimiento de lo que el artista ve en la Naturaleza, de acuerdo con su pensamiento. La captación de una humanidad superior, equilibrada, llena de ideales elevados que hacen transmitir un mundo de Dioses y Héroes, serán los propósitos fundamentales de este período en el que todo tiende a la ponderación.

El escultor y su época: El "siglo de Pericles" se considera el momento de máximo apogeo de la civilización ateniense, y durante esta época se desarrolla en Atenas la Democracia, un sistema constituido por ciudadanos libres e iguales ante la ley, bajo el respeto de unas leyes justas y por el que vale la pena ofrecer la vida (Sócrates) o pasar penalidades para la defensa de su supervivencia. Con Pericles, Atenas consiguió su mayor esplendor económico, político y cultural. Artistas, escultores, pintores y arquitectos, acuden a la ciudad atraídos por las nuevas oportunidades que les ofrece una Polis con un intenso ambiente artístico y cultural.

Hay rasgos en la obra de Policleto en los que se reflejan las preocupaciones de la Atenas de Pericles, porque buscaban un ideal de "hombre" como lo hacían ya las esculturas del Partenón; en la armonía de las fuerzas opuestas, en el contraste de luz y sobra o en la lucha entre lo cognoscible y lo aparente, no hace más que interpretar la problemática del arte del momento.

Los cambios de la vida griega que se produjeron a finales del s. V impulsan la evolución escultórica: la consideración de los dioses, la elaboración de leyes...En el verano del 430 a. C., después de que Pericles anunciara su Oración Fúnebre, una devastadora epidemia estremeció la populosa ciudad de Atenas.

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